La Generalitat ha puesto en evidencia de nuevo su disconformidad con la política económica del gobierno central. La Comunidad Valenciana, con Baleares y Cataluña, se ha opuesto a la suavización del límite de déficit pactada por PP y PSOE en Madrid y aprobada este jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPPF), la reunión entre el ministro del Hacienda y todos los consejeros autonómicos del ramo.
La mejora aprobada -un 0,6% sobre el PIB de déficit, lo que liberará 1.100 millones de euros para todas las autonomías- es claramente insuficiente para la Generalitat. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, ha repetido hasta la saciedad porque no puede aceptar esa cifra: Prevé cerrar el presupuesto de 2017 con un desfase negativo del 1,4% y necesita que Madrid transfiera 1.300 millones de euros más para cuadrar su presupuesto.
Soler ha recordado la pésima financiación de la Comunidad Valenciana -recibe 250 euros por habitante menos que la media- y ha puesto el foco en las necesidades de la Generalitat. Condonación o reestructuración de la deuda histórica -entendida como el dinero dejado de percibir por la infrafinanciación- y puesta en marcha inmediata de los trabajos para reformar el sistema.
En su defecto, el gobierno valenciano ha pedido préstamos extraordinarios -el sistema llamado FLA- al 0% de interés. El gobierno no ha aceptado ni esta medida ni reconocer “la singularidad financiera” de la Comunidad Valenciana, lo que ha forzado el voto negativo de la Comunidad Valenciana.
Ninguno de esos temas estaba en el orden del día, aunque la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, ha dicho que en la reunión de presidentes autonómicos con Mariano Rajoy, prevista para enero, se hablará de la financiación autonómica.
Primar los intereses de los valencianos
Soler ya había anunciado que la posición de la Generalitat -gobernada por PSPV-PSOE y Compromís- era independiente de la del PSOE, que ha pactado con el PP la suavización del déficit a cambio de la subida del salario mínimo. El presidente de la Generalitat. Ximo Puig, se ha pronunciado en el mismo sentido. “En el CPFF vamos a defender lo que hemos defendido en todo momento desde que llegamos al Gobierno. La Comunidad Valenciana está infrafinanciada y no puede asumir el mismo déficit que otras comunidades autónomas que tienen mejor financiación”, ha explicado.
Finalmente, dos autonomías con presidente socialista y problemas económicos similares -la valenciana y Baleares- han votado en contra, igual que Cataluña. El resto se han abstenido. Las gobernadas por el PP y Canarias, han apoyado la propuesta, aunque el CPPF está dominado por Hacienda. El ministro, Cristóbal Montoro, tiene el 50% de los votos y uno de calidad. Es decir, ni con todas las autonomías en contra puede perder una votación.