Somos una mierda
No sé por dónde empezar con este último artículo del año. Y es que la realidad, de nuevo, supera la ficción. Nunca pensé que 2013 acabaría tan mal, en especial, para los valencianos. Pero, sin duda, así ha sido. Señoras y señores, somos una mierda. Pónganle las acepciones que quieran; seguro que aciertan. He dudado titular entre Somos una mierda o La debacle valenciana. Los dos son realistas con los tiempos que vivimos, y si quieren que les diga la verdad, ya no sé si hemos tocado fondo o no. La recuperación, que insisten en vendernos Mariano Rajoy y Alberto Fabra, no la veo. Y si está ahí -ojalá-, es tan imperceptible que, de momento, sólo percibo un gran retroceso.
A punto de acabar 2013, en la Comunidad Valenciana tenemos más parados que el año anterior; 701.300, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). Nuestra tasa de paro es del 28,29%, dos puntos más que la media nacional. La catalana es del 22,84%, y la madrileña del 20,05%. Debemos, quiero decir, la Generalitat debe lo que no está escrito. Y lo que deberemos porque han hipotecado una buena parte del futuro. Información que hoy conocemos con cuentagotas, y por supuesto, con retraso. “El desequilibrio financiero de la Generalitat es muy grave”, dice en su informe anual la Sindicatura de Comptes. “El elevado fondo de maniobra negativo al cierre del ejercicio es un indicador de la delicada situación de liquidez y de solvencia a corto plazo”, se insiste desde la institución, que recuerda que ya lo ha dicho otras veces.
La deuda financiera de 2012 fue de 23.817,8 millones de euros; 17.848,5 a largo plazo, y 5.969,3 a corto plazo. La variación ascendió al 64,8%. La base de este incremento fueron los créditos concedidos por el Estado mediante el mecanismo extraordinario de financiación para el pago a proveedores, conocido como mecano, y el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA); ambos a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). La otra razón radica en la asunción por parte de la Generalitat de la deuda de las entidades que integran el sector público empresarial y fundacional. La sorpresa este año ha sido reconocer, es decir contabilizar, la deuda de más de 2.000 millones de euros de Construcciones e Infraestructuras Educativas (CIEGSA). “Una consejería paralela, opaca y sin transparencia”, como se cansó de denunciar, sin éxito, durante años la ex diputada autonómica por el PSPV-PSOE, Ana Noguera.
También somos más pobres. En cuatro años los valencianos hemos perdido un 10% de riqueza, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El PIB por habitante ha caído hasta los 19.480 euros; mientras el de Cataluña es de 26.412; y el de Madrid de 28.906 euros. Somos más pobres y también más miserables. El Gobierno que preside Alberto Fabra publicó en el DOGV, la víspera de Navidad, lo que deberán abonar las personas que carecen de cobertura sanitaria porque el nuevo sistema los dejó fuera. Sin embargo, pagamos 200.000 euros diarios por impedir que la plantilla de RTVV haga su trabajo. ¿Por qué razón? El silencio.
A pesar de todo, Feliz 2014!
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