Así ha retrocedido la playa del Saler tras las ampliaciones del Puerto de València
“Llevo 46 años viviendo en la Casbah y he visto cómo los pescadores llegaban en sus pequeñas barcas a la playa de La Garrofera y atracaban en la misma arena, ya que antiguamente estaba permitido; ahora sería impensable porque ya no queda arena, han desaparecido los cerca de 80 metros de playa que había en el mismo periodo en que se ha ido ampliando el Puerto de València”.
Así se ha pronunciado un vecino muy conocedor del proceso de regresión que viene sufriendo todo el frente litoral sur de València, cuyas consecuencias en forma de destrozos se ven cada vez que hay un temporal.
Como prueba, aporta dos imágenes aéreas de la playa de La Garrofera en 1977 y en 2010, en las que se aprecia cómo el agua ha engullido la explanada de arena que existía y llega ya hasta el muro del antiguo paseo marítimo.
Según este residente (prefiere mantenerse en el anonimato) de una de las zonas de València más castigadas por la reciente borrasca, “los daños no hubieran sido tan agresivos si las playas no estuvieran tan erosionadas como están”.
Además, tal y como ya hiciera este martes la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, alerta de que el crecimiento del nivel del mar pone en riesgo L'Albufera: “Cada vez se estrecha más el monte de la Devesa que ejerce de barrera entre el mar y L'Albufera por el empuje de las olas, lo que genera filtraciones de agua salada al lago”.
Sobre las sucesivas ampliaciones del Puerto de València como las causantes de la erosión de las playas del sur no tiene dudas: “Así lo reconoce la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de la ampliación norte; pero no es nuevo porque el Gobierno ya sabía mucho antes de los perjuicios que el Puerto ha causado en esta zona de costa como queda reflejado en una respuesta del Ejecutivo central del año 1991 a un senador; pese a todo, autorizaron la ampliación sin tomar medidas más allá de aportes esporádicos de arena”.
Tal y como explica este vecino, la DIA otorgada al Puerto de València para su ampliación norte destaca textualmente que “en las últimas décadas estas playas han venido sufriendo un retroceso producido por la interrupción del transporte litoral, debido al crecimiento del Puerto y al descenso de aportes sólidos del río Turia”.
Además, añade que “el Puerto de Valencia es responsable de las profundas modificaciones que se han venido produciendo en las playas de Pinedo y El Saler. El basculamiento de la playa de Pinedo no ha terminado, por lo que se debiera aumentar la longitud del dique de encauzamiento de la margen derecha del Turia, y añadir el material sedimentario que lleve a su equilibrio a la playa, al tiempo que se hace necesario completar la defensa y apoyo de la playa en el extremo sur, a partir de donde termina el efecto de difracción”.
Por este motivo, establece que “debe contemplarse el seguimiento de la evolución de las playas de L'Arbre de Gos y El Saler, ya que el efecto del puerto puede obligar a no muy largo plazo al establecimiento de nuevas obras de control de la erosión, que deberían ser asumidas por la Autoridad Portuaria de Valencia”.
En junio de 1991 (ver documento al final de la información), el senador valenciano del PP, José Miguel Ortí, preguntó al entonces ministro de Obras Públicas y Transportes, Josep Borrell (PSOE), sobre medidas para adoptar a medio y largo plazo para solucionar definitivamente el grave deterioro que ha sufrido la Dehesa de El Saler “para contrarrestar el efecto negativo que sobre la misma produce la cercanía del Puerto de Valencia y también la subida del nivel del mar”.
En su respuesta, Borrell añade como causante de esta situación “la práctica supresión del aporte de áridos por el río Turia” y fecha el inicio del proceso erosivo antes de los años 80.
Es decir, que a pesar de que el ministerio tiene constatado el efecto negativo de las sucesivas ampliaciones del puerto en el litoral del Saler, autorizó más tarde la última ampliación norte.
El mismo departamento, dirigido ahora por el socialista valenciano José Luis Ábalos, quien alegó contra la ampliación como concejal del PSPV en el Ayuntamiento de València en 2007, debe decidir si el anteproyecto de ampliación, que no se ajusta a los parámetros de la DIA de 2007 tras las modificaciones introducidas, requiere de una nueva evaluación ambiental como exigen el Ayuntamiento y la Generalitat, o si la considera vigente como afirma la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Una decisión que deberá adoptar tras la reciente declaración de emergencia climática por parte del nuevo Gobierno.
La Politécnica estima una pérdida de 65 metros de playa
Un estudio de la Universidad Politécnica que analiza el efecto sombra del Puerto entre Pinedo y El Perellonet entre los años 1984 y 2014 concluye que la playa de l'Arbre del Gos es la más afectada con una pérdida de 65 metros de arena, seguida de la de Pinedo, entre espigones, que ha retrocedido 56,7 metros, la de La Creu que ha perdido 40 metros, y las del Saler que han perdido 34 y 33 metros. La de Pinedo Norte, sin embargo, ha ganado 27 metros al ser la más pegada al Puerto.
Con el objeto de paliar el proceso de erosión que sufren las playas situadas al sur del puerto, la Demarcación de Costas de Valencia tiene previsto ejecutar el proyecto de 'Regeneración de las playas del Saler y Garrofera' que supone el aporte de 2.908.796 de metros cúbicos de arena en el tramo de playa comprendido entre el espigón situado justo al norte de la playa de L'Arbre del Gos hasta la gola del Pujol (abarca los tramos en los que el proceso erosivo es muy fuerte).
El objetivo de este proyecto es la recuperación de la línea de costa existente en el año 1965, lo que supone en algunos puntos hasta 70 metros de ancho. Los técnicos municipales estiman que con el ritmo de pérdida de arena que se tiene calculado, se prevé una duración aproximada de la actuación de unos 55 años. La actuación supondrá una inversión de 28,5 millones de euros.
Según el documento, “en la actualidad el proceso regresivo amenaza, de forma especial, a los ecosistemas de la Dehesa, por el estrechamiento de la restinga que cierra L'Albufera, por lo que se hace necesario intervenir para evitar que continúe su desgaste, suponiendo un riesgo inminente para la conservación de los hábitats que constituyen el ecosistema del Parque Natural de L'Albufera”.
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