“El cien por cien de la sanidad valenciana es pública”. Así de tajante se muestra el secretario general de los populares valencianos, Serafín Castellano, quien a su vez no ha dudado en criticar el “oportunismo” de la oposición, a quienes ha acusado de “intentar generar confusión” entre la ciudadanía al respecto de la gestión sanitaria, el 'modelo valenciano', cuestionado recientemente por la Comisión Nacional de la Competencia.
En este sentido, no ha dudado en señalar que “todos los ciudadanos pueden utilizar los servicios sanitarios de manera gratuita y universal, independientemente del tipo de gestión, un sistema en el que los partidos de la oposición -PSPV, Esquerra Unida y Compromís- ”amenazan con revertir las concesiones sin explicar que contractualmente sería muy complicado y económicamente muy costoso“.
El dirigente popular y miembro del Consell explicaba que no se podría garantizar, en el caso de recuperar la gestión pública de los hospitales, que el personal de estos centros “puedan ser asumidos por la administración”, lo que podría suponer “un importante aumento del paro entre este colectivo y peor atención a los pacientes”.
Además, una reversión de estas características supondría, según advierte Castellano, tener que asumir una indemnización “millonaria” por la resolución unilateral del contrato, al tiempo que recrimina el conseller y líder popular a la oposición que “existe un grado de satisfacción del 91% entre los pacientes de los hospitales concertados”.
85% de gestión directa
Castellano también se ha referido a que el 85% de la sanidad valenciana es de gestión directa, por lo que rechazaba la acusación de que en la Comunitat Valenciana se esté privatizando la sanidad. Por ello, ha lamentado el “oportunismo y demagogia” de la oposición, que “pretende confundir” a los ciudadanos “identificando PP con privatización, y eso no es así”.
Al respecto, ha recordado que la “colaboración” con entidades privadas proviene de la época del PSPV en la Generalitat, y se refería a otras comunidades autónomas como Andalucía, gobernada por los socialistas, donde la Junta “mantiene 17 hospitales concertados y sólo uno de cada tres centros es de gestión pública”.
El conseller de Sanidad, Manuel Llombart, ha apuntado por su parte que “lo importante en sanidad es resolver la situación que se plantea en cada momento y no el métido utilizado”, para insistir en que “nuestra prioridad es el paciente, y en cada momento tenemos que escoger el método que consideremos más adecuado”.
Reversión del modelo
Tras el varapalo sufrido por el proceso de privatización en la Comunidad de Madrid, provocado por la presión social y judicial la oposición, la oposición ha instado al Consell a que “revierta” las concesiones vigentes y paralice el proceso, siguiendo el ejemplo de Madrid. Es más, desde Compromís ya advirtieron que llevarán al Consell a los tribunales por “prevaricación y tráfico de influencias” si prorrogan las privatizaciones que finalizan después de 2015.
El 'modelo Alzira' cuestionado
Precisamente hace unas semanas, un informe de la Comisión Nacional de la Competencia ponía en duda la forma en que la Generalitat Valenciana sacó a licitación la gestión de los hospitales concertados, así como los criterios utilizados para su adjudicación. El documento apuntaba que en cinco de los seis contratos para la construcción y gestión de los centros hospitalarios sólo participó una empresa, así como que en los seis casos las seis licitaciones fueron adjudicadas a agrupaciones de empresas “participadas todas ellas por Ribera Salud”.