Charles Landry, urbanista internacional: “la obra de Calatrava parecía creativa, pero sus edificios están vacíos”
Las nuevas tendencias participativas para crear ciudades más humanas se debaten desde este miércoles hasta 15 de junio en La Marina de València.
Placemaking Week Europe 2019, el mayor festival europeo sobre desarrollo urbano y transformación del espacio público, abrirá también sus puertas al público en general con actividades diarias de entrada libre y gratuita.
El evento reúne a más de 400 profesionales de 50 países del mundo (arquitectos, planificadores urbanos, políticos, economistas, técnicos, activistas…) que compartirán prácticas e ideas y debatirán sobre cómo construir colectivamente ciudades más seguras, inclusivas y sostenibles.
En la jornada de este miércoles participaron el alcalde de València en funciones, Joan Ribó, junto a Fred Kent, uno de los principales pensadores en materia de habitabilidad y crecimiento inteligente de las ciudades y el urbanista Charles Landry, miembro de la Academia Robert Bosch en Berlín, escritor y autor del concepto 'ciudad creativa' quien ha colaborado con administraciones de 65 países.
Landry es una autoridad internacional en el uso de la imaginación y la creatividad en el cambio urbano. Inventó el concepto de la Ciudad Creativa a finales de los 80.
Su enfoque es cómo las ciudades pueden crear las condiciones propicias para que las personas y las organizaciones piensen, planifiquen y actúen con imaginación para resolver problemas y desarrollar oportunidades.
La noción se ha convertido en un movimiento global y ha cambiado la forma en que las ciudades pensaban sobre sus capacidades y recursos.
En declaraciones a eldiario.es, comenta que “una ciudad creativa es la que se pregunta, ¿todo está bien?. No significa que todo debe cambiarse, sino que hay que formularse la pregunta. No educamos igual ahora que hace 30 años. Entonces, por ejemplo, las calles estaban hechas para los coches”.
Según explica, “hoy en día la creatividad tiene que ver con la sostenibilidad” y en ese sentido pone como ejemplos de ciudades creativas a “Copenhague, modélica en cambios hacia la naturaleza; Amsterdam, en la escala humana; Bilbao, en el espacio público; Helsinky, en startups”.
Pero, ¿y València?, ¿se le puede considerar una ciudad creativa?: “en algunos aspectos sí y en otros, no. Fue creativa con la actuación en el cauce del río, una creación derivada de una situación dramática. Parecía creativa la obra de Calatrava, pero sus edificios estaban vacíos. ¿El arquitecto estudió realmente el comportamiento y los usos de la gente, o prevaleció la arquitectura? Debería haber pensado en los usos”.
Para Landry, “el espacio público pertenece a la gente y construir grandes edificios pude dar mucho dinero pero no se trata solo de eso”. Así, el desarrollo se genera “alrededor del espacio público y no al revés; hacer algo diferente en beneficio público es creativo, resistirse a la presión de los inversores es creativo”.
En su opinión, hay “muchas ideas en València, en el centro y otras áreas”, pero lo más importante es “el cambio cultural en la administración, que está permitiendo que se hagan otras cosas”.
El Ayuntamiento, añade, es facilitador: “si la administración es buen conector entre lo público, lo privado y la propia administración, otras cosas que aún no podemos
predecir ocurrirán“.
Para Landry, lo más importante es que la ciudad tenga principios claros de cómo se quiere desarrollar y asegura que “si te mantienes firme en tus posiciones, terminarás atrayendo tanto a residentes como a visitantes, vendrán ideas internas y externas”.
Sobre el futuro de la ciudad, afirma que cuando vino a València, vio que era “una ciudad histórica, por ejemplo con su estación”.
Landry destaca que “ese orgullo se ve en el casco antiguo de la ciudad” por lo que considera que “el enfoque de traer la America’s Cup no fue adecuado”.
En la normalidad de su día a día, “los ciudadanos están generando una atmósfera que contribuye a que València sea cada vez más fuerte” y asegura que “muchas de las cosas buenas en las ciudades son invisibles, por lo que hay que intentar desarrollar políticas que hagan visible lo invisible”.
Kent propone “un banco en cada esquina”
Fred Kent, uno de los principales pensadores en materia de habitabilidad y crecimiento inteligente de las ciudades, participó también en la jornada de este miércoles.
Kent definió el placemaking como “una performance improvisada en la calle” y añadió que “los mejores lugares tienen la mejor vida social”. Según Kent, “todos somos atraídos a los sitios buenos, florecemos en ellos, más allá de los edificios la arquitectura ha de generar vida”.
Para Kent, las ciudades deben estar diseñadas para las personas y no para los coches: “hay que hacer que las calles funcionen, cuanto menos tráfico más conexión. Si diseñamos una comunidad para más coches, tendremos más coches”.
En esta línea, propuso “un banco en cada esquina porque los chaflanes deben ser para las personas y no para los coches, esta apuesta va a cabrear mucho a los técnicos de tráfico”.
Por su parte, el alcalde de València en funciones, Joan Ribó, destacó “la vocación de hacer ciudad” y hacerla “para todos y para todas”, un objetivo que han marcado los últimos cuatro años del Gobierno de València“.
Ribó aseguró que quieren “una ciudad amable, cómoda, accesible, segura, inclusiva e integradora” inspirada en los valores de placemaking: “un espacio construido entre todos y todas, donde las personas son el centro y el diseño colectivo es el garante del mejor futuro de las ciudades”.
El director general del Consorcio València 2007, Vicent Llorens, pusoo en valor el esfuerzo realizado para recuperar “la ciudad para la ciudadanía, el derecho a la ciudad, nos importan los 8 millones de personas que el año pasado vinieron a la Marina de València”.
Además recordó que “la experiencia de repensar este espacio urbano interesa a todo el mundo, de hecho somos parte del consejo de administración de la Red Internacional de Ciudades Portuarias”.