Tal y como ya sucediera en Santander, donde la utilización de su puerto por parte de barcos saudíes cargados con armas con destino a la guerra de Yemen ha generado el rechazo social e incluso una investigación judicial, diferentes colectivos pacifistas y antimilitaristas se han movilizado este martes para denunciar la presencia en el puerto de Sagunto del “barco de la muerte”-tal y como lo denominan los activistas-, el buque saudí Bahri Abha, cargado “más que probablemente” de armas con destino Egipto y Emiratos Árabes para su utilización en el citado conflicto bélico contra la población civil. Y todo ello conicidiendo paradójicamente con el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos.
El transporte llegaba de madrugada a la dársena sur del puerto saguntino, donde les esperaban algunos activistas que han intentado introducirse en las instalaciones portuarias, procedente de la localidad norteamericana de Baltimore. En Estados Unidos cargó una serie de vehículos blindados canadienses, además de bombas guiadas por láser, según aseguran desde los colectivos antimilitaristas.
Ya en el puerto de Sagunto (donde ha permanecido ocho horas), el Bahri Abha cargó vehículos y contenedores, en los que se sospecha que se puedan transportar armas hacia Oriente Medio -el destinó del carguero son los puertos de Abú Dhabi y Alejandría-. Concretamente, se trataría de munición, morteros y material para aeronaves, teniendo en cuenta el material transportado en otras ocasiones -este buque saudí ha realizado ocho escalas en puertos españoles desde 2015, cuando comenzó la guerra de Yemen, en las que ha cargado armamento por valor de unos 143 millones de euros vendido a países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes o Egipto-. “El Gobierno, pese a que le hemos preguntado por el contenido de la carga del 'barco de la muerte', no nos ha respondido”, explica Alberto Estévez, coordinador de la campaña 'Armas bajo control' en la que participan Amnistía Internacional, Oxfam Intermón, Greenpeace o FundiPau.
La diputada valenciana de Unidas Podemos Roser Maestro, presente en la concentración que ha tenido lugar al mediodía en el Puerto de Sagunto, ha explicado que ha registrado una pregunta por escrito dirigida al Gobierno y en la que reclama toda la información relativa a este barco y a la carga que transporta hacia Oriente Medio: “Queremos claridad y transparencia, y aunque el Ejecutivo esté en funciones nosotros tenemos que realizar nuestra actividad fiscalizadora. Cuando tengamos la respuesta, actuaremos en consecuencia”.
Más de 60 organizaciones han firmado un manifiesto que, bajo el lema “la guerra empieza aquí” demandaban que no se permitiera la entrada en el puerto del barco saudí para “no colaborar ni ser cómplices del sufrimiento de la población civil en Yemen”, una iniciativa que fue promovida por Antimilitaristas-Moc y a la que se adhirió el gobierno municipal de Sagunto, formado por PSPV, Compromís y Esquerra Unida (la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, también ha mostrado su rechazo a la presencia del Bahri Abha en Sagunto).
Jorge Mateos, portavoz de Acció Ecologista-Agró, uno de los colectivos firmantes del manifiesto, explicaba las fuertes medidas de seguridad que rodearon la llegada del buque a Sagunto, y destacaba que el mensaje que pretenden trasladar es que “la guerra empieza aquí, y no queremos ser cómplices. No queremos que se utilicen nuestros puertos para suministrar armamento para estos conflictos”.
“Si está transportando armas que puedan ser utilizadas para cometer violaciones del derecho internacional humanitario en Yemen en su tránsito por territorio español es ilegal según el derecho internacional, ha declarado Alberto Estévez, quien ha reclamado al Ejecutivo en funciones que suspenda las exportaciones de armas a la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes que interviene en Yemen. ”Las exportaciones a la coalición saudí son ilegales porque violan la legislación española e internacional“, ha dicho Estévez, quien advierte que al permitir esta operación ”se corre el riesgo de ser cómplice de la comisión de crímenes de guerra“.
Cinco años de guerra olvidada
El conflicto armado en Yemen comenzó en marzo de 2015. Según Naciones Unidas, más de 233.000 yemeníes han muerto a causa de los combates o de la crisis humanitaria. La ONU y diferentes ONGs han documentado decenas de graves abusos, incluidos crímenes de guerra, como ataques deliberados y desproporcionados contra población civil, detenciones arbitrarias, desapeiciones forzosas o tortura. Amnistía Internacional ha contabilizado más de 40 ataques aéreos que acusaron la muerte a 512 civiles y otras 433 resultaron heridas.
La guerra que libra Arabia Saudí en Yemen con armamento estadounidense y europeo contra las milicias huzíes apoyadas por Irán desde hace cuatro años, lleva infligiendo un indecible sufrimiento a su población yemení, como vienen constatando reiteradamente las principales agencias humanitarias y organizaciones de Derechos Humanos internacionales. Esto ha llevado a los gobiernos de Reino Unido, Noruega, Finlandia, Francia y Alemania ha declarar una moratoria a la venta de armamento a Arabia Saudí, moratoria que España ha decidido no secundar.