Benimaclet quiere cambiar 1.300 viviendas por un gran parque con huerta

“Es posible que Benimaclet se reconcilie con sus orígenes que no son otros que la huerta”.

Así se ha pronunciado este lunes Arturo Sanz, uno de los autores del proyecto 'Benimaclet, la integración ciudad-huerta' que se ha presentado en el Ayuntamiento de València.

La propuesta es el resultado de un proceso participativo promovido por la asociación de vecinos del barrio a principios del año 2015 y en el que han colaborado la Universitat de València y la Politécnica.

De este proceso surgieron 43 trabajos con el objetivo de reenfocar el PAI de Benimaclet Este (junto a la Ronda Norte), una operación urbanística del año 1994 en la que estaban previstos 1.345 viviendas en una superficie de 264.000 metros cuadrados.

“Se han seleccionado las ideas más interesantes de todas estas propuestas que han dado lugar a este proyecto definitivo”, ha comentado Atonio Pérez, presidente de la Asociación de Vecinos de Benimaclet, quien ha participado en un acto en el que también han intervenido los rectores de las dos universidades públicas, el alcalde de València, Joan Ribó (Compromís), el concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià (PSPV) y el de participación, Jordi Peris (València en Comú).

El dirigente vecinal ha celebrado que el Ayuntamiento haya asumido esta propuesta: “Es un espacio que está actualmente totalmente degradado y es peligroso para las personas tal y como está, salvo la parte de los huertos urbanos”.

Pérez ha solicitado que se cree una mesa de trabajo entre los propietarios del suelo (entidades bancarias y promotoras), entre las universidades y entre la asociación de vecinos con el objetivo de conseguir que el proyecto pudiera ejecutarse con cargo a los presupuestos municipales de 2019.

“Es un proceso muy trabajado de acercar la huerta a la ciudad, de abrir un nuevo urbanismo que ayude a la ciudadanía a tener una mejor calidad de vida”, ha explicado Pérez.

En cuanto a la propuesta, pasa por reducir el número de viviendas nuevas a entre 300 y 400 con edificios de baja altura en la zona más cercana al centro del barrio y con más alturas en los extremos “para no impedir que la brisa del mar llegue al barrio”.

Además, se crearía un parque de 80.000 metros cuadrados (el plan inicial de 1994 contemplaba uno de solo 17.000 metros) con un espacio público en el entorno y con la huerta que se acercaría desde la Ronda Norte a Benimaclet.