Joan Baldoví (Sueca, 1958) está a punto de dejar su escaño en el Congreso de los Diputados para centrarse en la campaña autonómica. Elegido como cabeza de cartel de Compromís tras la salida de Mónica Oltra, apoyado por prácticamente toda la militancia, el dirigente asume el reto de llevar a la coalición a un tercer gobierno progresista. A lo largo de su trayectoria como político ha ido recolectando experiencia, amigos y un aprendizaje en las negociaciones y en las campañas electorales que ahora quiere impulsar en la Comunidad Valenciana.
El candidato a la presidencia de la Generalitat pone en valor el trabajo de sus compañeros de coalición en el Gobierno autonómico, que considera que han “devuelto la dignidad a la política” y sitúa la vivienda como eje de las políticas de un tercer gobierno progresista valenciano.
¿Cuándo decidió que quería ser candidato?
En septiembre. Cuando Mónica Oltra dimitió ya veíamos que teníamos que buscar un candidato y algunos compañeros me pidieron que me presentara. No era mi primera intención, pero la verdad es que vi que debía ser así. Lo hago con mucha ilusión.
Después la militancia de Compromís avaló esa decisión.
De forma abrumadora. Esa noche estaba orgulloso. Un 94% de la militancia lo hizo, mis compañeros querían la candidatura y yo estoy muy contento.
¿Compaginará la campaña electoral con el trabajo como diputado en el Congreso?
Hasta cierto punto. Antes de las elecciones acabaré mi trayectoria en Madrid.
¿De estos años en Madrid, qué se trae?
Aparte de las vivencias personales y las amistades, políticamente traigo un convencimiento: los valencianos necesitamos como el agua un instrumento político nuestro que haga política por nosotros en Madrid. Es imprescindible que proyectos 100% valencianos puedan decidir mayorías. Eso ayudará a nuestros intereses.
En los actos de precampaña han hablado de la necesidad de un Compromís fuerte como garante de las políticas públicas. ¿A qué se refiere?
Lo digo de forma clara: sin Compromís en el Gobierno muchas medidas no se habrían producido o habrían sido mucho más timoratas. Por ejemplo, las reversiones sanitarias o las reversiones de las ITV. Hemos apostado claramente por un sector público fuerte. Creo que muchos de los avances en políticas sociales y educativas o de empresa no se habrían conseguido sin Compromís.
En el Congreso se han ido acostumbrando a pactar presupuestos, gobiernos, medidas... ¿Hay una política de pactos distinta? ¿Diferentes predisposiciones?
Creo que aquí [en las Corts Valencianes] ha habido muchos pactos. Que haya habido ocho presupuestos en ocho años quiere decir que la cultura del pacto ha funcionado, más allá de algunos desmarques del PSPV pactando con el PP. Y en Madrid hemos aprendido por primera vez que gobiernos plurales con apoyos externos han sido beneficiosos para el conjunto. La cultura del pacto es útil para los ciudadanos; hemos aprendido a pactar allí y aquí.
Decía que en Madrid los valencianos necesitan un instrumento político para la toma de decisiones.
En la medida en que un partido como Compromís sea decisivo para dar mayorías en la legislatura habrá contrapartidas para nuestro territorio. Eso funciona así y ha funcionado así. No es lo mismo tener un diputado que seis.
¿Dada su experiencia en el Congreso y el Senado, cree que son Cámaras que garantizan la representación territorial?
El Senado debería desaparecer o reconvertirse; me gusta el modelo alemán, que es una verdadera cámara de representación territorial y de debate. La representación territorial [en el Congreso] va más en función de la ley electoral. Nosotros siempre hemos dicho que la ley actual beneficia a los dos grandes partidos y los sobrerrepresenta. He sido el escaño más caro del Congreso de los Diputados; mientras un diputado por Soria cuesta 13.000 votos, nosotros hemos requerido más de 100.000.
¿Si los números dieran para una reedición del Pacto del Botánico, habría que cambiar la estructura del Consell o del acuerdo?
En estos temas siempre he sido muy respetuoso con los resultados, con esperar a que se produzcan. Creo que sí deberíamos hablar de los modelos de mestizaje, que en unos casos ha funcionado y en otros no. Creo que ha funcionado muy bien en la Conselleria de Educación, que ha funcionado mejor cuando el conseller o consellera ha sido de Compromís. Deberemos profundizar en la cultura del pacto. Para llegar a acuerdos es bueno el diálogo con discreción, el ruido siempre es malo en la toma de decisiones. Ya hablaremos de conselleries, ahora creo que es el momento de hablar de propuestas.
Pero si se repite el acuerdo usted tiene muchas papeletas para gestionar alguna cartera. ¿De qué lugar le gustaría ocuparse?
De la presidencia. Donde me coloquen los ciudadanos. Por aspirar... El Valencia aspira siempre a ganar la liga, el Levante a subir a primera. Yo aspiro a la presidencia, y después, con todo el fairplay, aceptar los resultados.
¿No tiene preferencia por algún área de gestión?
No lo hemos hablado, no sabemos qué personas estarían.
Han hecho muchas propuestas en Sanidad y Vivienda.
Son áreas en las que también nos gustaría estar, pero, por respeto a los socios de Gobierno, creo que se debe hablar después. Hemos demostrado que sabemos gestionar áreas sociales y económicas de forma satisfactoria. Somos capaces de gestionar cualquier conselleria, incluso la de Hacienda.
¿Cómo va la relación con PSPV y Unides Podem?
Magnífica, como siempre. Me caracterizo por una máxima: la buena relación personal facilita la política. Mi campaña será elegante, de respeto a otras formaciones políticas, contundente con la derecha, pero con los partidos con los que hay posibilidad de formar gobierno creo que es importante mantener la buena relación y no entrar en disputas estériles. El electorado progresista quiere que hablemos de propuestas, con respeto, y que nos entendamos para poder reeditar un nuevo Acuerdo del Botánico.
¿Le han molestado las declaraciones de líderes de Podemos focalizadas en usted?
Lo puedo entender todo. Pero creo que ha habido algún comentario desafortunado, lo mejor es ignorarlos. La gente quiere que confrontemos propuestas, no peleas que no conducen a ningún lugar y terminan desilusionando al electorado progresista. El respeto será mi máxima esta campaña.
¿Qué relación política tienen con Yolanda Díaz y Sumar?
Magnífica. Ojalá hubiera más ministras como Yolanda Díaz, que trataran a la mayoría parlamentaria con ese respeto. Nos han consultado, preguntado, ha estado abierta a aceptar propuestas... Sobre Sumar, cuando toque regaremos. Ahora es un proyecto en el que han trabajado equipos para construir un programa; nosotros estamos centrados en revalidar las mayorías progresistas en ciudades y pueblos y revalidar una mayoría progresista para un tercer Botánico.
¿Les gustaría que hiciera campaña para las autonómicas con ustedes?
Si viniera la recibiríamos con los brazos abiertos. Pero insisto, lo importante de esta campaña son la ciudad de València, Castellón, Llocnou de San Jeroni, Riola, Fortaleny, Sueca y la Generalitat Valenciana. Estar hablando continuamente de otros, centrar la campaña en eso, es un error. Debemos centrar la campaña en si hay que mejorar la limpieza, si hace falta suelo para construir vivienda pública, si la Generalitat debe impulsar la atención primaria... Eso es lo que debemos hacer.
¿Les preocupa una estatalización de la campaña autonómica?
Creo que no beneficia a las fuerzas progresistas. Podemos sacar pecho de una gestión magnífica, València es un ejemplo de ciudad verde, europea, moderna y cosmopolita, de ocho años de Gobierno del Botánico que ha devuelto la dignidad a la política y ha logrado medidas que indudablemente han mejorado la vida de los ciudadanos. El otro día una persona en silla de ruedas me dijo que gracias a nosotros había podido cobrar las ayudas de dependencia que llevaba años esperando. Eso dignifica la política y hemos de hablar de esas cosas, no del ruido que viene de Madrid.
Pero sí hay unos cuantos problemas que afectan a los valencianos que son de índole nacional, como la financiación autonómica, la gestión de recursos hídricos como el trasvase Tajo-Segura...
Hay medidas que afectan evidentemente al Gobierno central, a quien debemos exigir que dé soluciones, tanto en la financiación como en el agua. Creo que la ruptura del acuerdo de la mesa nacional del agua fue un error por parte del ministerio, que fue absolutamente inoportuno e injusto.
En Unides Podem se preguntan por qué no quisieron hacer una coalición con ellos para las elecciones autonómicas.
En unas elecciones valencianas un proyecto de estricta obediencia valenciana se debe presentar con su programa y su gente. No tiene sentido que en unas elecciones valencianas Compromís no se presentara con sus propias siglas, con cara y ojos. Hay ámbitos diferentes, como el municipal, donde hemos conseguido acuerdos importantes, como en Torrent, Elda, Petrer o Torrevieja; hay que separar los ámbitos.
En algunas ocasiones ha afirmado que Compromís debe ser más contundente con el PSPV. ¿En qué sentido?
Creo que el president habría podido ser más contundente en reclamar, por ejemplo, la financiación autonómica. Creo que si hay algún partido que puede presumir de cumplir los acuerdos es Compromís y no siempre nos hemos visto tratados con la misma corresponsabilidad.
¿Tiene buena relación con el presidente Ximo Puig?
Tenemos una relación cordial que arranca cuando ambos fuimos alcaldes; él de Morella, yo de Sueca. Compartimos la presidencia de la Xarxa de Ciutats Valencianes Ramon Llull. Esa cordialidad seguro que ayuda en la relación política.
¿A nivel interno, cómo está Compromís?
Mejor que nunca. Estamos en un momento dulce de la relación en el seno de Compromís. Nos entendemos mucho y muy pronto.
¿Cómo han visto el trabajo de Aitana Mas en el Consell este último año? [La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, también candidata por Alicante a las Corts Valencianes, tomó posesión del cargo tras la dimisión de Mónica Oltra, cuando acababa de ser madre]
A Aitana Mas solo le podemos dar las gracias por el sacrificio personal que ha hecho al hacer una sustitución tan complicada de una persona que era absolutamente grande como Mónica Oltra. Creo que tiene un balance muy positivo, aunque ha tenido poco tiempo para desarrollarla. Se ha producido un relevo con toda la normalidad e, insisto, con una situación personal muy complicada ha sacado adelante una conselleria.
¿Y cómo se ven en las comarcas del sur?
El sur es complicado. Pero veo a la gente muy ilusionada. Hemos registrado más listas que nunca. Creo que ese resultado será el que salve al Botánico.
¿La actual vicepresidenta del Consell tendría que tener responsabilidad en el próximo gobierno?
Sí, si ella quiere. Me parece que es una magnífica gestora. Es una mujer joven muy preparada. Aitana será lo que quiera ser en el próximo gobierno y me encantaría que estuviera.
¿Cómo se ha visto la gestión valenciana estas dos legislaturas desde Madrid?
De las medidas que se han hecho aquí algunas han sido referentes, especialmente las de la conselleria de Mónica Oltra y en Educación o Economía. Tenemos más comunidades energéticas que otras comunidades autónomas, más becas de comedor que en el Estado español... Las medidas en educación han sido un referente y me han permitido confrontar con el gobierno de Isabel Díaz Ayuso, marcar las diferencias entre una forma de gobernar y otra. Yo he escuchado 'ojalá tuviéramos un Compromís aquí', en otros territorios. Hay muchas medidas que otros han querido imitar, aunque no tanto el Gobierno del Estado.
En la manifestación del 1 de mayo portaban una pancarta sobre la jornada laboral de 32 horas. ¿Esa va a ser una propuesta de Compromís?
Esa va a ser una propuesta de Compromís. Nace aquí y está en marcha, se ha instalado en el imaginario. La propuesta nace en el País Valenciano, luego la lanza Íñigo Errejón, se han hecho las primeras experiencias... Es marca de Compromís, una propuesta nuestra que se ha instalado en el debate español.
¿Cómo ha funcionado la experiencia con Íñigo Errejón en el grupo parlamentario?
Ha sido magnífica porque partía del respeto mutuo, no desde un intento de asimilación. Se han respetado los espacios y las decisiones, a veces hemos votado diferente... Yo defiendo los intereses valencianos, que a veces entraban en contradicción con otras propuestas, pero hemos funcionado muy bien.
Una de sus propuestas es realizar un 'Pla Edificant' en vivienda.
Planteamos la necesidad de transferir recursos a los ayuntamientos, que son los que saben donde hay terrenos urbanizables, dónde se puede crear y edificar vivienda pública, para que ellos hagan la licitación. Es un modelo ágil, en el que quienes saben dónde está el problema deciden y priorizan. Creo que estar en un 2% de parque público de vivienda es vergonzoso en el siglo XXI. Debemos comenzar a construir vivienda pública hasta llegar a estándares europeos.
La falta de una ley de vivienda era uno de los argumentos de las comunidades autónomas que entorpecía la respuesta pública. ¿Ahora que está aprobada, cuando entre en vigor qué harán desde la Generalitat Valenciana?
Un plan para impulsar la construcción de vivienda pública. Debe ser una prioridad del gobierno. Es una competencia municipal, pero donde esté Compromís declararemos zonas tensionadas, como en València. No tendremos miedo de aprobar medidas valientes. Declararemos zonas tensionadas para hacer una limitación de precios, también para los grandes tenedores. También tenemos la propuesta de la oficina contra abusos inmobiliarios, una oficina que asesore gratuitamente a las personas que lo necesiten para redactar contratos o interpretar cláusulas y hacer valer sus derechos.
¿No hay algo similar en marcha en la Conselleria de Vivienda?
Es una oficina dirigida a los desahucios, no a los abusos inmobiliarios. Nosotros planteamos un asesoramiento público gratuito.
¿Qué harán respecto a la ampliación del Puerto de Valencia?
Primero se ha de establecer un diálogo entre el puerto y la ciudad, ver qué le interesa a la ciudad de València. Hay que ver si hay alternativas, que creo que las hay, por ejemplo en el Puerto de Sagunto. Hoy por hoy, ni se ha demostrado que la declaración de impacto ambiental valga, ni que vaya a crear más empleos; incluso los sindicatos de estibadores dicen que los destruirá. No han aparecido números que digan que es algo multiplicador de la economía valenciana. Hay que caminar claramente hacia la paralización de la ampliación y la búsqueda de alternativas.
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