Mariano Rajoy perdería por segunda vez las elecciones generales el 9 de marzo de 2008 frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero. El PP había hecho desde la anterior derrota, en 2004, una pieza clave de su argumentario la reclamación del trasvase del Ebro, un proyecto que el Gobierno del PSOE derogó nada más llegar al poder. La política socialista de construcción de desaladoras para hacer frente a las necesidades hídricas fue denostada con insistencia por los populares, que no escatimaron medios propagandísticos, aunque se financiaran con fondos públicos.
A lo largo del mes de enero de 2008, en plena precampaña electoral, la Fundación Agua y Progreso, que creó el PP valenciano y financió con 7,2 millones de euros de la Generalitat, más otras aportaciones de administraciones que controlaba, como las diputaciones provinciales, lanzó una ofensiva publicitaria directamente enfocada a apoyar las posiciones de los populares a favor del trasvase y contra la construcción de plantas desalinizadoras.
Bajo el lema Claro como el agua, aquella campaña supuso un gasto de más de 400.000 euros. Así han podido comprobarlo los responsables actuales de la Generalitat Valenciana tras acceder a la documentación de la entidad, que fue cerrada en 2011, cuando Rajoy llegó a la Moncloa, esta vez sin hacer bandera del trasvase.
La relación de facturas de aquella campaña de publicidad revela que incluyó medios impresos, pero se centró sobre todo en radio y televisión. Destaca, por su volumen, la inversión realizada en Canal 9, la cadena de la empresa pública Ràdio Televisió Valenciana, que los populares manejaron a su voluntad y acabaron cerrando en noviembre de 2013.
Las cuatro facturas de publicidad de la Fundación Agua y Progreso a Canal 9 suman 235.590 euros y superan el 58% del total. Todas están fechadas el 15 de enero de 2008. Tres de ellas ascienden cada una a 76.442 euros y la cuarta es de 6.264 euros.