No se puede entender el presente sin conocer el pasado
Hace unos días, un periódico de València destacaba como titular una de las afirmaciones que Sandra Gómez realizó en una entrevista con motivo de su participación en el proceso de primarias de la ciudad.
Ciertamente me sorprendió que este periódico no contrastara la información antes de publicarla. El titular afirmaba que “La bicefalia nunca le ha dado una Alcaldía de València al PSPV”. Es evidente, que la candidata Sandra Gómez ignora la historia de este partido, el PSPV-PSOE.
València ha tenido tres alcaldes socialistas y dos de los líderes municipales se presentaron con bicefalia.
La primera sería en 1979 con Fernando Martínez Castellano como cabeza de lista de un partido que, en aquel momento, carecía de estructura comarcal por lo que hubiera sido imposible hablar de bicefalia. No obstante, en 1983 Ricard Pérez Casado conseguiría 18 concejales recayendo la Secretaría
General del partido en la ciudad en Juan Antonio Lloret. Primer caso de bicefalia.
En 1991, Clementina Ródenas consiguió 13 concejales. El secretario general del partido en la ciudad era Eduardo Montesinos. Segundo caso de bicefalia.
La historia continua con Aurelio Martínez y Ana Noguera que se presentaron sin ser Secretarios Generales del partido
En 2003 por primera vez, Rafa Rubio se presentó a la Alcaldía siendo Secretario General. Consiguió 12 concejales.
En 2007 la candidata fue Carmen Alborch, que obtuvo otros 12 concejales. El Secretario General era Rafael Rubio. Cuatro años más tarde, en 2011, Joan Calabuig se presentaba a la alcaldía con un resultado de 8 ediles. En esos momentos Salvador Broseta era el Secretario General
En 2015 Joan Calabuig repite como candidato a la Alcaldía y es además Secretario General. El resultado fue el peor registrado por el PSPV-PSOE: 5 concejales.
Todos estos datos reflejan el gran legado de una organización política que ha sido vital para la ciudad de València y demuestran que la historia del PSPV-PSOE de la ciudad no comienza en 2011, aunque para algunos/as así pudiera parecerles.
Decía Willy Brandt que “Las personas que viven atrapadas en el pasado no pueden liderar el futuro”. La pregunta que yo plantearía es ¿Pueden hacerlo quienes lo ignoran? La respuesta es no, rotundamente no.
Ignorar el legado reciente del PSPV-PSOE que ha liderado la modernidad y el avance social más importante de la historia para Valencia, es ignorar el trabajo y el esfuerzo de muchos y muchas compañeros/as que se han dejado la piel en mantener este partido en pie.
No cabe duda que todas las campañas de primarias entrañan cierta dificultad. Dificultad que deviene de compartir un mismo espacio político pero con diferencias en su definición. En estas primarias las diferencias entre ambas candidaturas han hecho bastante fácil su discurso. Son muchas, importantes y sobre todo de calado.
No estamos ante candidatas distintas con un mismo proyecto, estamos ante dos modelos de partido que difieren profundamente en su organización.
Mientras Sandra Gómez defiende un tótum revolútum partido/instituciones, Maite Girau defiende un partido fuerte con una estructura sólida que marque la dirección de las políticas institucionales. Es decir, la dirección política la asume el partido y la ejecuta la institución.
En consecuencia, también difieren el papel y las consideraciones que a la militancia reserva cada candidata. Por una parte, Sandra Gómez simpatiza más con la postura que considera la militancia como algo necesario aunque no imprescindible. En cambio, Maite Girau basa la solidez de su organización en la base de militancia, sin militantes no hay partido y sin partido no hay políticas socialistas ha sido su lema.
Dos modelos tan distintos como sus perfiles personales.
Es la hora de la militancia.
El domingo 4 de febrero decidirá qué modelo es elegido. Yo lo tengo claro, como dijo George Santayana: “Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo” por eso yo votaré ser futuro, votaré a Maite Girau.
*Consuelo Calabuig
Periodista y militante del PSPV-PSOE
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