Famosa sigue dando pasos para no quedarse atrás. La compañía alicantina, cuyo acrónimo –Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil S.A– desvela sus orígenes, cuando en 1957 nacía en la localidad alicantina tras la fusión de numerosas pequeñas empresas jugueteras para hacer frente a la revolucionaria aparición del juguete de plástico, encara unas Navidades especiales.
Primero, porque este 2019 será recordado como el año de su adquisición por parte de la multinacional italiana Giochi Preziosi a finales de julio. Segundo, porque esta operación, por la que ambas firmas acordaron mantener sus marcas comerciales, llega después de que la ejecutiva francesa Marie-Eve Rougeot reflotara la compañía española tras años en pérdidas hasta situarla como líder actual del mercado nacional. Y tercero, porque Famosa también encabeza el top 10 de juguetes más vendidos gracias a marcas tradicionales como Pinypon, Nancy y Nenuco, junto con la creada en 2018 The Bellies, actual número 1, una suma de bebés “traviesos e interactivos” coleccionables que cuenta con su propio canal de Youtube.
La reinvención de Famosa, cuyo centro logístico se encuentra en el polígono Las Atalayas de Alicante, se completa con su nueva marca Mymy City, lanzada a principios de este mes y pensada para que los niños puedan elegir, entre un amplio set de personajes, qué familia les representa: una pareja sin hijos, dos padres, dos madres… Una apuesta por los nuevos tiempos que incluye muñecos con postura ecologista o animalista y la aparición en enero de 2020 de la figura del abuelo “como miembros cada vez más presentes y con más roles en la vida diaria de los niños”, adelanta la empresa.
Una huida de los estereotipos tradicionales que aleja aún más en el tiempo el pionero spot televisivo de 'Las muñecas de Famosa se dirigen al portal...' lanzado por la compañía en 1972 y que ha quedado guardado en el imaginario colectivo como un villancico popular. Pocos años antes, la primera compañía española fabricante de juguetes se daba a conocer con la Güendolina, dando paso a los pocos años a las Nancy, Las Barriguitas, Nenuco y Pinypon, símbolos de la infancia de los 60 y 70 y que volvieron al mercado modernizadas a principios del siglo XXI.
Estrategias
Pero para llegar a este contexto, y hasta ser adquirida por los italianos este año, Famosa ha ido dando pasos, no siempre certeros, en la externalización de su marca y en la reducción de costes. En 2005 llegó la adquisición de las compañías jugueteras Play by Play y Feber, una operación que en la práctica acabó suponiendo su salida, medio siglo después, del denominado Valle del Juguete (Ibi y Onil) por desavenencias con el arrendador de las naves de Famosa, propiedad del antiguo dueño de Feber.
Entonces llegó la crisis y la juguetera se vio obligada a acometer una ampliación de capital –de 46 millones– y a renegociar su deuda en un momento en el que formaba parte de Vista Capital, la sociedad de capital riesgo del Santander, que en 2010 vendería el negocio a la multinacional americana Sun Capital Partners.
Este año es fundamental. Abre la fábrica de Famosa en Monterrey, México, donde produce en la actualidad el 5% del producto. Pero es China el país elegido por los dueños para abaratar costes: llega a asumir el 75% del total de la producción, quedando Alicante únicamente con el 20% restante.
Porque es en el polígono industrial de Las Atalayas de la capital de provincia donde se acabó instalando en enero de 2016 –ejercicio en el que registró pérdidas–, llegando a estar allí el grueso de los casi 350 empleados de España de las 650 personas contratadas del grupo Famosa.
En 2018 Famosa comienza a remontar el vuelo gracias a una facturación de casi 135 millones de euros y un beneficio neto de 4,6 millones. Para 2020, la compañía tiene previsto culminar su integración en Giochi Preziosi, confiando en que “el impacto a nivel de empleados será reducido”, señalan fuentes de la firma.
El reto de futuro que afronta la empresa que se fundó en Onil es el de optimizar las exportaciones, situándose en este 2019 en el 50%. La otra mitad corresponde a ventas en suelo español y, sobre todo, a dar con la tecla en su intento de desestacionalizar sus ventas, cuyo grueso principal sigue siendo en época navideña.