Una encuesta impulsada por la Agencia Valenciana Antifraude (AVA) revela que la corrupción sigue estando presente en la percepción de los valencianos. Apenas un 13% de los encuestados sostiene que la corrupción disminuyó durante el último año, según una encuesta realizada en septiembre y octubre del 2022 mediante 1.506 entrevistas telefónicas (400 en la Comunitat Valenciana) presentada este lunes por Fernando Jiménez, catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Murcia y responsable de la Cátedra de Buen Gobierno e Integridad Pública. El 43,34% de la población considera que la corrupción ni aumentó ni disminuyó durante el último año.
La primera Encuesta de Percepción de la Corrupción en España y la Comunitat Valenciana también desvela que la corrupción y el fraude se sitúan, para los valencianos, a la cola de los problemas principales de España, muy por debajo de la inflación. El 55,6% de los encuestados considera que la distribución de la renta en España es injusta (el 19,4% la tilda de “muy injusta”).
Casi el 50% de los valencianos encuestados creen que lo más importante para tener éxito económico en España es “tener buenos contactos y cultivarlos”. Preguntados sobre quiénes son más corruptos los datos de la encuesta señalan que la ciudadanía percibe como los políticos los más corruptos (60%); seguidos de los empresarios (47%); de los funcionarios (39%) y de los ciudadanos (36%).
Datos sobre la Agencia Valenciana Antifraude
En esta encuesta también se ha preguntado a los entrevistados de la Comunitat Valenciana por cuestiones que afectan directamente a la AVA. Una de ellas era el grado de conocimiento que existen entre la ciudadanía sobre la Agencia Antifraude y el 32% dijo conocer su existencia frente a un 68%. Por edades los menores de 34 años son lo que menos la conocen (85%) mientras que la franja de edad de entre 35 y 49 años son los que más la conocen, con un 37%.
Entre el 32% que contestó que la conocía, la opinión sobre Antifraude se consideró muy buena, con una puntuación mayoritariamente de cuatro sobre cinco.
Y sobre las funciones que tienen encomendadas la agencia que dirige Joan Llinares la más conocida por la ciudadanía es la de “proteger a quienes denuncian casos de corrupción”, seguida por la de “detectar y castigar a personas corruptas”, “prevenir que se produzcan la corrupción” y, en último lugar, la de “formar en valores éticos a políticos, funcionarios y estudiantes”.