Existe la creencia generalizada de que apostatar -“abandonar públicamente su religión” según la Real Academia Española de la Lengua de forma que implica renunciar a la fe católica, a la Iglesia y a todos sus preceptos según lo define el canon 751 del Código de Derecho Canónico- es prácticamente una misión imposible. ¿Sin embargo, es tan difícil salir de la Iglesia Católica? ¿Estamos ante un mero trámite administrativo o ante un vía crucis?
Pues si hacemos caso a las experiencias recogidas en la web apostatar.org, “las cosas han cambiado y ahora se puede apostatar sin mayor problema”. Es más, desde el Arzobispado de València reconocen que se trata de un trámite relativamente “fácil y breve” con un único requisito, la solicitud debe ser presencial. “Hay muchos tópicos en torno a la Iglesia”, reconocen. En la archidiócesis llevan contabilizadas 40 tramitaciones de apostasía a lo largo de 2019, “la mayoría de ellas por desafección”. Incluso, comentan de algún caso en el que el solicitante se ha arrepentido de su renuncia y ha revertido su situación al poco de apostatar.
En redes sociales podemos encontrar algún testimonio contando su experiencia a la hora de apostatar:
Otro testimonio, recogido en apostatar.org, apunta: “Es más fácil que salir en Vodafone”, y relata que la clave está en hablar directamente con el Arzobispado para que expliquen los pasos a seguir. Simplemente se rellena una solicitud explicando los motivos para apostatar, la parroquia en la que tuvo lugar el bautismo para anotar la incidencia en la inscripción baptismal y el DNI, un documento que deben firmar el solicitante y el representante de la Iglesia.
“En ningún momento me intentan convencer”, comentan en sus relatos muchos de los renunciantes. El trámite queda confirmado con otra carta, en este caso remitida por el Arzobispado, en la que se confirma la apostasía.
Los valencianos, cada vez menos católicos
Lo que es un hecho es que España es cada vez menos católica, con más ateos y no creyentes que practicantes, según recoge el barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) del pasado mes de julio. Este estudio sitúa además a la Comunitat Valenciana como una de las comunidades autónomas con mayor porcentaje de población no religiosa.
Concretamente, según la encuesta realizada por el CIS, un 13,8% de los valencianos se declara católico practicante; un 49,7% no practicante; un 3,3% creyecte de otras religiones; el 5,3% agnóstico; el 11,2% es no creyente; y el 15,8% de la población se declara abiertamente atea, un porcentaje sólo superado por Catalunya (26,4%); Ceuta (20%) y Euskadi (18,9%).
Por lo que respecta al conjunto del Estado, dos de cada tres españoles se declaran católicos, pero no llega a un tercio de ellos (el 22,7%) los que afirman ir a misa o confesarse. Por primera vez, según el CIS, se constata que los ateos, agnósticos o no creyentes (29,1%) superan a los católicos practicantes, mientras que apenas un 2,3% afirma pertenecer a otra religión distinta a la católica.
Así, el 7,5% de los españoles se considera agnóstico, mientras que los indiferentes o no creyentes suman el 8,3% y los ateos se colocan en el 13,3%. Casi tres de cada diez ciudadanos no quieren saber nada de la Iglesia católica.