La primera legislatura del Pacto del Botànic fue la de mayor control parlamentario al Consell en dos décadas

La primera legislatura del Pacto del Botánico, la alianza de PSPV, Compromís y Unides Podem para gobernar en la Comunitat Valenciana, fue en la que más sesiones de control y preguntas parlamentarias se sometió un presidente autonómico en los últimos 20 años. Ximo Puig compareció entre 2015 y 2019 en sesiones de control en 56 ocasiones y respondió a 224 preguntas de control. La suma corresponde a las preguntas planteadas por sus socios de gobierno, Compromís y Unides Podem, y a los dos grupos de la oposición, PP y Ciudadanos.

En la siguiente legislatura, marcada por la pandemia, las comparecencias de Puig en las sesiones de control se redujeron en una decena. Fueron entonces 45 las ocasiones en las que se interpeló directamente al jefe del Consell, sin contar los debates de política general o las comparecencias monográficas para informar sobre el desarrollo de la pandemia de Covid-19 y las medidas adoptadas. En ambas legislaturas, el president se sometió a 101 sesiones de control y respondió a 449 preguntas.

Su antecesor del PP, Alberto Fabra, que contaba con mayoría absoluta en las Corts Valencianes, se sometió a 48 sesiones de control en el periodo de 2011 a 2015, un ritmo similar al de Francisco Camps, que se sometió a 47 sesiones de control desde 2007 a 2011 y a 45 en el periodo 2003-2007. Teniendo en cuenta los mandatos completos, Puig es el dirigente valenciano que más ha comparecido en las sesiones de control en las Corts Valencianes. Por preguntas parlamentarias, supera en un 64% a Camps, que respondió a 273 y un 134% más que Alberto Fabra 192.

Las dos del pacto de izquierdas fueron también las legislaturas con más grupos políticos en las Corts Valencianes, algo que, casi por fuerza, incrementa la actividad; en el primer periodo estaban presentes PP, PSPV, Compromís, Unides Podem, Ciudadanos y, a partir de 2019, Vox. Desde las pasadas elecciones, las formaciones con representación se han reducido a cuatro: PP, PSPV, Compromís y Vox.

En los primeros meses de esta legislatura con Carlos Mazón al frente, la oposición ha venido denunciando la opacidad del actual Consell, que ha reducido las comparecencias, ha introducido el turno de preguntas del PP como parte de la sesión de control -lo califican como propaganda o autobombo- y ha retrasado el inicio del periodo de sesiones hasta el 29 de enero.

En el primer trimestre de actividad parlamentaria ordinaria, excluyendo la toma de posesión, Mazón ha comparecido en menos sesiones de control que Puig. El socialista compareció en seis ocasiones entre octubre y enero, cuando finalizó el periodo ordinario de sesiones, cinco de ellas a preguntas de control; el popular lo ha hecho en tres sesiones de control y un pleno monográfico, salvo que en enero se celebre una sesión extraordinaria, dado que no consta intención alguna en el calendario. Además, Mazón compareció en un pleno monográfico sobre la amnistía, donde pidió a la oposición que apoyara los pactos que sus socios de Vox rechazan, en materia de financiación autonómica, deuda, infraestructuras o cuestiones sociales.

La primera sesión de control de Puig se realizó en el pleno del 15 de octubre, 109 días después de prometer el cargo. En ese pleno se aprobaron dos decretos y una declaración institucional. La de Mazón, que tomó posesión 17 de julio, fue el 5 de octubre, 78 días después.

El pasado martes, tras la reunión del grupo socialista, el secretario general y el portavoz Parlamentario afearon al bipartito PP-Vox que “congelaran” la actividad de las Corts Valencianes en enero, que no se retomará hasta el día 29, salvo que la Junta de Portavoces admita alguna de las propuestas para una Diputación Permanente.