“La primera ola estuvo dominada por hasta nueve genotipos del virus. En concreto, identificamos un genotipo, el SEC8, que representa como media el 30% de nuestras secuencias y llega a representar el 60% las primeras semanas de Marzo. El SEC8 fue introducido repetidamente en España al menos por dos vías, Madrid y València, con algunos casos asociados al partido Atalanta-Valencia de Champions League del 19 de febero. También se celebró la feria de moda en Milan casi al mismo tiempo y poco después una de arte en Madrid. Todo esto hace muy probable que el SEC8 se introdujera simultáneamente por Valencia, Madrid, y posiblemente otras ciudades y comunidades”.
Esta es una de las principales conclusiones del informe 'Una perspectiva genómica de la pandemia: lecciones en salud pública', encargado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al consorcio de secuenciación SeqCOVID, y elaborado por los científicos del Intituto de Biomedicina de València, Iñaki Comas, Álvaro Chiner-Oms, Mariana Gabriela López, y por el genetista catedrático de la Universitat de València, del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas e investigador de Fisabio, Fernando González Candelas.
Según comenta González Candelas a elDiario.es, “el informe, que ha sido entregado a Instituto de Salud Carlos III y al Ministerio de Sanidad, arroja los resultados de un análisis genético del virus que permite conocer cómo entró y se expandió por España durante la primera ola”.
Así, en primer lugar explica que esta secuenciación ha permitido colocar a España como el segundo país europeo y cuarto del mundo en número de secuencias generadas del virus: “La primera ola en España ha sido analizada a la luz de la información genómica de 2.170 pacientes de todo el país. Los análisis identifican más de 500 introducciones en el país dentro del total de 2.170 muestras analizadas. Por tanto, no existe un paciente 0 a partir del cual el virus se haya extendido por la península, sino que entró en su mayoría por València y Madrid procedente de Italia”.
Otro de los principales focos de expansión se dio el 23 de Febrero de 2020 en un funeral en Vitoria con asistentes sobretodo del País Vasco y de La Rioja que originó “un evento superdispersor”. Dicho evento pertenece al SEC8 y los casos se encuentran en la base del SEC8, al igual que los de los importados desde Italia. A partir de ahí el virus se expandió desde Madrid, Valencia y País Vasco/La Rioja al resto del país.
Tal y como asegura, “esto no significa que el virus no estuviera presente antes, es posible que sí estuviera, pero no llegó a propagarse; de hecho el primer fallecido diagnosticado murió el 13 de febrero tras regresar a finales de enero de un viaje a Nepal, pero los estudios epidemiológicos y los análisis de este paciente confirman que no generó ningún caso secundario”.
El informe también analiza la efectividad de las medidas adoptadas por el Gobierno en la primera ola y, según González Candelas, puede ayudar en la toma de decisiones de cara a esta segunda ola. De hecho, concluye que “el análisis, basado únicamente en la diversidad muestreada del virus en cada momento, indica que el confinamiento fue altamente eficiente y ayudó a evitar un gran número de casos y de fallecimientos”.
Otra de las conclusiones es que “un control de fronteras más estricto unido a cierres de movilidad tempranos y locales probablemente hubiera limitado la expansión del SEC8 y, por tanto, de la epidemia en España”.
Para González Candelas, este tipo de estudios serían mucho más útiles en la toma de decisiones si pudieran obtenerse datos en tiempo real: “Es el objetivo al que nos deberíamos dirigir, debe integrarse como parte del sistema de vigilancia española y no depender de proyectos de investigación concretos ni de la buena voluntad y esfuerzo de las unidades de microbiología clínica”.
Sobre la efectividad de las medidas que se están adoptando en la actualidad, tales como el toque de queda o el cierre perimetral de las autonomías, el catedrático afirma que depende en gran parte “del comportamiento individual y colectivo de la sociedad, puesto que no basta que un 90% lo haga bien si un 10% hace las cosas mal, ya que esa minoría puede generar miles de contagios”.
En todo caso, considera que “sí que son oportunas porque restringen los contactos y por tanto la transmisión, pero hasta dentro de un par de semanas no sabremos si son suficientes”.
Por otra parte, el estudio llama la atención sobre las dificultades que se ha encontrado el consorcio para la realización del informe. Entre ellas, destacan los problemas que han tenido para el acceso a muestras debido a que “en época de pandemia el sistema nacional de salud está sobrecargado por lo que las muestras no pueden ser remitidas para su análisis en tiempo real. No existen mecanismos que alivien la carga en el hospital de preparar muestras y datos asociados”.
Además, “no existe una red de interacción entre los hospitales y los centros de secuenciación para recoger el porcentaje mayor de muestras posibles”.