La destitución de la consellera de Transición Ecológica, Mireia Mollà, a petición de la vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, sacude el Gobierno valenciano. La decisión de la dirigente de Compromís, tras cuatro meses en el cargo, de sustituir a su compañera de partido por pérdida de confianza abre una crisis en el Ejecutivo autonómico a poco más de medio año de las elecciones autonómicas.
La vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, planteó este martes al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el cese de la titular de Transición Ecológica cuatro meses después de llegar al cargo, y su sustitución por la hasta ahora secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro. Las tres forman parte de Iniciativa, la rama ecosocialista de Compromís, de la que Mas es coportavoz y en la que milita Mónica Oltra. A primera hora de la tarde de este martes, tras comunicárselo a la exconsellera, Presidencia de la Generalitat Valenciana emitía un escueto comunicado en el que atribuía la decisión a la vicepresidenta y agradecía a Mollà la labor en el Consell, del que formaba parte desde 2019.
En el entorno de la vicepresidencia del Consell hablan de pérdida de confianza en la titular de Transición Ecológica y la acusan de acumular varias deslealtades respecto a sus socios de Gobierno. La más grave habría sido negociar con Hacienda el presupuesto de su departamento de forma independiente, rompiendo la unidad de acción en Compromís. Para los valencianistas resulta de especial importancia coordinar sus demandas en unos presupuestos cruciales, con un fuerte conflicto con el PSPV-PSOE sobre hasta donde estirar la capacidad de gasto público del Gobierno. En un contexto vital para el Ejecutivo autonómico, consideran que ha sido la gota que colmó el vaso.
“Sobran personalismos”
Pero hay otros motivos que parecen más creíbles. La titular de Emergencia Climática recientemente dio un toque de atención a sus socios sobre las trabas burocráticas para acelerar la implantación de las energías renovables, una cuestión que incluso ha reconocido el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Estos procedimientos son también responsabilidad de las consellerias de Política Territorial y Economía Sostenible, que gestionan el PSPV y Compromís, respectivamente. En la última rueda de prensa del Consell, Mas apuntó que “sobran personalismos”, preguntada por las declaraciones de Mollà.
La frase, directa, se lanzó como un aviso a la ya exconsellera, a la que acusan de torpedear la gestión. Desde el equipo de Mollà se considera que la destitución “es una decisión incomprensible, que no tiene justificación alguna y que abre una crisis importante que pone en riesgo la consecución de un tercer Pacto del Botánico”.
El impacto sobre las expectativas electorales del Pacto del Botánico, a sólo unos meses de los comicios, es algo que la prudencia habría recomendado evitar. Pero la vicepresidenta Aitana Mas ha tomado la decisión, apuntan desde su entorno, en un contexto que dificultaba el trabajo ordinario del Gobierno. En Iniciativa, partido al que pertenecen ambas, consideran que es una decisión que compete al Ejecutivo autonómico. La rama socialista del Ejecutivo autonómico no ha comentado la decisión de la vicepresidenta, que llega después de varias crisis de Gobierno. La más reciente, la salida de Mónica Oltra por su imputación judicial, se percibió como un golpe especialmente duro para el Consell, que acababa de pasar por una remodelación de su estructura profunda para dar un impulso a la gestión autonómica en un contexto de crisis.