La escuela y el colegio

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La escuela y el colegio

Colegio y colega vienen de compartir los libros, lo mismo que compañero viene de compartir el pan; hermosas actitudes todas aquellas que se refieren a compartir.

En ese sentido, es interesante el hilo conductor que hilvana escuela y colegio. En la Escuela de Arquitectura, se aprende arquitectura, en el Colegio de Arquitectos (mejor llamarnos profesionales de la Arquitectura) conviene que se comparta lo aprendido, que es otra manera de seguir aprendiendo.

Soplan vientos electorales, también en el Colegio de Arquitectos de València, y la junta de gobierno actual se presenta con un bagaje de transformación. Porque un colegio profesional va más allá del círculo limitado del corporativismo, y debe integrarse en la sociedad ofreciendo su mirada para mejorar la vida de la ciudadanía. En ese sentido, esta junta, con su historia reciente, ha acercado la profesión a la ciudad, y lo ha hecho con tres instrumentos sencillos que llevan detrás esa intención integradora.

Por un lado, la sala de exposiciones que se abre como un escaparate y, con frecuencia, desborda los límites disciplinares. Es una manera de entender la Arquitectura desde ayer hasta mañana. Un sitio recomendable.

El segundo punto es el Espai Guastavino, algo más que una tienda, un lugar donde el diseño y los libros confluyen en la cultura y permiten el descubrimiento, el hallazgo. Un sitio para la sorpresa.

Y por último el Patio, el espacio del encuentro, del debate, de las ideas compartidas o contrapuestas. Un ámbito pluridisciplinar que alberga tanto la reflexión como lo divertido, tanto el coloquio como el pequeño espectáculo. Un sitio para el nuevo aprendizaje abierto para todos.

Tal vez son tres ejemplos humildes, pero son tres escuelas dentro de un colegio que quiere transformar su rostro para acercarlo a nuestras vidas cotidianas, a la cultura, a la mirada amplia de una disciplina. Tres iniciativas que les recomiendo porque le dan otro color a una institución que no siempre ha estado abierta. El colegio debe atender a los colegiados y colegiadas, claro, pero también debe ofrecerse a la sociedad para explicar que la Arquitectura no es solo cosa de especialistas, sino un hecho colectivo, cultural, que confluye en nuestra manera de convivir y ser felices. La única Bella Arte donde vive gente dentro.

Ya sé que la mayoría de ustedes no votan en las elecciones al Colegio de Arquitectos de València, tal vez algún día puedan hacerlo como simpatizantes de la Arquitectura, pero ahora solo pretendo reflexionar en voz alta, descubrir esas otras escuelas de este colegio, poner en valor el trabajo de la junta actual y apostar para que puedan continuar su tarea mirando a las calles, a las plazas, a sus habitantes.

Seguro que nos vendrá bien