El Parlamento valenciano debatirá en su primer pleno del año una reforma de la ley electoral que lleva camino de naufragar de nuevo

La reforma de la ley electoral valenciana es como el castigo de Sísifo: cuando parece que los parlamentarios valencianos de la bancada progresista llevan la piedra a la cima de la montaña, esta cae rodando y les obliga a reiniciar el camino. Después de meses de debate en comisión hasta llegar a un acuerdo de mínimos entre los cuatro partidos empeñados en reformarla, del cambio de posición de Ciudadanos que la retrasó, de la proposición in extremis que presentó el PSPV en octubre de 2018, del adelanto electoral de Ximo Puig que la hizo caer hasta la siguiente legislatura, la Covid19 volvió a retrasar el debate centrado en bajar el listón electoral más alto de España. PSPV, Compromís y Unides Podem han acordado este martes reiniciar el trámite parlamentario la próxima semana, aún sin los apoyos necesarios para sacar adelante la ley.

Antes de que la pandemia fuera una palabra que incorporásemos a nuestro vocabulario cotidiano, Ciudadanos manifestó su interés en reactivar la reforma, dado su declive electoral en las distintas convocatorias de 2019 y 2020. Un interés que parece haber desaparecido según las manifestaciones de su portavoz, Toni Cantó, que se plantea su oposición al trámite parlamentario que llegará la próxima semana. La reforma de la Ley Electoral valenciana será la primera proposición de ley que las Corts Valencianes debatan en 2021 y la toma en consideración se ha planteado para el miércoles 10 de febrero, en la primera sesión plenaria ordinaria del año. Aunque para aprobar la reforma de la ley se necesitan dios tercios del Parlamento autonómico (66 votos de 99), su admisión a trámite solo necesita mayoría absoluta, por lo que los votos de las formaciones del Pacto Botánico serían suficientes para reiniciar el sendero.

Los tres partidos que firmaron el Pacte del Botànic registraron por segunda vez la propuesta de reforma electoral el pasado 18 de octubre después de apalabrar con Ciudadanos su incorporación a las negociaciones. La formación naranja expresó su descontento cuando PSPV, Compromís y Unides Podem firmaron la propuesta en solitario, pese a haber participado de las negociaciones. “Había un interés excepcional de Ciudadanos por que presentáramos la ley”, expresaba este martes el portavoz socialista Manolo Mata, que no comprende por qué Ciudadanos vuelve a desmarcarse. Minutos antes, Toni Cantó afeaba a los parlamentarios de la mayoría progresista que en plena pandemia incluyeran en el pleno cuestiones ajenas a Sanidad, y lanzaba un mensaje claro a las formaciones: “Si presentan lo mismo, obtendrán el mismo resultado”. Cantó critica que se buscaba un acuerdo entre las cuatro formaciones para presentar el pacto de mínimos, pero que el Botánico lo rompió al registrarla en solitario, mientras que los tres partidos aseguran que es Ciudadanos quien no quiere saber nada.

En enero de 2019 quedó rechazada la proposición de Ley que impulsó Compromís, cuyos objetivos principales eran rebajar el listón de entrada al parlamento del 5% al 3% en el conjunto de la Comunidad Valenciana, las primarias abiertas, y mejoras en la composición paritaria de las Corts. La reforma presentada el pasado octubre por los tres grupos del Botánico incluye novedades en el voto electrónico, endurece las incompatibilidades y promueve una fórmula que busca priorizar a las mujeres en los puestos más altos de las listas electorales, así como la obligatoriedad de la televisión pública valenciana de emitir debates electorales.

Las críticas de Cantó han venido acompañadas de las de la portavoz popular, Isabel Bonig, que cree además que sobran diputados en la Cámara, cuando fue su partido el que elevó a 99 el número de diputados en sus tiempos de mayorías absolutas. La portavoz popular cree que “el Botànic demuestra muy poca sensibilidad” al plantear este debate ahora, cuando “la gente está perdiendo la vida y el patrimonio”. “El PP está en contra, pero si quieren que juguemos, jugaremos, y a lo mejor hay que abrir el debate de reducir el número de diputados”, ha retado porque “al menos puede ser interesante”.