El ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos, ha afirmado que el gobierno no renovará las concesiones de las autopistas que terminan su concesión dentro de esta legislatura si agota sus plazos. Se liberarían así de los peajes la AP-1 entre Burgos y Armiñón (Álava), que vence el 30 de noviembre de este año; y la AP-7 entre Alicante y Tarragona, y la AP-4, entre Sevilla y Cádiz, que ambas terminan el 31 de diciembre de 2019.
De este modo lo ha anunciado en una entrevista con El País dentro de la medida genérica de no renovar estas concesione. Por el contrario la AP-2 entre Zaragoza y el Mediterráneo y los tramos de la AP-7 Tarragona-La Jonquera y Montmeló-El Papiol, ya quedarían para la próxima legislatura puesto que la concesión acaba el 31 de agosto de 2021.
La retirada de los peajes de la AP-7 entre Alicante y Tarragona fue una de las primeras reivindicaciones anunciadas por el Consell de Ximo Puig, demanda que encontraría de este modo amparo en el gobierno del Estado. Este rescate que ya pretendía realizar el gobierno del PP se puso en duda tras la OPA de ACS realizada sobre Abertis, actualmente explotadora de dicho tramo que su filial Abertis entre 2013 y 2017 ganó 472,8 millones de euros después de impuestos, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
Según datos del propio ministerio de Fomento los tramos de Tarragona-València y València-Alicante tienen una intensidad media diaria conjunta de 36.689 vehículos al día. La empresa concesionaria durante los últimos años