Nada más entrar a Pepita Lumier, que se estrena como galería dedicada a la ilustración, se le ve a Paco Roca en pijama, perplejo, mirando a través de un marco ovalado. La imagen forma parte de la serie relativa a su obra Memorias de un hombre en pijama, que ya prepara como director para llevarla al cine. En declaraciones a Rodrigo Terrasa (El Mundo) dijo al respecto: “Habla sobre todo de las relaciones, de la vida en pareja, y de cómo la felicidad acaba trayendo la monotonía y la monotonía acaba con la creatividad. Los que vivimos de las ideas necesitamos que nos pasen cosas”.
Diríase que a Pepita Lumier también, porque, tan perpleja como Roca, arranca su aventura como espacio de referencia para la ilustración en Valencia. Cantera no le falta, porque ilustradores hay a patadas y muy buenos en una ciudad que parece vivir de espaldas a ellos. Para eso, para dar la cara, al igual que la da Paco Roca en la entrada del espacio que ahora se inaugura, Pepita Lumier pone en venta varios de sus trabajos, originales y seriados, con el fin de ir sembrando ese terreno abonado para que pasen cosas.
De manera que ahí está Paco Roca, En Venta, porque así han querido arrancar Cristina Chumillas y Lucía Vilar, responsables de romper esa monotonía, por culpa del letargo de la crisis, que acaba con la creatividad. En su lugar, Pepita Lumier viene a provocarla, como provocador aparece el Premio Nacional del Cómic con su ya ilustre pijama a rayas. Mirando a través de ese marco ovalado, que encuadra su perplejo rostro, se ofrece al espectador esperando de él un guiño de complicidad: ¡atrévete, exponte como yo!
Y así, de la mano quien se expone y quienes lo exponen, Pepita Lumier abre sus puertas para que el público se sume a esa fiesta de la ilustración que un 11 de septiembre, marcado para siempre por el sorprendente ataque y derrumbamiento de las Torres Gemelas, arranca a lo grande. Y a lo grande quiere decir exhibiendo trabajos originales de Paco Roca que, por primera vez, pueden ser adquiridos a preciso razonables. Hay ilustraciones de las mencionadas Memorias de un hombre en pijama. También de Los surcos del azar, de El ángel de la retirada, de Das MonsterLebt o de su portada para la revista Cambio 16, dedicada al poder de las series políticas en televisión.
Impresiones digitales, obras a tinta y lápiz sobre papel, recopilación de ilustraciones y bocetos: más de 70 piezas de quien convirtió Arrugas en todo un fenómeno del cómic (Premio Goya al Mejor Guión Adaptado), elevado a la categoría de obra literaria y artística. Estaba previsto que Paco Roca tuviera un encuentro previo con los medios, antes de la inauguración oficial.
No pudo ser. Se excusó en un video, alegando problemas quirúrgicos relacionados con la vista. Eso sí, tuvo buen ojo al ponerse a la venta en Pepita Lumier para que en este espacio que recién echa a andar pasen cosas. Ya están pasando.
Nada más entrar a Pepita Lumier, que se estrena como galería dedicada a la ilustración, se le ve a Paco Roca en pijama, perplejo, mirando a través de un marco ovalado. La imagen forma parte de la serie relativa a su obra Memorias de un hombre en pijama, que ya prepara como director para llevarla al cine. En declaraciones a Rodrigo Terrasa (El Mundo) dijo al respecto: “Habla sobre todo de las relaciones, de la vida en pareja, y de cómo la felicidad acaba trayendo la monotonía y la monotonía acaba con la creatividad. Los que vivimos de las ideas necesitamos que nos pasen cosas”.
Diríase que a Pepita Lumier también, porque, tan perpleja como Roca, arranca su aventura como espacio de referencia para la ilustración en Valencia. Cantera no le falta, porque ilustradores hay a patadas y muy buenos en una ciudad que parece vivir de espaldas a ellos. Para eso, para dar la cara, al igual que la da Paco Roca en la entrada del espacio que ahora se inaugura, Pepita Lumier pone en venta varios de sus trabajos, originales y seriados, con el fin de ir sembrando ese terreno abonado para que pasen cosas.