La prisión de Picassent registra 878 incidentes graves o muy graves en el segundo semestre de 2015
La cárcel de Picassent es uno de los centros penitenciarios más conflictivos de España, según denuncian desde la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), quienes explican que esto se debe, entre otras cosas, a que la prisión acoge una mezcla muy diversa de internos, “jóvenes, adultos, mujeres y hombres en primer grado (los más peligrosos), además del déficit endémico en materia de personal por el maltrato de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias -debería haber un mínimo de 947 funcionarios por lo que faltan 80-”, situación que se agrava en periodo vacacional, cuando un funcionario “tiene que hacerse cargo de más de 100 internos”.
Así, Acaip ha hecho público su informe de incidencias correspondientes al periodo comprendido entre el 1 de julio y el 31 de diciembre del pasado año, en que recogen que se han producido un total de 878 incidentes graves o muy graves en los últimos seis meses -lo que supone alrededor de un 20% más respecto al mismo periodo de 2014-, entre los que se encuentran una decena de agresiones o intentos de agresión a trabajadores en este periodo, “puñetazos en la cara, patadas, arañazos... además de otros hechos que no han llegado a la agresión por suerte o por la intervención de otros internos”.
Estre estos incidentes relatan que se han producido: un centenar de casos de amenazas graves, coacciones o insultos graves a trabajadores; dos intentos de plante o desorden colectivo; una veintena de internos que se han resistido de forma “activa y violenta” al cumplimiento de las órdenes o de la normativa interior del centro; 90 agresiones entre internos; se han encontrado 174 objetos prohibidos ('pinchos', teléfonos móviles, drogas...); al menos 74 casos de deterioro grave de moviliario o dependencias del centro; 36 denuncias por amenazas y coacciones graves entre internos; 34 autolesiones; un suicidio y otros cuatro intentos; nueve huelgas de hambre; 44 intoxicaciones graves por consumo de droga; 267 casos de resistencia pasiva; 9 denuncias por sustracción de objetos personales y otra por sustracción de material del centro; y tres intentos de quebrantamiento de condena.
Todo ello supone, han lamentado desde Acaip, un “importante incremento de la conflictividad” en el centro, que insisten en que “no reúne las condiciones necesarias para albergar a los internos muy peligrosos”.
El sindicato denuncia que mientras la población reclusa se reduce en España, en Picassent se mantienen las mismas cifras.