Tras el acto de Vistalegre en Madrid en el que VOX reunió a unas 10.000 personas, el partido liderado por Santiago Abascal ha puesto su punto de mira en la ciudad de València, pero ha empezado a tener problemas. Tras anunciarse que el colegio de Jesuitas acogería el mitin de la formación de extrema derecha, desde el centro se ha negado que vaya a tener lugar en su sede el acto.
“De Vistalegre a Valencia”, anuncia VOX su acto en la capital valenciana a través de sus redes sociales, concretando que sería en el salón de actos de Escuelas San José-Jesuitas el miércoles 24 de octubre a las 20h. Indican la presencia del propio Santiago Abascal, así como de José Antonio Ortega Lara y de José María Llanos, presidente del partido en la provincia de València.
No obstante, el propio colegio de jesuitas ha negado la cita también en Twitter. Sin aclarar si se rectificaban el acuerdo o si lo negaban de plano, han afirmado que “el acto de Vox Valencia no se va a celebrar en las instalaciones de las escuelas”. El mensaje dejaba entrever el malestar del profesorado del centro ante dicho acto: “Os agradecemos a toda la comunidad educativa vuestra inquietud mostrada”.
Desde eldiario.es se ha conocido que tanto profesorado como familias y antiguos alumnos se han quejado de la programación de este acto político.
Justificación de los jesuitas
Sobre la cancelación del acto desde la dirección del centro se ha afirmado que “el acto estaba en negociación, apalabrado pero no firmado”, y además han añadido que se ha cancelado tanto por razones de seguridad como por razones políticas.
Respecto de la seguridad se ha afirmado que “dada la capacidad de convocatoria del partido y el tirón mediático, con toda probabilidad nuestras instalaciones van a ser desbordadas. No podemos garantizar la seguridad de una cita multitudinaria en una instalación muy limitada como la nuestra. Sería una irresponsabilidad celebrar un acto de masas en nuestro centro”.
Por lo que respecta a la razón política se ha subrayado que el centro es titularidad de una entidad religiosa que está “por encima de cualquier contienda partidista”, y que se puede mantener esta posición “poniendo las instalaciones al servicio de cualquier partido político legal o no dejárselas usar a ninguno”. Con todo concluyen que “dado el momento político tenso que estamos viviendo, parece que la primera opción no es comprendida, hemos de optar por la segunda. Nuestras instalaciones no aceptarán ningún acto de ningún partido político”.