Ribera Salud maniobra para aferrarse a la gestión de los hospitales privatizados que está a punto de perder
Ribera Salud está intentando todo lo que tiene en sus manos para parar el proceso de reversión de la privatización de los hospitales públicos valencianos, en concreto del área de Alzira (La Ribera). Jurídicamente ha anunciado este jueves que ha presentado ya el recurso contencioso-administrativo que debe tumbar la intención de la Conselleria de Sanidad de rescatar la concesión el 1 de abril del año que viene y que ha pedido también medidas cautelares.
Mediáticamente no ha sido menor el esfuerzo, pues lleva semanas con importantes campañas publicitarias en medios de comunicación que venden las bondades del modelo publico-privado sanitario. Antes, ha invitado previo pago a exministros socialistas, como Valeriano Gómez, para que defiendan la privatización de la sanidad en una administración, y una conselleria, donde gobiernan los socialistas.
El penúltimo cartucho lo ha quemado este jueves con la presentación de un Plan Estratégico para el periodo 2018-2028 para el departamento de salud de la Ribera, el que precisamente dejará de gestionar dentro de poco más de cuatro meses y medio.
¿Y por qué?, se han preguntado los periodistas. Javier Palau, director gerente del Hospital Universitario de La Ribera, ha explicado que este informe, que casi con total seguridad no se podrá aplicar, “se ha hecho para lanzar un mensaje y trasladar a la sociedad que hemos hecho las cosas bien y de una manera seria y responsable”. Para Palau, la proyección económica servirá para saber “hacía dónde ir y cuáles son las necesidades a cubrir en los próximos años”.
Para el gerente del Hospital de la Ribera, este plan estratégico les puede servir a su empresa, si ganan en los tribunales o consiguen la prórroga de cinco años que reclama, “o a la Conselleria de Sanidad cuando empiece a gestionar” el área de salud.
Según el Plan Estratégico de Ribera Salud, el departamento de la Ribera necesita de una inversión de 72,3 millones en los próximos diez años “para mantener la calidad actual”. Según el informe, se deberían destinar 29,2 millones de euros para la ampliación y remodelación de nuevos servicios y áreas del hospital. Además, prevé invertir otros 30 millones a nuevas tecnologías y más de ocho millones al plan de transformación digital.
El documento, que será de complicada aplicación si finalmente la Generalitat recupera el servicio, también refleja que son necesarios 4,8 millones para construir nuevos centros de salud y otros 185.000 para reformar los actuales. El informe también explica que en los próximos diez años el área de salud necesitará de 350 nuevos profesionales para implementar nuevos servicios.
Mientras Ribera Salud intenta mantener la batalla jurídica y mediática viva, en la Conselleria de Sanidad continúan el camino para rescatar la concesión el 1 de abril del año que viene. De hecho, los presupuestos de la Generalitat para el año que viene ya contemplan los gastos de personal para los 2.000 empleados sanitarios que pasarán del sector privatizado el público con el proceso.
“Será la primera vez en la historia que un proceso de privatización sanitaria se revierta”, ha llegado a reconocer Palau. Eso sí, a su entender, esa incógnita podría devenir en “caos”. O no. En menos de medio año se sabrá.
