Alberto Fabra tiene un 60% más de asesores –cargos de confianza eventuales y nombrados a dedo- que su antecesor en el cargo, el ahora defenestrado Francisco Camps. El presidente de la Generalitat, que ha situado en el centro de su acción política “simplificar las administraciones y ahorrar en gasto público”, ha nombrado 16 cargos de confianza. Su predecesor tenía sólo 10.
En total, todo el núcleo duro de Fabra suma 21 personas. Los 16 asesores mencionados, tres conductores y dos secretarías. Sus sueldos, según los presupuestos de la Generalitat para 2014, van desde los más de 48.000 euros que cobra su secretaria particular hasta los cerca de 29.000 que cobra el peor pagado de los asesores, trabajadores en los que conviven hasta cuatro niveles retributivos diferentes. Su cocinero personal, repescado por Fabra como asesor, está en la parte baja de esa escala salarial.
De hecho, la estructura del área de presidencia es bastante parecida en las épocas de Camps y Fabra, aunque éste último presumió de ahorro en las Cortes Valencianas este verano. En diciembre de 2012 redujo de 10 a 8 el número de conselleries lo que, según dijo, ayudó a rebajar en un 30% el número de altos cargos. Además, el gasto en asesores es inferior –el gobierno tendrá en total 13 menos en 2014 que en 2012- porque hay menos y cobran, de media, también menos por las diferencias de retribución comentadas.
Sin embargo, el ahorro en las conselleries no se ha aplicado en el equipo de trabajo de Fabra. A pesar de su incesante discurso a favor de la austeridad, los despidos en empresas públicas y los tremendos problemas de liquidez y solvencia de la administración autonómica, unas 150 personas trabajan en Presidencia de la Generalitat, incluidas dos personas al servicio de Camps por su condición de expresidente. En total, el gobierno valenciano tiene 188 cargos a dedo sumando cargos puramente políticos (desde el conseller hasta el secretario general) y otros eventuales nombrados también discrecionalmente: jefes de gabinete, directores de prensa o asesores.
Estos 188 cargos cuestan casi 9 millones de euros al año. Fabra, que en 2014, como el resto de su equipo y todos los funcionarios, tendrá el sueldo congelado, cobra menos que la media de sus homólogos del resto de comunidades autónomas: 67.600 euros al año. La finamente frustrada contratación de un coach personal hubiera ido a una partida aparte.