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De “fascinados a preocupados”: CaixaForum repasa de la mano del Pompidou la conexión entre arte y naturaleza
CaixaForum València plasma el diálogo entre el arte y la naturaleza en la creación artística del siglo XX y XXI para poner de relieve cómo la creación ha oscilado de la fascinación por el paraíso hasta la profunda preocupación ahora que el mundo “se estremece bajo múltiples crisis”.
Así, 'Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo' --concebida por la Fundación “la Caixa” de la mano del Centre Pompidou-- propone “una nueva aproximación” a grandes artistas de la modernidad a través de 77 obras de Picasso, Kandinsky, Dalí, Le Corbusier, Raoul Hausmann, Jean Arp, Georgia O'Keeffe o Alvar Aalto, entre otros, junto con creadores de las últimas décadas que han aportado nuevos puntos de vista comprometidos, como Jeremy Deller o Neri Oxman.
La exposición arranca en torno a 1920, momento de la aparición de formas orgánicas dio lugar al surgimiento del concepto biomorfismo, introducido por Alfred H. Barr, primer director del MoMA, en una exposición de 1936 dedicada al arte abstracto para diferenciar las obras que no encajaban en las características del arte abstracto y geométrico propias de aquella época.
A partir de aquí, la muestra se articula en cuatro ámbitos temáticos tejidos sobre una base cronológica y temática. Arranca con los artistas surrealistas y llega hasta la actualidad, cuando los autores se replantean la relación con el entorno, amenazado por múltiples crisis.
En cada espacio se establece un diálogo cronológico y temático que permite establecer múltiples conexiones. Se trata de una exposición pluridisciplinar, que toma como modelo las propias colecciones del Centre Pompidou. La pintura y la escultura aparecen junto a la fotografía, el cine y el diseño. El diálogo entre diferentes disciplinas transforma nuestra percepción de las obras y crea nuevos significados, explican sus responsables.
Entre los grandes nombres que se integran en esta presentación figura el de Julio González, que borran las categorías de lo natural y lo cultural, de lo material y lo espiritual. La exposición presta atención a la contribución de las mujeres artistas, como Georgia O'Keeffe, de la que se presenta una pintura de 1924, Red, yellow and black streak 'Estría roja, amarilla y negra'. En la obra de O'Keeffe salimos del cuerpo femenino y las formas antropomórficas se proyectan en la naturaleza.
Se incluyen asimismo algunas obras enigmáticas: 'Ubu IV', pintura de Le Corbusier de 1940, que se inspira en el personaje de Alfred Jarry; Jour de lenteur 'Día de lentitud', de Yves Tanguy, de 1937, que explora el paisaje interior; Les trois cyprès 'Los tres cipreses', de 1951, pintura de Max Ernst en la que los visitantes volverán a encontrar la forma antropomórfica: el ser humano transformado en un árbol imposible.
Un grupo de piezas trata de la transfiguración del cuerpo humano en flor. Laurens esculpe un ser que se convierte en una forma antropomórfica en Femme fleur 'Mujer flor', de 1942. También destaca Le chapeau à fleurs 'El sombrero de flores', de 1940, de Picasso, en el que se da la hibridación entre la mujer y el sombrero de flores. Femme au chapeau 'Mujer con sombrero', de 1935, borra las fronteras entre lo natural y lo artificial, lo vegetal y lo humano. La flor representa la belleza, pero también el sexo, la fecundidad, por ejemplo, en Femme-fleur 'Mujer flor', de 1984, una obra tardía de Brassaï elaborada en mármol rosa.
Otras veces, la metamorfosis tiene un aspecto degradante, como en la obra de Salvador Dalí L'Âne pourri 'El asno podrido', de 1928, que introduce a los visitantes en el movimiento surrealista.
En la exposición pueden verse también distintas esculturas de Arp de los años treinta. Bajo la belleza abstracta se pueden reconocer las formas del cuerpo: Concretion humaine sur coupe 'Concreción humana sobre cuenco', de 1935; Bourgeon 'Yema', de 1938; Torse préadamite 'Torso preadamita', de 1938. Las formas naturales se estilizan y se sintetizan al pasar por el filtro del sueño. Uno de los atractivos de esta sección es la posibilidad de contemplar las esculturas de Arp junto al universo sensual de las fotografías de desnudos femeninos de Raoul Hausmann, de 1930-1934.
En el apartado de mimetismo se examina la “fascinación” de los artistas por las formas naturales que los lleva a incorporarlas en sus obras.
En otras ocasiones se imita la estructura, la forma y los principios que rigen el movimiento de animales y plantas, como en el caso de la obra de Alexander Calder Four Leaves and Three Petals 'Cuatro hojas y tres pétalos', de 1939, en la que las formas que crea el artista se mueven como los elementos del mundo real. La exposición muestra dos piezas del arquitecto Alvar Aalto: la silla Paimio 41, de 1930, y Flowers 'Flores', de 1940, obras de creación que toman como referente la simplicidad y la belleza del mundo vegetal.
La fotografía tiene un peso fundamental también en este apartado, de nuevo a través de los trabajos de Raoul Hausmann, de quien se exponen dos fotografías de 1931.
Vasily Kandinsky es un artista muy bien representado en las colecciones del Centre Pompidou. En la exposición se presentan dos obras mayores de los años treinta que corresponden al periodo de su estancia en París. Bleu de ciel [Azul cielo], de 1940, es una obra maestra de la colección del Centre Pompidou. Las formas pintadas sobre un fondo azul que remite al agua, pero también al cielo, recuerdan organismos microscópicos y pequeñas amebas. También se muestra el lienzo Trente, de 1937.
El arte de los sesenta y los setenta introduce la dimensión de lo efímero. La obra de Jeroen de Rijke y Willem de Rooij Bouquet III [Ramo III], de 2004, examina desde una perspectiva inédita el simbolismo de las flores relacionándolas con las formas de violencia contemporánea.
Amenazas
La última sección, 'Amenazas', es más breve que las anteriores. Expresa el miedo a la naturaleza o más bien el miedo al efecto de la actividad humana en la naturaleza, que se encuentra en situación de riesgo. De esta manera, la exposición se adentra en el campo medioambiental.
La exposición acaba con una instalación audiovisual del artista inglés Jeremy Deller, Exodus [Éxodo], de 2012, una instalación tridimensional basada en dos videoproyectores que permiten ver murciélagos hibernando y reproduciéndose en una caverna; al final salen de la cueva y se van volando. La obra de Deller refleja el miedo del peligro que tenemos hoy en día a un nuevo virus, a partir de la idea de que originalmente la covid-19 fue transmitida por murciélagos.
CaixaForum València plasma el diálogo entre el arte y la naturaleza en la creación artística del siglo XX y XXI para poner de relieve cómo la creación ha oscilado de la fascinación por el paraíso hasta la profunda preocupación ahora que el mundo “se estremece bajo múltiples crisis”.
Así, 'Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo' --concebida por la Fundación “la Caixa” de la mano del Centre Pompidou-- propone “una nueva aproximación” a grandes artistas de la modernidad a través de 77 obras de Picasso, Kandinsky, Dalí, Le Corbusier, Raoul Hausmann, Jean Arp, Georgia O'Keeffe o Alvar Aalto, entre otros, junto con creadores de las últimas décadas que han aportado nuevos puntos de vista comprometidos, como Jeremy Deller o Neri Oxman.