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Claves del revés judicial al veto de Mazón a los estudios de Medicina en la Universidad de Alicante para beneficiar a las privadas

Lucas Marco

València —

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La batalla del PP por vetar los estudios de Medicina en la Universidad de Alicante (UA) se remonta a 1996, cuando el entonces president Eduardo Zaplana entregó la formación de los galenos a la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, el gran proyecto del PP para contrarrestar a la UA. Este lunes, casi tres décadas después, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ-CV) ha dictado una sentencia que empieza a poner fin a la batalla por la Facultad de Medicina de la UA. El fallo de la sección cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal autonómico no se ahorra recados a la Abogacía de la Generalitat, controlada por el actual president Carlos Mazón, a cuenta de su decisión de retirar su personación en el marco del recurso de la UMH de Elche contra el decreto de 2022 del anterior Consell del Pacte del Botànic, presidido por el socialista Ximo Puig, que autorizaba los estudios de Medicina en la UA. Mazón seguía así la senda de su mentor político, recientemente condenado a más de una década de cárcel por corrupción, en la guerra contra el grado de Medicina en Alicante. Y la última fase de la contienda supone un severo varapalo para los populares.

La sentencia, cuyo ponente ha sido el magistrado Miguel Ángel Narváez Bermejo, llega a afirmar que el informe de los servicios jurídicos de la Generalitat que justificaba su allanamiento (el término jurídico que alude a la retirada de una parte en un procedimiento contencioso) tiene “escasa razón”. Así, el TSJ-CV “no comparte ni los razonamientos ni las conclusiones de tal dictamen”. El propio informe de la Abogacía de la Generalitat reconocía que “carece de elementos de juicio suficientes” y estaba armado con “simples conjeturas”, recuerda la sentencia.

La UMH de Elche recurrió el decreto del Pacte del Botànic alegando una serie de supuestos vicios de nulidad, tales como la ausencia de un informe preceptivo y vinculante sobre la necesidad y viabilidad del título; del análisis del impacto económico de la autorización de la implantación de los estudios; la “insuficiente e incorrecta” acreditación de la disponibilidad de centros e instituciones sanitarias para la formación práctica de los alumnos y de la motivación de la “necesidad y/o procedencia” de la implantación de un nuevo grado de Medicina en la UA, entre otros argumentos jurídicos. 

Una larga lista de alegaciones que la sentencia, que no es firme, desmonta de plano. Y es que el Consell de Ximo Puig y la UA contaban con “todos” los informes preceptivos favorables para ofrecer el grado de Medicina en Alicante. Empezando por el informe favorable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), con la “constancia inequívoca” de que la propuesta de título cumplía con la normativa.

El fallo repasa los convenios suscritos por la UA con la Conselleria de Sanitat y con centros sanitarios de la provincia de Alicante. Sin embargo, el informe de la Agència Valenciana d'Avaluació i Prospectiva (AVAP) de 2019 es el que analiza en mayor profundidad el trasfondo de la batalla entre los Gobiernos del PP y la UA a cuenta de los estudios de Medicina: el beneficio indisimulado para las universidades privadas al limitar el grado a la UHM de Elche.

La AVAP reseñaba en su informe —profusamente reproducido en la sentencia— que la oferta prevista del grado de Medicina en la UA era inferior a la de la UMH de Elche. El mapa de los estudios de Medicina resulta especialmente llamativo: en la provincia de València hay cuatro facultades de Medicina (tres privadas y solo una pública), con una oferta total de 560 plazas por curso, según los datos de la AVAP de 2019. En la Universitat de València, la lista de espera superaba los 3.000 estudiantes. En la provincia de Murcia, limítrofe con Alicante, una de las facultades es pública (con 200 plazas) y otra privada (90 plazas).

Más de 1.000 estudiantes sin plaza en la pública

La UA ofrece 75 plazas por curso mientras que la UHM de Elche mantiene su oferta de 130 plazas. La ratio de estudiantes de Medicina de nuevo ingreso en universidad pública por población es de una plaza por cada 8.200 habitantes. Y en la provincia de Alicante la ratio se dispara a una plaza por cada 14.200 habitantes, lo cual “al menos en parte” justificaría, según la AVAP, la implantación del título en la UA. Además, en Alicante, con un único título en la UMH de Elche, la lista de espera de solicitantes de una plaza en Medicina que se quedaban sin posibilidad de acceso era superior al millar de estudiantes.

Además, el territorio valenciano contaba con una de las ratios de médicos especialistas por cada 100.000 habitantes más baja de toda España (con 5,27 frente a la nacional de 5,66). Tras la pandemia de la Covid-19, “existen sobradas razones de oportunidad y necesidad social que reiteran en los últimos años la necesidad de dotar de más profesionales al sistema público sanitario y, por ende, requieren de la ampliación de la oferta de plazas en los estudios de grado de Medicina”, afirmaba el informe de la AVAP. 

Por otro lado, la Conferencia General de Política Universitaria, en su reunión del 22 de diciembre de 2021, también destacó la “existencia de una fuerte demanda social” para aumentar la oferta de plazas del grado de Medicina, “conforme a una adecuada distribución autonómica y estatal”.

La AVAP presentó en 2019 un informe favorable al título de Medicina en la UA, al concluir que la oferta de plazas en relación con la demanda del entorno socioeconómico era “adecuada”, así como el personal docente previsto. La relación entre la demanda y el número de plazas ofertadas en las universidades públicas valencianas en idénticas titulaciones y similares era “proporcionada” y la tasa de graduación prevista era “correcta”. Finalmente, los recursos de la UA para favorecer la empleabilidad de los futuros egresados eran “adecuados”. Por otro lado, la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud dictó en 2022 su informe definitivo favorable.

“Todos” los informes favorables a la UA

En definitiva, “todos” los informes “aluden a la suficiencia de recursos y a la ausencia de incremento de gasto que suponga la autorización de la nueva titulación de Medicina”. No aumentan los costes para la UA: “la mayoría del profesorado ya presta sus servicios en otras facultades de la Universidad como la de Ciencias de la Salud”, recuerda la sentencia.

La sección cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ-CV concluye que la nueva Facultad de Medicina de la UA, defendida en este procedimiento por el letrado José María Baño, “cumplía” con todos los requisitos “imprescindibles” de calidad, profesorado, infraestructuras, planes de docencia, recursos económicos, medios y hospitales donde llevar a cabo las prácticas de los estudiantes.

Para “cerrar el círculo de todas las razones y argumentaciones favorables” a la validez del decreto, remacha la sentencia, “como botón de muestra del éxito de la nueva titulación”, los magistrados del TSJ-CV aluden a la “elevada demanda” de los estudios de Medicina en la UA “como segunda titulación más solicitada de la Comunidad Valenciana” que, además, “no ha supuesto un descenso” en la matriculación en la UHM de Elche, al “ocuparse todas sus plazas ofertadas y no quedar libres o vacantes sin cubrir”, siendo la nota de corte de ambas facultades “altísima”.