Los socialistas valencianos salen unidos de su fin de semana en el “gran hotel”
No era una película de Wes Anderson aunque la estética y las escenas en los pasillos y ascensores pudieran sugerirlo. Los visitantes del hotel Bali de Benidorm el pasado fin de semana se toparon con una fiesta inesperada: el 14 congreso del PSPV, la alfombra roja para revalidar a Ximo Puig como secretario general, se celebraba en la meca del turismo de masas. Parecía que 'El gran hotel Budapest' se rodaba en Benidorm.
La estética kitsch acompañó a los socialdemócratas en su cónclave de actualización ideológica hasta el punto de darse cierta simbiosis. El establecimiento, que remite a finales de los ochenta, era un protagonista más en la actuación, que los turistas contemplaban con cierta incredulidad desde la piscina. Los socialistas valencianos buscaban un congreso similar al que organizó el PSOE dos semanas atrás, un evento festivo que mostrara la unidad del partido para afrontar los próximos retos electorales; una cita para ensanchar su espacio político y aumentar su mayoría en las instituciones que ya lideran. “Pero esto es el PSPV”, advertían algunos delegados en la primera jornada, anticipando que habría alguna dosis de conflicto.
La capital turística celebraba sus fiestas patronales, en honor a la Virgen del Sufragio, y algunos delegados llevaban la procesión por dentro. Cierto cristo se armó en el hotel. El sábado, el abandono de los afines a José Luis Ábalos del plenario por falta de integración en los órganos de dirección del partido fue el evento de la jornada y la amenaza de presentar unas listas alternativas mantuvo la expectación hasta bien caída la noche. La composición de los organismos de dirección, como manda la tradición, se cerró de madrugada, integrando a todos los sectores. Mercedes Caballero, la cara visible del grupo de seguidores del exministro y exsecretario federal de Organización, tendrá un puesto en el comité federal en Ferraz. También logró ubicar a sus dirigentes en la Ejecutiva. Los tambores de guerra apenas sonaron un día.
El también presidente de la Generalitat Valenciana une la acción del partido con la del Gobierno autonómico para blindar su perfil estatal. En la Ejecutiva se premia a secretarios autonómicos que han demostrado ser solventes, se aumenta la presencia de mujeres, se incorpora a perfiles jóvenes con proyección en el partido y se suman alcaldes de todas las comarcas, con varios gestos a la provincia de Alicante, un territorio difícil de conquistar para los del puño y la rosa.
De gestos estuvo plagado el fin de semana, especialmente con el sector beligerante cuyas estridencias los socialistas temen electoralmente. Elegir la meca turística, el edificio más alto, invitar al presidente de la patronal valenciana e inaugurar el cónclave con una jornada de turismo sostenible en la que participaba la vicesecretaria de Hosbec -la agrupación de empresarios de turismo valenciana- daba ciertas pistas. La tasa turística, que los socialistas llevan en sus compromisos políticos, salió a relucir en numerosas ocasiones. En todas, para rechazarla. Arrancó el secretario autonómico del ramo, Francesc Colomer, con una advertencia: “Oído cocina a lo que significa no comprender qué es este sector”. Continuó la número dos de Hosbec, negando la precariedad del sector y asegurando que es una actividad sostenible. Se sumó el sábado Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, el único que pronunció el impuesto con todas sus letras: “Rechazo la tasa turística” porque “en este momento es una falta de sensibilidad con el sector, que representa el 15% de la economía de la Comunitat Valenciana”.
“La socialdemocracia es contradictoria, pero bendita contradicción”, enunciaba el secretario general en su discurso, donde subrayó las líneas políticas que quiere impulsar en su mandato, de cara a obtener una tercera legislatura en el Palau de la Generalitat. “Hoy saldremos de Benidorm con una nueva hoja de ruta y un ideario actualizado que tiene los pies en el suelo y la mirada en el 2030”, un camino que pasa por “situar al empleo en el corazón de nuestra acción, reforzar el Estado de Bienestar y contribuir a una España cómoda para todos”. El mensaje del dirigente a los suyos estaba claro: “El combate está ahí fuera, no está aquí dentro. No podemos perder el tiempo en auténticas chorradas. Este partido sale de este congreso más fuerte, más unido y más útil para los ciudadanos”. El que quiera trabajar en el partido, tendrá vía libre.
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