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“Caminar para que ellas no tengan que hacerlo”

Por iniciativa de Oxfam Intermón ha tenido lugar en el País Vasco la séptima edición del Trailwalker en España, carrera solidaria que se organiza con el objeto de recaudar fondos para obras de WASH (Water, Sanitation & Hygiene) en los más de 40 países donde tiene presencia esta ONG, participando en más de 500 iniciativas por el agua potable y el acceso a agua en zonas de crisis.

Se trata de un desafío deportivo no competitivo abierto a todo quien quiera contribuir con “kilómetros que cambian vidas”. Cada equipo está formado por 4 personas que deben abordar la totalidad del recorrido, junto a dos personas en coche que cumplen un rol fundamental como apoyo, prestando todo el soporte necesario durante las 32 horas en que tiene lugar el desafío de los 100 kilómetros.

“Caminar para que ellas no tengan que hacerlo” ha sido el lema de este año. ¿Sabías que hay mujeres que pasan hasta seis horas caminando al día para ir en busca de agua potable? Se exponen a múltiples peligros, como secuestros y su precaria situación les obliga a destinar casi un cuarto de su jornada para velar por un bien tan básico como el agua para sus familias y comunidades, tiempo que se resta a su jornada laboral o a las posibilidades de educación. Además, 1,5 millones de menores mueren anualmente debido a enfermedades asociadas a la mala calidad o falta de este recurso.

Sólo el año pasado se recaudaron 730.000 euros en las tres versiones anuales del desafío que se desarrollan desde 2011 en Girona, Madrid y Euskadi, los que se destinan a palear la escasez que padecen más de 748 millones de personas, que no tienen acceso a agua limpia.

Siendo absolutamente novata en cuanto a carreras o maratones (en mi vida había corrido más que dos metros, salvo que fuese para no perder el autobús), este año por el inconmensurable poder de convencimiento de una gran amiga, miembro del equipo de Acción Ciudadana de Oxfam Valencia, en cuestión de un mes me vi envuelta en la épica odisea de recaudar los 1.500 € requeridos para participar. ¡A vender rifas y difundir la causa!

Gracias a la colaboración de familiares, amistades y, cómo no, de todo el equipo de Oxfam con sede en Valencia pudimos conseguir el objetivo. Sólo faltaba prepararnos física y psicológicamente para el desafío.

El 19 de mayo llegó el momento de los “que hubo”. A las 9.00 am se daba inicio al desafío en las verdes tierras de Vitoria Gasteiz. No he de narrar todo lo que puede acontecer en 100 kms., baste decir que, pese al cansancio, la falta de sueño, las agujetas y bambollas (que proliferaron cuales flores en primavera), cada paso, cada gota de sudor ha valido la pena.

La organización del trail, la excelente disposición del voluntariado, los ánimos de la gente, la belleza del paisaje, el infranqueable ánimo de todo nuestro equipo “MadreTierra” (MareTerra, Amalurra, Naiterra) junto a la hermandad que se genera con el resto de los equipos ha hecho de esta experiencia una de las más emocionantes de mi vida. Y si a esto sumamos la satisfacción de saber que cada paso significa el poder crear pozos de agua y mejorar las condiciones de saneamiento para personas que requieren urgentemente de ayuda humanitaria, ya podemos tomarnos las árnicas y ponernos las pomadas de la “abuela” para flanquear las agujetas, pues por nada en el mundo nos arrepentimos de haber vivido tan intensamente un día y seis horas que duró el recorrido.

Es de esperar que esta loable iniciativa, cuya génesis a nivel internacional se remonta a 1986, se fortalezca año a año. De todas formas, esta pareciera ser la tendencia, puesto que actualmente la invitación se realiza en 11 países, a decir, Alemania, Australia, Bélgica, España Francia, Gran Bretaña, Hong Kong, India, Irlanda, Japón y Nueva Zelanda.

Nuestros más profundos agradecimientos por habernos brindado tan auténtica oportunidad para aportar nuestro granito de arena a “construir un mundo sin pobreza”, cual reza el lema de Oxfam. De seguro que al año que viene, repetimos.