EMT València pedirá un crédito de 27,2 millones de euros para cubrir el agujero causado por la pandemia

Las empresas de transporte público son unas de las grandes damnificadas como consecuencia de la crisis del coronavirus. Durante el confinamiento su actividad y por tanto sus ingresos han quedado bajo mínimos y durante la desescalada y la nueva normalidad, las limitaciones de aforo y las reticencias de una parte de los usuarios harán que la recuperación sea muy lenta y por tanto que las pérdidas se prolonguen en el tiempo.

En este contexto, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València se ha visto obligada a mover ficha para no verse a corto plazo con problemas de liquidez.

El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, acompañado del concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, ha anunciado este lunes que en el consejo de administración de este miércoles 17 de junio la entidad aprobará las bases para sacar a concurso una póliza de crédito por valor de 27,2 millones de euros, cuantía que se estima necesaria hasta final de año para abonar nóminas y pagos a proveedores ante la merma de ingresos prevista por la caída de viajeros y por otros conceptos como la publicidad en los buses.

De esta forma, cualquier entidad bancaria podrá optar a presentar su oferta de financiación y la EMT escogerá la que ofrezca mejores condiciones.

Ribó ha advertido que en los meses de confinamiento ha habido un descenso de ingresos del 90% y que sin esta operación el pago de las nóminas ya se antojaba complicado a partir de este mes de junio.

Además, ha achacado la cuantía del crédito al retraso de las ayudas prometidas por el Gobierno para las empresas de transporte público municipales.

Según el alcalde, en lo que va de ejercicio el descenso de los ingresos ha alcanzado los 10 millones de euros. Los gastos han aumentado en 2,6 millones de euros en equipos de protección, mamparas de seguridad o limpieza de vehículos, aunque también se han ahorrado 2,3 millones de euros en combustible, reparaciones externas y horas extras, entre otros conceptos.

El alcalde también ha explicado que no está previsto a corto plazo un aumento de la aportación que realiza cada año el Ayuntamiento a la empresa, presupuestada para este ejercicio en 67,7 millones de euros, casi un 60% del total de los ingresos de la entidad.

En cuanto al principio de acuerdo que alcanzó la empresa con los trabajadores para aprobar el convenio colectivo a partir del año que viene, el cual incluye una subida salarial del 2% para la plantilla, el edil Grezzi ha advertido que en septiembre se analizará la situación y la evolución de la crisis y se tomará una decisión: “Es algo que estaba acordado y calculado en los presupuestos, pero debemos tener todas las partes altura de miras y responsabilidad, por lo que se hará cuando se pueda hacer”.

Sobre el servicio que se prestará en los próximos meses, ha asegurado que poco a poco se va recuperando la normalidad y que ya se está dando una oferta muy parecida a la que sería normal a estas alturas del año. Según Grezzi, “si recortáramos servicio estaríamos perdiendo calidad”.

Durante la semana pasada, la EMT registró un 60% menos de viajeros con respecto a un día laborable previo a la crisis.

Retraso en la llegada de nuevos buses

Fuentes de la empresa han explicado que desde el inicio de la crisis de la COVID-19, EMT ha trabajado para priorizar sus inversiones. Así, de los 37,9 millones de euros de inversiones previstos en el presupuesto inicial para 2020, finalmente se destinarán 16,7 millones de euros.

Este ahorro de 21 millones de euros se debe a la jerarquización de las inversiones y a los retrasos generados por la COVID-19 que han obligado a posponer su implementación.

Un ejemplo de ello es la llegada de los nuevos autobuses prevista para este año. Con los retrasos provocados por la crisis en los propios fabricantes de vehículos, se retrasará la llegada de estos autobuses y, en consecuencia, la inversión se reducirá en torno al 50% este año.

En cuanto a la deuda de la entidad, en 2015 los fondos propios de EMT se situaban en los 18 millones de euros negativos debido a los desfases presupuestarios heredados de los años 2012-2015. Con la llegada de la nueva dirección de EMT, se ha logrado reducir esta cantidad hasta los 4,8 millones negativos actuales.