¿Por qué aumenta el empleo y también el paro?
La recuperación de la actividad económica ha impulsado la creación de empleo en la Comunitat Valenciana. En el segundo trimestre del año, el empleo ha aumentado en 55.100 personas, según datos de la encuesta de población activa (EPA). De este modo, el total de personas ocupadas (2.049.000) se aproxima a las cifras previas a la crisis económica provocada por la Covid-19.
Por su parte, los datos mensuales de la Seguridad Social ya venían reflejando una notable mejoría del mercado laboral debido al fin del estado de alarma, las restricciones a la movilidad y los avances en la vacunación. Entre los meses de abril y junio los cotizantes afiliados han aumentado en unas 50.000 personas.
Sin embargo, este crecimiento económico y del empleo no ha venido acompañado de una disminución del desempleo, contrariamente a lo que cabía esperar. Lo habitual es que cuando el empleo aumente el paro disminuya y que cuando baje el empleo aumente el paro. En definitiva, no existe un claro paralelismo entre aumento del empleo y también aumento del paro.
El paro ha aumentado en más 15.000 personas. Ello refleja que por cada 100 empleos creados el desempleo ha aumentado en más de 27 personas lo cual resulta difícilmente comprensible. Llegado a este punto hay que preguntarse: ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Por qué el empleo aumenta, en esta ocasión, pero también lo hace el paro?
Todo ello es debido, entre otros factores, a que el aumento del empleo ha sido insuficiente para contrarrestar el fuerte aumento de la población activa en más de 70.000 personas, el segundo mayor aumento entre todas las CC.AA, tanto a niveles absolutos como relativos. De esta forma, la diferencia entre la creación de empleo (55.000 personas) y el aumento de la población activa (70.000) nos da como resultado el aumento del desempleo (15.000).
Para una mejor comprensión analizamos la definición de población activa. Según la definición estadística convencional recogida en los convenios internacionales, la población activa comprende a todas las personas que contribuyen a la oferta de trabajo para la producción de bienes y servicios de índole económica, incluyendo no sólo a los empleados en el momento que se realiza la encuesta, sino también a los que están disponibles para trabajar y buscan empleo. En concreto, la constituyen tanto las personas ocupadas como los que buscan empleo.
Tengamos en cuenta que las expectativas laborales aumentan o disminuyen en función de las percepciones que la población laboral tiene sobre la evolución positiva o negativa del mercado de trabajo. Si las expectativas percibidas de encontrar un puesto de trabajo son buenas la población activa aumenta y cuando son malas disminuye, como así ha sucedido. Es decir, cuando los que buscan trabajo no lo encuentran se desaniman y dejan de buscar trabajo (efecto desánimo) y pasan a engrosar la población inactiva, pero cuando las posibilidades de encontrar trabajo son buenas se produce el efecto contrario y pasan de la población inactiva a la población activa como ha sucedido en esta ocasión.
Keynes decía: Normalmente las personas se dejan influir por sus estados de ánimo (opiniones, emociones y sentimientos). Si las personas sienten confianza salen a comprar, pero cuando desconfían, se recluyen y venden.
El actual aumento del paro refleja el buen estado de ánimo de aquellos trabajadores que, aun estando en situación de desempleo, creen que tienen buenas perspectivas laborales para encontrar pronto un trabajo, por lo que hay que interpretar esta cifra en un tono más bien positivo a medio plazo. Ojalá se mantengan estas expectativas y se materialicen pronto.
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