“Verá, tengo la desgracia de estar siempre contradiciéndome a mí mismo”. Periodista o lo que surja. Feminismo y sarcasmo a partes iguales.
“Algunos hombres quieren ser feministas solo cuando hay mujeres delante para que les aplaudan”
El humor suele ser un buen instrumento con el que ponernos frente al espejo y a través del cuál ver esos comportamientos que dejamos pasar en el día al día. El machismo cotidiano, aquel que tenemos tan interiorizado que ni nos llama la atención, sale a la luz con las hipérboles gráficas.
Es lo que hacen desde Feminista Ilustrada María Murnau y Helen Sotillo desde 2015 y que ha arrastrado a 90.000 personas a su cuenta de Instagram, que aclaran: “no nos reímos del machismo”. María estudió Comunicación Audiovisual y el máster de Género en la Universidad de Cádiz, para el que realizó un documental sobre el movimiento Femen. Junto a Helen, estudiante de Publicidad, crearon unas pequeñas viñetas señalando comportamientos machistas que se hicieron virales. Ahora, gracias al proyecto de ilustración, también imparten charlas y conferencias como la que ofreció María la pasada semana en la Universitat de València, organizada por el sindicato de estudiantes Saó, sobre cómo detectar y destruir los machismos cotidianos.
Pregunta: ¿Crees que el feminismo es un tabú?
Ahora está muy de moda, pero la connotación negativa la tiene. Aunque muchas famosas se han sumado, hay muchos artículos, hay debates en televisión… hay mucha gente famosa que dice que no es feminista, que cree en la igualdad. Algunas personas se hacen un lío y les da miedo.
El lío, el rechazo… ¿Se debe a la ignorancia respecto al movimiento?
Sí, porque la gente para justificarse dice “no, yo creo en la igualdad y el feminismo quiere que las mujeres estén por encima de los hombres”. No lo tienen claro. Yo también rechazaba antes el hembrismo, hasta que aprendí que feminismo es igualdad. Que no hay casi mujeres que quieran la supremacía femenina y, si las hay, no por eso hay que deslegitimar todo un movimiento.
Parece que ahora está de moda preguntar a personajes relevantes si son o no feministas y eso provoca una lluvia de críticas después…
Hay una mayoría de mujeres que se indignan más cuando una persona a la que admiran dice que no es feminista. Incluso a Meryl Streep cuando le preguntaron si era sufragista dijo que no, que era humanista. Una mujer que ha hecho películas feministas, admirada, trabajadora… Cuando dice ese tipo de declaraciones, la respuesta se va a viralizar. Es un recurso bastante útil para obtener visitas.
¿Os llegan trolls mujeres?
Muchas veces nos llegan críticas de mujeres que hacen comentarios muy machistas. Cuando una mujer viene y te dice “vete a la cocina”… dudas que sea mujer, no tiene sentido. Es difícil saber realmente el género en las redes sociales.
Cuando son mujeres quienes hacen esas críticas destructivas, ¿Cómo os sienta?
Suelen ser mujeres mayores. Me dan más pena que cabreo. Es una sensación como de.. Joder, ¿En qué mundo tienes que vivir para decir esas cosas y echarte piedras sobre tu propio tejado?
En general, entre los jóvenes tenéis buena acogida.
Sí. Hemos hecho muchas charlas con adolescentes y se vuelcan muchísimo. Se enteran de todo. Hemos dado ponencias para jóvenes de 14 años y había algunas chicas que seguían a Barbijaputa y daban unos discursos que ya quisiera yo con su edad.
¿Las redes sociales ayudan a difundir el discurso feminista?
Son un arma de doble filo. Cuando no tienes mucha idea de un tema complicado y empiezas a leer, tardas mucho en diferenciar el contenido de verdad y útil del de la gente que no tiene ni idea. El concepto de género, por ejemplo, es muy complejo y he visto infinidad de youtubers explicarlo mal, que utilizan un lenguaje que no es… Está bien para la difusión pero hay que tener un poco de conocimiento del tema.
¿Sigues a youtubers feministas?
Generalmente no. Solo a Ayme, una chica joven que tiene un discurso que me gusta mucho. Está bastante formada y se nota.
¿Por qué decidisteis utilizar el humor para denunciar el machismo?
Porque cuando utilizas el discurso de la rabia, aunque tengamos mil motivos para estar cabreadas, la gente no es tan receptiva, no entra igual. La estrategia es que se rían un poco, que lo vean con humor y ya después, cuando hayan visto el problema, entonces explicar por qué es así, qué hacer para solucionarlo…
¿Hay algún tema que no toquéis con el humor?
Sí. La prostitución y la violencia de género. Son temas muy fuertes, no se me ocurre nada gracioso con la violencia de género. Hacemos temas quizá un poco más lights, que también dejan ver que son violencia. No es bromear con el tema, es tratarlo de otra forma.
¿Existe el micromachismo?
No me gusta utilizar el término, aunque siempre que nos llaman para algunas jornadas lo ponen. En los setenta se decía abiertamente que que las tareas del hogar las hicieran las mujeres era machista. Hoy es micromachismo. Para mí es machismo a secas y punto. Si que es verdad que hay cosas que tenemos asimiladas, como que las mujeres den dos besos… Es machismo, la mujer siempre tiene que estar disponible para besar, pero está tan asimilado que lo asociamos a costumbre y tradición y no lo vemos como algo malo.
Tratáis temas como el techo de cristal, la brecha salarial… ¿Os llegan muchas críticas?
Sí. Hicimos una viñeta sobre los techos de cristal en los bancos y nos dijeron: haced las estadísticas de las minas. O con la brecha salarial se justifican en que será que los hombres están más formados.
¿Es habitual el mansplaining?
Lo vemos mucho en las jornadas. Al final de nuestra intervención siempre interviene algún hombre. Si hay 3 o 4, todos hablan y te pegan unas chapas… En una charla en Madrid un chico empezó a preguntarnos que por qué en las campañas contra la violencia de género hablaban sobre los hombres que controlaban el móvil a sus parejas y ellas se hacían las locas, que si decíamos a los hombres que no maltrataran… Te explican que si la desigualdad viene del paleolítico, te hablan de biología e historia, cuando no tienen ni idea.
Os llegarán comentarios tipo feminazi, yihadista de género… ¿Cómo respondéis a eso?
Yo no respondo, bloqueo directamente. Hay gente que pregunta queriendo saber de verdad, y entonces le recomiendas algo que leer para formarse. Pero cuando vienen con esas palabras… pasamos. Feminazi es una palabra medio nueva, pero contra el feminismo siempre se ha cargado. Comparar el feminismo con el nazismo es para los que no tienen argumentos, no tiene sentido.
Antes hemos hablado de que el feminismo está de moda. Ahora vemos muchos productos, camisetas sobre todo, con lemas como ‘girl power’, 'the future is female'... reivindicando el empoderamiento de la mujer. ¿El feminismo corre el riesgo de convertirse en un eslogan?
Yo creo que ya es un eslogan. Desde que Beyoncé en un concierto salió con toda la escenografía con el lema ‘Feminist’. Una profesora nos comentó que para llegar a sus alumnos utilizaba discos de Beyoncé, que tenía varias letras reivindicativas, incluyó algún discurso en ellas… Pero luego tienen una línea de ropa que hacen mujeres esclavizadas. Todos tenemos contradicciones, pero ese es otro nivel. Además de que es una mujer negra, que conoce la opresión del racismo…
Sí. Creo que está de moda, que hay colecciones de camisetas. Por otra parte está bien. A alguna chica joven puede que le cale el discurso y le llegue de verdad. Creo que hay que ver lo positivo también. Ya ha habido otras modas de feminismo y en los setenta se avanzó mucho. Hay que aprovechar ese momento, ya no nos quedan muchas más opciones. Llevamos años con políticas de igualdad y bueno, se han conseguido muchas cosas, pero es muy poco comparado con lo que se esperaba. Tampoco quedan muchas vías. Por muchas leyes que haya, si la Policía no tiene ni idea… ¿Cómo se aplica?
¿Convertirlo en un eslogan no puede hacer que muera ahí?
Yo prefiero quedarme con que va a llegar a mucha más gente. Hace cinco años no se hablaba nada de feminismo. Femen me impactó mucho porque dio a conocer todo lo que había detrás de la ley del aborto… Ahora hay mucha gente que dice que es feminista pero no conoce el movimiento, no sabe qué es.
Entonces nos encontramos con la contradicción de gente que actúa como feminista y rechaza el nombre y gente que se etiqueta como feminista pero no conoce las reivindicaciones…
Sí. Por ejemplo, Javier Marías dice que es feminista y todo lo que escribe dice lo contrario. A mí que me importa que te llames feminista si luego no lo defiendes.
¿Por qué los sujetos de vuestras viñetas son hombres?
Cambiamos un poco el chip e intentamos visibilizar los comentarios de los hombres, sus comportamientos… El problema de las mujeres no son las mujeres. Cambiamos el público para que se sintieran identificados.
¿Qué papel deberían tener los hombres en el movimiento feminista?
Es complicado. Está muy bien que se impliquen. No sé si por inercia de los casos que conozco, pero… Al principio se deconstruyen un poco y enseguida empiezan a dar lecciones, quieren llevar la voz cantante… su proceso de replantearse las cosas dura muy poco. Enseguida creen que lo tienen todo hecho. Es como que quieren ser feministas solo cuando hay mujeres delante para que les aplaudan.
Y en la izquierda es peor. En la derecha sabes que no tienes nada que hacer, pero en la izquierda… Sus intenciones pueden ser las más feministas del mundo, pero falta dar ejemplo. Si quieres que el feminismo sea una parte importante de tu partido, como en Izquierda Unida, Podemos, PSOE… tienes que dar ejemplo. Al final las cabezas visibles son hombres.
Haces feminismo, humor e ilustración. ¿Cuáles son tus referentes en estos ámbitos?
Caitlin Moran, sin duda. De Barbijaputa tengo todos sus artículos impresos… Me faltan referentes feministas contemporáneos. En ilustración no me termina de calar nadie, aunque Moderna de Pueblo está bien o Lola Vendetta. En humor me gusta Patricia Sornosa.
El humor suele ser un buen instrumento con el que ponernos frente al espejo y a través del cuál ver esos comportamientos que dejamos pasar en el día al día. El machismo cotidiano, aquel que tenemos tan interiorizado que ni nos llama la atención, sale a la luz con las hipérboles gráficas.
Es lo que hacen desde Feminista Ilustrada María Murnau y Helen Sotillo desde 2015 y que ha arrastrado a 90.000 personas a su cuenta de Instagram, que aclaran: “no nos reímos del machismo”. María estudió Comunicación Audiovisual y el máster de Género en la Universidad de Cádiz, para el que realizó un documental sobre el movimiento Femen. Junto a Helen, estudiante de Publicidad, crearon unas pequeñas viñetas señalando comportamientos machistas que se hicieron virales. Ahora, gracias al proyecto de ilustración, también imparten charlas y conferencias como la que ofreció María la pasada semana en la Universitat de València, organizada por el sindicato de estudiantes Saó, sobre cómo detectar y destruir los machismos cotidianos.