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Una DIA terrestre para el puerto: ¿Qué piensa la Generalitat?

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Antecedentes para situarnos

El TSJ (Tribunal Superior de Justicia) de Madrid emitió una resolución, hace apenas unos días, sobre la Ampliación Norte del Puerto de Valencia.  

En ella dice que es “un sin sentido” que el propio Puerto (APV) se autorice a sí mismo para su Ampliación; que no puede ser juez y parte. No puede solicitar autorización para ampliar y contestar a su petición él mismo. Aunque sea evidente, se ha tenido que denunciar la situación al alto tribunal para que confirme lo que era un atropello a todas luces.

La disputa concreta en apariencia es cuasi exclusivamente técnica: ¿Es valida la DIA (Declaración de Impacto Ambiental) aprobada en el 2007, o por el contrario los 15 años trascurridos obligan a reformularla? Pero en el fondo es mucho más que un problema técnico, es una importantísima decisión política y social de trascendencia generacional.

Los que defienden la validez de la DIA del 2007 argumentan que las modificaciones incorporadas ahora sobre el proyecto original son irrelevantes. 

Los que consideran que debe realizarse una nueva DIA exponen dos clases de razones:

1. Hay demasiados cambios en el proyecto desde 2007 al 2022: la distribución de los muelles, el aterrado de nuevas zonas, se movilizan muchos más millones de metros cúbicos, uno de los diques ya realizados debe demolerse, el calado de las dársenas se ha ampliado mucho con todo lo que ello supone, y un largo etc.

2. La sensibilidad medioambiental de hace 15 años era muy inferior en comparación con la actual. Esto es innegable y muy serio. Lo que hace décadas era admitido como uso medioambiental, ahora requiere un replanteo.

Pero los intereses y la fuerza de una posición y otra están extremadamente descompensados. A favor de la ampliación hay un “Goliat” con mucho dinero en juego; son grandes y potentísimas navieras empujando para hacer negocio. Y en contra un “David” con pocos recursos.

Puertos del Estado (en Madrid) que tiene la competencia para decidir y que es el Gobierno Central (PSOE), se pone de perfil. No quiere mojarse para no pagar el precio político de ampliar el puerto y le deja decidir a una de las dos partes en lugar de mediar. ¿Imaginan a un árbitro de futbol que ante un conflicto entre dos equipos dijera que la decisión la tomase uno de los dos en disputa? Pues eso es lo que ha hecho el Gobierno Central. 

Afortunadamente “David”, la Comissió Ciutat-Port, ha lanzado su honda hacia el TSJ y ha acertado con la resolución a la que hacemos mención. El tribunal exige que sea Puertos del Estado quien decida. Así pues: ¿Podemos respirar tranquilos? ¡NO!

No confíen demasiado en que eso cambiará las cosas. En realidad, solo obliga a que sea el PSOE (el de Madrid pero orientado desde la Generalitat) el que formalmente decida; el que salga de su ambigüedad calculada. Porque la posición que parecen tener en Madrid desde el principio es a favor de la ampliación.

Este es el momento actual. Y a partir de aquí:

Pueden darse al menos tres escenarios:

a)  Puertos del Estado (Madrid) acepta la DIA del 2007. Es lo más probable. Ganará la poderosa maquinaria del Puerto engrasada por las navieras. Se acabó. 

b)  No se acepta la DIA del 2007 pero se hace una nueva con la misma visión política y social (aunque incluya las modificaciones). Entonces no será más que un “lavado de cara”. Eso sí, esta situación tiene enormes ventajas; es una segunda oportunidad y se generará un retraso importante de varios años, para continuar presionando y para operar cambios serios. 

c)  Que se opte por hacer una nueva DIA con un subrayado ángulo político y social. Esa sí sería garantía de que los intereses económicos de las navieras confrontan con la parte perjudicada sin tanto poder arrasador y con alguna posibilidad de ecuanimidad. Y en este marco propongo una doble solución en las siguientes líneas. 

Mi doble propuesta:

1. Necesitamos una DIA terrestre

La DIA del 2007, en términos resumidos y coloquiales, habla de las afecciones de la Ampliación en los fondos marinos, en las corrientes, en los movimientos de diques y zonas a cubrir con tierras, en la flora y fauna marina. Pero no estudia los problemas que genera “tierra adentro”. No mira las afecciones del entorno metropolitano, los accesos que requerirá el aumento del tráfico pesado y ligero, más líneas de ferrocarril, los colapsos de los viales y de los humos, la saturación de las circunvalaciones de la metrópoli de Valencia. Obviamente al puerto se entra y sale por la ciudad y por su área metropolitana. Y esto no está en en la DIA del 2007; aquella era fundamentalmente marítima. Creo que debemos subrayar la necesidad de una DIA terrestre, preocupada por lo que realmente cambiará el modo de vida cotidiana en la ciudad y de las personas que la viven y la disfrutan.

2. Hay que negociar con Puertos del Estado (en Madrid) la admisión para su valoración de DOS PLANES DE MOVILIDAD antes de la toma de decisiones. Y de su inclusión posterior en la DIA terrestre.

a. El primero lo realizaría el Ayuntamiento de Valencia a través de la Concejalía de Movilidad Sostenible e Infraestructuras de Transporte Público. Autoridad de la ciudad.

b. El segundo sería de la GENERALITAT VALENCIANA a través de la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad. Autoridad máxima comunitaria.

Los planes de movilidad darían solvencia y rigor a la decisión de Puertos del Estado, a la vez que protección a la ciudad y área metropolitana. Aunque puedo imaginar como profesional las conclusiones de ambos planes.

Imagino que Joan Ribó puede ver con buenos ojos esta idea o sugerencia y dar las órdenes oportunas a sus técnicos para que se pongan a ello ya mismo. Pues tardarán un tiempo en redactarlo.

Pero el fondo del problema es la Generalitat que no quiere aparecer en esta decisión. Es la Autoridad que verdaderamente está remisa a posicionarse frente al puerto. Se limitan a decir una y mil veces un lacónico y falto de compromiso “Ampliación sí, solo si es sostenible” y ¿Eso qué significa? Si consideran que no puede pararse el progreso, lo entiendo y lo acepto, el problema es el lugar elegido. También entiendo que Sagunto sea poco deseable para las navieras. Pero crecer en Sagunto es una opción política y social. 

Necesitamos que la GENERALITAT SE MANIFIESTE clara y contundentemente. Debe opinar técnicamente sobre las afecciones “tierra adentro” que es el territorio de su competencia, debe hacer un buen estudio de Movilidad Sostenible y elevarlo a Madrid. No puede continuar poniéndose de perfil.