El familiar de Rita Barberá corruptor en el 'caso Azud' iba en coche a Suiza y la UCO le sigue la pista en el extranjero
Sólo existe una fotografía del empresario Jaime Febrer. Es de un juicio menor por asuntos fiscales. El hombre es el eje del 'caso Azud' de corrupción urbanística durante la era de Rita Barberá y supuestamente ejercía de corruptor de políticos y funcionarias a través de presuntas mordidas y regalos a políticos del PP y del PSPV-PSOE y a funcionarios. Varios testigos, cuyas declaraciones figuran en el sumario al que ha tenido acceso elDiario.es, aseguran que Febrer es familiar de la fallecida alcaldesa Rita Barberá (uno de ellos concreta que sería un primo).
Las agendas del empresario han servido a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil para tirar del hilo de los presuntos trapicheos que la trama se llevaba entre manos. O, más bien, las dos tramas que conforman el 'caso Azud'. Por un lado, las operaciones urbanísticas en el área de influencia de Rita Barberá, previo pago a su cuñado (el abogado José María Corbín) y, fuera de la capital valenciana, los presuntos pelotazos en ayuntamientos gobernados por el PP y por el PSPV-PSOE con la mediación bien remunerada del presunto conseguidor antes los socialistas, el letrado José Luis Vera.
Como eje de ambas tramas emerge el personaje de Jaime Febrer, un empresario con intereses que llegaban hasta la Riviera Maya y cuya defensa ejerce el penalista Manolo Mata (portavoz socialista en las Corts Valencianes hasta el próximo viernes). Miguel Fernández Masip, responsable de finanzas del conglomerado empresarial del presunto corruptor, declaró en calidad de testigo ante la UCO que “Jaime Febrer era familiar de Rita Barberá”, aunque matizó que no tenía conocimiento “de la existencia de una relación entre ambos”. Otro testigo ha refrendado que la fallecida alcaldesa y el promotor eran primos.
El empresario tenía una relación muy cercana, según coinciden todos los testigos, con el vicealcalde popular Alfonso Grau, que cobró unos dos millones de euros de la presunta trama del 'caso Azud', según la UCO. “Con Alfonso Grau el hermetismo era muy grande”, sostiene el investigado Alberto Sánchez Pérez, un trabajador del entramado empresarial de Jaime Febrer investigado en la causa.
El exnúmero dos de Rita Barberá solía acudir a las instalaciones de la empresa de Febrer a última hora de la tarde. Cuando había visita de Grau, los trabajadores se marchaban antes a casa para dejar que el entonces vicealcalde y el promotor charlaran en privado. “La gente se ponía contenta porque se iban antes”, declaró una trabajadora.
La pista en el extranjero
La UCO sigue la pista del posible dinero del promotor en el extranjero. El testigo Miguel Fernández Masip reconoció en su declaración ante los investigadores que Febrer le había hablado de un “proyecto en marcha para construir un fondo de inversión en Luxemburgo”, aunque no dio más detalles. Sí que especificó que, aunque no le consta que el empresario haya tenido cuentas o empresas en el extranjero, Febrer ha manejado proyectos en México (invirtió tres millones en la Riviera Maya, tal como informó este diario) y en un país de Europa del Este que podría ser Bulgaria. El testigo también aludía a una “inversión” en un apartamento en Santo Domingo“ que finalmente no adquirió.
Ante la jueza instructora, Miguel Fernández Masip aseguró que Jaime Febrer le solicitó un “estudio de viabilidad” sobre un proyecto en el que “pretendía embarcarse para que un fondo de inversión radicado en Luxemburgo pudiera financiar proyectos inmobiliarios”. El empresario, aseguraba el testigo, “llevaba un dossier de una entidad que se dedicaba a ello en ese tipo de promoción”. “Febrer lo que pretendía era iniciar un proyecto parecido”, apostilló. De hecho, la familia del empresario aportó a la instrucción el tríptico del fondo de inversión en Luxemburgo en cuestión. El presunto corruptor asegura no tener ni un euro en el extranjero.
El mismo testigo, en su declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Valencia aseguró que la firma de Febrer mantenía proyectos con una empresa de Federico Ferrando, hermano del expresidente de la patronal Cierval e imputado en la causa, en el “extranjero” dada la relación de amistad entre ambos.
“Rafa choferín”
Carmen Elisabeth Collado, trabajadora de una de las mercantiles del presunto corruptor, también fue interrogada por la UCO como testigo por las posibles propiedades o empresas de Jaime Febrer fuera de España.
La UCO, según el acta de su declaración como testigo, le exhibió un archivo de Excel titulado “23.04.08 pasta.xls”. El documento, incorporado al sumario del 'caso Azud', contiene una serie de cifras: un total de “538.072”, el “32,5%” de esa cifra (“174.873”) y el resto: “363.200” de la cantidad. A continuación aparece tres veces la misma cifra: “121.066” correspondiente a unas letras (presumiblemente iniciales) cuya suma corresponde precisamente a “363.200”.
La mujer declaró que lo único que sabía sobre la presencia del empresario en el extranjero es que su hijo estudiaba en Suiza y que el conductor de Febrer (un tal “Rafa choferín”) lo “llevaba en ocasiones” al país helvético “en coche”. Los vuelos entre Valencia y Ginebra suelen durar casi dos horas (el familiar de Rita Barberá quizá padecía aerofobia: una de cada cuatro personas experimenta algún tipo de malestar cuando debe viajar en avión).
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