El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, utilizó para defender el retraso en las actuaciones de su equipo de Emergencias el día de la DANA un supuesto “apagón informativo” del Gobierno entre las 16:15 y las 18:45 horas. elDiario.es ya desmintió esta tesis con los numerosos correos electrónicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar y las llamadas de Aemet al centro de emergencias durante esas horas donde se avisaba de la crecida de caudal en el barranco de Poyo. Donde sí que hubo una ausencia de datos fue en los instrumentos que la propia Generalitat valenciana tiene para medir y seguir los barrancos y ramblas, entre ellos el Poyo, que a partir de las 17 horas del 29 de octubre se convirtió en una trampa mortal.
Como contó este periódico, el equipo de Emergencias de Mazón, en concreto el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, mandó a la unidad de bomberos forestales de la Generalitat de Buñol a medir la escala del barranco de Poyo el día 29 de octubre a las 13 horas a la altura de Chiva. Pero solo estuvieron dos horas midiendo. A las 15 horas, según ha podido saber elDiario.es de fuentes de bomberos forestales, el equipo fue enviado a la base. Esos profesionales, que si se hubieran quedado midiendo hasta las 17:30 horas también podían haber alertado de lo que podía pasar aguas abajo, estuvo en la base entre las 15 horas y las 19:30 horas que fueron finalmente mandados a sus casas. A esta unidad con sede en Buñol tampoco les enviaron a hacer rescates, lamentan las mismas fuentes.
El equipo de bomberos forestales que acudió a medir el barranco del Poyo se “sorprendió” cuando los retiraron, puesto que en su primera medición de escala el barranco de Poyo, la rambla portaba casi un metro de agua a las 13:30 horas, según los datos que realizaron los bomberos forestales. Como se observa en la foto que revela elDiario.es, el volumen de agua ya era importante a su paso por la autovía A3. Ese mismo puente quedó gravemente dañado a partir de las 18 horas. Entre las 17 y las 17:30 horas, el volumen de agua se disparó a los más de 2.000 metros cúbicos por segundo, según la información que la Confederación Hidrográfica del Júcar. En la página 4 del documento adjunto se puede observar la crecida espectacular del barranco de Poyo el día 29 de octubre.
Pero las mediciones sobre el barranco de Poyo no son las únicas que cuestionan los bomberos forestales y a quienes enviaron a medir el día 29 de octubre. Como contó este periódico de fuentes de Emergencias, la unidad de bomberos forestales de Alzira fue enviada a las 13:01 a medir el río Magro a la altura de Carlet, que fue el otro gran causante de la catástrofe al desbordarse en varios municipios. Pero los bomberos forestales consultados por este periódico, explican que fueron enviados a la rambla del Riu Sec. No estuvieron mucho tiempo recabando los datos de la escala de esta rambla, puesto que fueron requeridos para hacer servicios de rescate. A las 13 horas en Carlet la situación era ya muy complicada, mientras el presidente de la Generalitat seguía con su agenda.
En el caso de la unidad de Requena que tenía que ir a medir el río Magro a la altura de la pedanía del Pontón a las 14 horas, según explican fuentes de los bomberos forestales, “no pudieron llegar a su destino porque la autovía A3 ya estaba colapsada por el temporal”. El equipo se va a rescatar a una persona con movilidad reducida, añaden las mismas fuentes. El equipo de Sinarcas que es enviado a Utiel, según Emergencias, se habría quedado en la base ese día, según los bomberos forestales. “A las 9:30 horas de la mañana el río Magro ya iba con mucho caudal, no entendemos por qué reaccionaron tan tarde”, se lamentan.
La normativa, según el plan de inundaciones de 2010 y el Manual de Prácticas de Bomberos Forestales al que ha tenido acceso elDiario.es, obliga a la Generalitat a enviar a sus operarios autonómicos a realizar las lecturas de caudal en ramblas y barrancos cuando haya previsión de inundaciones. “La Unidad de Bomberos Forestales [UBF] recibirá la instrucción de hacer la lectura de las escalas que tiene asignadas (todas o alguna de ellas), cuando se precise conocer la evolución del caudal debido a la intensidad de las lluvias”, reza el documento de entrenamiento de los funcionarios, reproducido en esta información.
Según el manual de actuación de los bomberos forestales, en el apartado “Operatividad durante el episodio de lluvias”, “la UBF recibirá la instrucción de hacer la lectura de las escalas que tiene asignadas (todas o alguna de ellas), cuando se precise conocer la evolución del caudal debido a la intensidad de las lluvias. Los datos serán anotados en la Ficha para lectura del nivel del agua en escalas (se adjunta modelo en esta práctica) y serán comunicados a la Central del Consorcio, que a su vez los trasladará al Centro de Coordinación de Emergencias (CCE). Con los datos obtenidos, el CCE dará instrucciones al objeto de conocer la evolución de los picos de avenida”. Con esta información, Emergencias habría tenido datos propios donde apoyarse, además de los que facilitaba la CHJ y Aemet.
El manual también fija la actuación del bombero forestal ante las lluvias y en qué caudales debe lanzar la alarma. “Un elemento clave para la previsión es conocer si se superan los umbrales que determinan si las lluvias son especialmente intensas (si superan los 40 l/m² en una hora, 50 l/m² en cuatro horas o 100 l/m² en 12 horas). Para ello, es muy importante que el seguimiento se realice desde el primer momento, procurando tener información a intervalos regulares de tiempo, información que debe transmitirse a los municipios próximos y al Centro de Coordinación de Emergencias de Generalitat (CCE). Gracias a esto se puede tener información en tiempo real que resulta fundamental para la adecuada previsión de las situaciones de emergencia, en especial en las cuencas de ramblas y barrancos, en las que los acontecimientos se suceden con gran rapidez”.
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