El Ayuntamiento de Castellón pondrá en práctica durante las fiestas de la Magdalena de este año la opción de paradas “a demanda” -solo de bajada- para mujeres en los buses de horario nocturno. La medida de carácter feminista se probará en cuatro de las líneas nocturnas y está pensada para que las mujeres que vayan solas o acompañadas de otra mujer puedan solicitar bajar fuera de las paradas oficiales en el punto más cercano a su destino dentro del recorrido de la línea de autobús y evitar paradas alejadas de sus residencias o situadas en zonas desprotegidas o mal iluminadas.
Desde el consistorio manifiestan que de esta forma se pretende proporcionar a las mujeres los recursos necesarios para que no modifiquen su rutina o dejen de hacer algo por el miedo a sufrir episodios de riesgo y ofrecerles tranquilidad y sensación de seguridad.
“En estudios que hemos realizado sobre la percepción de la seguridad en el espacio público, los hombres tienen miedo a ser atracados y ser víctimas de un robo con violencia Las mujeres mencionan de forma específica el miedo a sufrir una agresión sexual y ser asesinadas. Esto tiene como consecuencia que la sensación subjetiva de miedo sea superior por parte de las mujeres, que temen por su integridad física y psicológica”, afirman técnicos municipales.
La medida se encuadra dentro de la apuesta del consistorio por un modelo basado en la perspectiva de género y que, como en este caso, se ve reflejado también en la movilidad de la ciudad. De esta forma buscan un impacto positivo en la calidad de vida de los ciudadanos y especialmente para las mujeres.
El Ayuntamiento de Castelló viene realizando diversas campañas de prevención comunitaria contra la violencia machista, formación a alumnado, familias, profesorado en materia de violencia contra las mujeres.
“Es importante resaltar que no es el Ayuntamiento el que ”lucha“. Se trata de un problema social, con múltiples aristas y que debe ser abordado desde distintos ámbitos: social, sanitario, policial, judicial y político. Sin el trabajo conjunto y coordinado de todos y todas, difícilmente las medidas podrán ser exitosas”, aseguran desde el consistorio.
Experiencias previas
Si bien existen experiencias anteriores en España, fueron diversas ciudades francesas las precursoras, ya en 2017, de este tipo de medidas. La iniciativa de los Ayuntamientos de ciudades como Nantes o Burdeos tuvo su réplica en Bilbao, Terrasa, A Coruña o Barcelona. Desde el consistorio afirman haber realizado un seguimiento de las experiencias de estas ciudades recogidas en prensa y esperan que el servicio tenga una buena acogida “porque es una forma sencilla de conseguir que la ciudad sea más fácil para las mujeres”.