Compromís gana el pulso y la alcaldesa de Castellón cesará a su colaborador
“Hay un acuerdo en el Gobierno y, efectivamente, la moción se llevará a cabo. Como tenía que ser”. Verónica Ruiz, portavoz del gobierno local de Castellón, concejal de Cultura y miembro de Compromís, anunció con estas palabras el viernes por la mañana que Juan Ángel Lafuente, director de la Oficina de Planificación y Proyección Económica del Ayuntamiento de Castellón, será cesado.
Ruiz insistió en que la decisión se había tomado por consenso y unanimidad entre todos los concejales, después de “escuchar a los técnicos: juristas y jefes de personal”. La portavoz no quiso detallar cómo se llevará a cabo el cese y remitió a los periodistas a un comunicado que se haría público posteriormente.
Dos horas después, el gabinete de comunicación del Consistorio emitió una nota en la que aclaró que el sucesor de Lafuente será elegido por un “procedimiento abierto”, en concreto “comisión de servicios mediante concurrencia y publicidad”. Fuentes municipales explicaron que el proceso puede durar cuatro o cinco meses. El actual director de la Oficina de Planificación permanecerá ese tiempo en el puesto, debido a que “la gestión del proyecto europeo EDUSI no puede detenerse”.
Lafuente fue elegido por la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, sin acordarlo previamente con su socio de gobierno, Compromís, ni con la formación que sostiene la gobernabilidad desde la oposición, Castelló en Moviment. Ambos partidos, así como PP y Ciudadanos, criticaron duramente el nombramiento.
Soledad del PSPV en el Pleno
En el último Pleno, hace una semana, todos ellos aprobaron una moción pidiendo su cese. Sólo los siete concejales del PSPV votaron en contra de esa decisión. La resistencia inicial de la alcaldesa a ejecutar la moción provocó tensión y malestar en las relaciones con Compromís, que pidió la dimisión de Lafuente como manera de resolver la crisis.
Lafuente es profesor de la UJI y compañero de departamento de la alcaldesa, y también formó parte de su lista electoral en 2015. Todos los partidos, salvo el PSPV, criticaron que aceptara el puesto de director de la Oficina de Planificación, dotado con casi 90.000 euros brutos anuales, apenas un año después de renunciar a ser concejal (con una retribución de aproximadamente la mitad) cuando tuvo la oportunidad debido a la renuncia de una de las concejalas socialistas.