El 18,7 % de los jóvenes valencianos vive la masculinidad alineado con ideas tradicionales homófobas o como la del ‘sexo fuerte’, que es la raíz de la violencia de género, según se desprende del estudio ‘Masculinidades juveniles en la Comunitat Valenciana. Procesos de construcción identitaria y percepciones sobre la masculinidad', realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud y financiado por el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ).
A través de entrevistas realizadas a 402 jóvenes de 15 a 29 años residentes en la Comunitat Valenciana, este estudio ha analizado qué porcentaje de jóvenes valencianos está dentro de ‘la caja de la masculinidad’, un constructo teórico que sirve para explicar el grado de cercanía que tienen las personas jóvenes con relación a la visión más tradicional y conservadora de la masculinidad, y cómo afecta a sus vidas.
La investigación ha sido presentada en la Biblioteca de la Dona de la Generalitat por la directora general del Institut Valencià de la Dona, María Such, el director general del IVAJ, Jesús Martí, y la directora general de la Fundación Fad Juventud, Beatriz Martín. La exposición de los datos ha corrido a cargo de la subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fad, Anna Sanmartin.
Durante el acto, Jesús Martí ha señalado que estos datos “no deben ser interpretados en negativo, sino en positivo. La sociedad ha avanzado mucho, ya no se habla de búsqueda de referentes o de ‘nuevas’ masculinidades, hoy muchos jóvenes ya han encontrado un espacio en el que se sienten cómodos”.
En este sentido, ha añadido que, aunque es cierto que sigue habiendo resistencias y hay personas jóvenes “que no terminan de encontrar su sitio y se aferran a lo que conocían, es indudable que se ha avanzado mucho”. “Por eso nos parece muy importante seguir con atención cómo evolucionan las concepciones de la masculinidad, y fomentar programas que ayuden a que las personas jóvenes sigan avanzando en igualdad.”
Por su parte, María Such ha señalado que es necesario que, desde la Administración, se “observe” a ese casi 20% de jóvenes que adopta una posición en la que orientan su vida hacia el cumplimiento de los roles tradiciones de género de la masculinidad “que ellos consideran como liberadores, aunque en realidad les está limitando, ya que les impide romper con los moldes y desarrollar libremente su vida por miedo a no cumplir con las expectativas de éxito que se supone la sociedad espera de ellos, a ser juzgados o a dar una imagen de vulnerabilidad”.
Asimismo, ha apuntado que esa idea asociada a raíces tradicionales vinculadas a estos roles “se traducen muchas veces en actitudes violentas como vía para solucionar los problemas, lo que está directamente vinculado a las situaciones de violencia de género que se produce entre una parte de la población más joven”.
Por eso, “tenemos la obligación de facilitar a este grupo de población las herramientas necesarias para que puedan romper con este ‘mandato de género’ basado en los roles tradicionales”.
En esta línea, se ha referido a la campaña impulsada por la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas el pasado 25 de noviembre, “dirigida precisamente a este sector de la población con el fin de que estos jóvenes sepan enfrentarse a situaciones cotidianas machistas y a romper con el ‘qué dirán’ de su entorno o sus amigos, enfrentándose a las situaciones machistas que puedan reproducir otros”.
La 'caja de la masculinidad'
Estar dentro, fuera o en el borde de 'la caja de la masculinidad' supone estar más o menos alineado con la masculinidad más tradicional, aquella que establece unos parámetros estrictos sobre lo que significa “ser hombre”.
Así, según el estudio presentado hoy, en comparación con el conjunto nacional, en la Comunitat Valenciana hay más chicos dentro de la caja (18,7% frente al 14% del conjunto) y menos al borde (41,5% frente al 44,7%) y fuera (39,8% frente al 41,3%).
Además, el estudio refleja que entre el 25% y el 30% de chicos valencianos manifiestan estar de acuerdo con ideas como “los hombres de verdad son heterosexuales”; “un hombre no debe ser afeminado”; “un hombre que no se defiende cuando otros abusan de él, es débil”; “los hombres deberían resolver sus problemas personales por sí mismos sin pedir ayuda a los demás”; y con que “un niño debe evitar jugar desde pequeño a ‘cosas de niñas’”, entre otras ideas tradicionales.
Masculinidad, bienestar y presión social
Por otra parte, las formas diferenciales de ver la masculinidad entre los jóvenes valencianos se erigen como factores clave en cuanto a la forma de vivir: desde el grado de felicidad hasta las presiones sociales se experimentan con mayor o menor intensidad en función de la identificación con la masculinidad hegemónica tradicional.
Por ejemplo, los hombres que están fuera de la caja de masculinidad experimentan mucha más confianza, decisión y felicidad, pero también ansiedad, estrés, inquietud, preocupación, incertidumbre, desánimo y apatía. Mientras, quienes están dentro de la caja destacan en que sienten menos agresividad y más curiosidad, tranquilidad y culpabilidad.
Respecto a los resultados nacionales, cabe mencionar que en la Comunitat Valenciana los hombres que están fuera de la caja sienten mayores niveles de confianza e inquietud, y quienes están dentro manifiestan más tranquilidad y culpabilidad y menos agresividad.
Asimismo, los hombres jóvenes de la Comunitat Valenciana dentro de la caja sienten mayor presión social que quienes están al borde o fuera en todas las cuestiones preguntadas, especialmente en las que tienen que ver con ser físicamente atractivo (un 55,9% siente bastante o mucha presión al respecto), tener pareja estable, tener éxito en redes sociales, relacionarse exclusivamente con personas heterosexuales, usar la violencia para defender su reputación, consumir alcohol o drogas, realizar las tareas del hogar y comportarse con su grupo de amistades.
Masculinidad y violencia
Dentro de la caja los hombres jóvenes valencianos declaran haber sufrido frecuentemente mucha más violencia (algo que también ocurre en el conjunto de España). En este caso, resultan significativas dos circunstancias concretas: el 34,6% dice haber sido objeto de violencia, amenazas y acoso online (proporciones entre el 5% y el 8% para el resto de los hombres); y el 25,7% que ha sido objeto de violencia física deliberada (14,8% entre quienes están al borde de la caja y 2,5% entre los hombres que están fuera).
La violencia sufrida resulta también más habitual entre los hombres jóvenes dentro de la caja que entre quienes están fuera. Con frecuencia y mucha frecuencia, uno de cada cuatro ejerció violencia física, cerca del 20% se burló de alguien, y prácticamente un 17% insultó, se burló o amenazó a alguien de forma online o por redes sociales. La violencia ejercida por los hombres que están fuera de la caja es residual, y quienes están en el borde oscilan entre el 6% y el 12%.
Respecto a la media estatal, en la Comunitat Valenciana se reconoce algo más haber insultado a alguien, publicado fotos para avergonzarle, o amenazar por mensajes de texto, redes sociales u otra aplicación o página web, sobre todo en la frecuencia “a veces” (casi cinco puntos más, aunque los resultados para la mayor frecuencia están un punto por debajo).
Masculinidad y violencia de género
Aunque, en general, existe consenso entre los hombres jóvenes valencianos con que la violencia de género es un problema social muy grave, estar dentro de la caja también determina un mayor apoyo a las ideas negacionistas sobre la violencia de género (un 45,7% cree que es un invento ideológico, un 44,1% que si es de poca intensidad la violencia no es un problema para la pareja y un 38,9% sostiene que solo ciertos perfiles de mujeres pueden llegar a ser víctimas de esta violencia).
La radicalidad de estas posiciones entre la juventud valenciana es mayor en comparación a la media nacional en todos los casos (dentro, al borde y fuera). De hecho, probablemente, el resultado más sorprendente de esta batería es que la mayor proporción de hombres que creen que la violencia de las mujeres hacia los hombres no se tiene en cuenta lo suficiente está entre quienes se sitúan fuera de la caja, además de forma mayoritaria, 58,2%, cuando entre el resto de los hombres no llega al 50%. A nivel nacional, existía más acuerdo entre los hombres que entran o salen de la caja, que entre quienes se sitúan dentro.