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El PP estudia cómo evitar escenificar el pacto con Vox para la investidura de Carlos Mazón antes de las elecciones

Miguel Barrachina, Carlos Mazón y Juan Francisco Pérez Llorca en las Corts Valencianes. / PPCV

Laura Martínez

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El PP analiza los plazos para presentar a su candidato, Carlos Mazón, a una investidura para la que aún no tiene los apoyos. Los populares han encargado un informe interno para interpretar la horquilla que deja el reglamento de las Corts Valencianes para la sesión de investidura y su votación, que coincide de lleno con la campaña electoral. La constitución de la Cámara parlamentaria está fijada para el 26 de junio por decreto y, a partir de ese momento, corre el calendario, que apunta que el debate de investidura será entre el 17 y el 21 de julio, dos días antes de la votación.

Los plazos de las Corts Valencianes son de máximos, apuntaba el director de campaña del PP y diputado autonómico Miguel Barrachina este jueves, tras el encuentro con el PSPV para pedirle la abstención, así que han encargado un análisis para ver el “margen”. Mazón, Barrachina y el vicesecretario de Organización del PPCV, Juan Francisco Pérez Llorca, se han reunido con Arcadi España, Rebeca Torró y Maria José Salvador, representantes del PSPV, para pedirles la abstención y plantear un acuerdo para la Mesa de la Cámara parlamentaria, esgrimiendo 35 puntos de su programa electoral que dicen tener en común. Por contra, los socialistas apuntan que tienen modelos “diametralmente opuestos” y reiteran su negativa a facilitar un gobierno de derechas. “No hacemos spoiler (...) Ya sabemos cómo acaba la historia: con un pacto del PP y Vox, ha señalado España.

Si fuera por el PP, aseguran, la investidura sería cuánto antes. “Si hoy tuviéramos los apoyos para hacer a Mazón president lo haríamos mañana porque hay mucho trabajo por hacer”, incidía el vicesecretario de organización. Pero el PP todavía no tiene los apoyos, acaba de iniciar la ronda de contactos. Tiene el no del PSPV, ratificado este jueves; el no de Compromís -aunque al reunión formal es el lunes- y la mano tendida de Vox, con quienes se verán el martes. Hasta la fecha, los populares no quieren “especular” sobre esa alianza, aunque el partido de Carlos Flores es el único que manifiesta intención de colaborar.

Dada la cercanía de la investidura a la convocatoria electoral, los plazos son importantes. Si se estira la horquilla todo lo posible, el pleno podría ser el viernes 21 de julio, antes de la jornada de reflexión. ¿Y la votación? Podría darse el mismo viernes o alargarse algo más. De momento, son todo condicionales, aunque en la oposición tienen claro que debe ser antes. Con el reglamento de las Corts Valencianes en la mano, las dudas arrancan. ¿Son días hábiles o naturales? ¿Y las horas? ¿Se puede plantear el discurso de investidura el viernes y las réplicas el lunes?

Para los populares es importante tener clara la horquilla, pues implica que se resuelva la cuestión antes o después de las generales. No solo por saber si podrán hacer campaña presentándose como partido en el Gobierno autonómico, sino por el posible acuerdo con Vox y las implicaciones que tiene incorporar a la ultraderecha al Ejecutivo, como pide la formación que encabeza Carlos Flores, que subraya que quiere un modelo como el de Castilla y León. Sin los apoyos del partido de ultraderecha, el PP se ve abocado a una investidura fallida en primera votación. Los populares deben elegir si llegan a las elecciones sin presidente electo o con un acuerdo con un partido que lleva a un condenado por violencia machista como cabeza de cartel, algo que los aleja de la estrategia de moderación que impera en las últimas semanas. Si la votación se estira hasta pasar las citas con las urnas, los populares no tendrían por qué desvelar el acuerdo.

Como todo parece estar sujeto a interpretación, es importante saber quién va a interpretar los plazos. La Mesa de las Corts Valencianes tendrá que constituirse el 26 de junio y la elección de la presidencia, las vicepresidencias y las secretarías dará una pista de hacia dónde sopla el viento. El PP puede pactar un reparto de los puestos con el PSPV, dado que son el partido más votado, o acordar que ambos cedan un lugar a Compromís y Vox. La entrada de la ultraderecha en la Mesa del Parlamento es una posibilidad que se ha planteado en el encuentro de este jueves, algo que a los socialistas no les hace mucha gracia: “Nos corresponden dos miembros”, ha apuntado Maria José Salvador, una de las diputadas del PSPV que ha participado en el encuentro. Salvador, vicepresidenta de la Cámara en la pasada legislatura, ha defendido que la composición de la Mesa se establece “por mayorías” y que ahora “la foto fija” es que corresponderían tres puestos al PP y dos a su grupo, aunque asegura que los socialistas no han abordado esta cuestión. La maniobra de los populares consiste en apelar a la representación de todas las fuerzas políticas en la Mesa, planteando a los socialistas que renuncien a un puesto en favor de Compromís y hacer ellos lo propio para incluir a Vox. “Sería conveniente y bueno que todos los partidos estuviesen representados”, ha apuntado Pérez Llorca, que insiste en que Mazón quiere “un gobierno transversal, no de bloques”.

Otra opción para el PP es imitar lo que el PSPV hizo en 2015, el año de los experimentos, cuando los socialistas tuvieron una presidencia exprés hasta llegar a un acuerdo de gobierno -el socialista Francesc Colomer dimitió para que presidiera el parlamento el valencianista Enric Morera-. Ese año Ximo Puig fue investido con los votos justos de Podemos, que no quiso entrar en el Consell, y prestó los apoyos para facilitar el Gobierno del Botánico.

Preguntados por el acuerdo con Vox, los populares siguen estirando el plazo. “Nosotros no hemos tenido contacto aún con Vox. Lo tendremos el martes. No vamos a especular con eso”. ha incidido Pérez Llorca. Sobre si negociarán con su cabeza de lista, Carlos Flores, condenado por violencia psicológica en 2002, los populares apuntan que no saben quién irá al encuentro. E insisten en las ofertas a ambos lados del hemiciclo: “Queremos un gobierno transversal, no queremos una política de bloques”.

Qué dice el reglamento de las Corts Valencianes

Para la investidura, el reglamento de las Corts Valencianes establece: “Los grupos parlamentarios podrán presentar ante la Mesa de las Corts Valencianes las propuestas de candidatos, en el plazo de doce días contados a partir de la fecha de constitución de las Corts Valencianes”. Y continua: “Transcurrido el plazo, la Presidencia de las Corts Valencianes, oída la Junta de Síndics, fijará la fecha de celebración del Pleno de investidura entre los tres y los siete días siguientes a la finalización de dicho plazo, proponiendo como candidato o candidata a aquel que en las consultas realizadas haya obtenido mayor apoyo por parte de los grupos políticos”. Pasados estos días se convoca la sesión parlamentaria y el candidato expone su programa. Cuando finaliza, la Presidencia de las Corts Valencianes suspenderá la sesión “por un tiempo no superior a veinticuatro horas”. Cuando se reanuda intervienen los grupos parlamentarios, todos, y el presidente replica, en conjunto o por separado. Al terminar, la Presidencia fija la hora de la votación; si hay mayoría absoluta, se nombra al presidente; si no, se suspende la sesión 48 horas y se vuelve a votar para buscar la mayoría simple. Si no se consigue esta mayoría -más síes que noes-, el Parlamento tiene dos meses para reiniciar el proceso.

Para la Mesa de las Corts, El partido que quiera presidir la Cámara necesita 50 diputados en primera votación y, de no conseguirse, la presidencia se dirime entre los dos diputados que más votos hayan obtenido y resulta elegida la opción más votada. El reglamento indica: para las vicepresidencias, los diputados y diputadas podrán presentar a la Mesa varias candidaturas cerradas compuestas necesariamente por dos personas de diferente sexo. Cada diputado o diputada podrá votar una de las candidaturas presentadas. Realizado el escrutinio, se ordenarán las candidaturas según el número de votos recibidos. Resultará elegida para la vicepresidencia primera la persona de la candidatura más votada de un sexo diferente al de la presidencia de la Mesa. Para la vicepresidencia segunda resultará elegida la persona de la segunda candidatura más votada de sexo diferente al de la persona que ocupe la vicepresidencia primera. Y el mismo proceso se realiza con los dos secretarios.

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