Ribó considera “un error garrafal” que se hiciera firmar a las falleras el polémico protocolo sobre vestimenta
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha asegurado que las normas de la Junta Central Fallera (JCF) sobre la vestimenta de las falleras mayores y las cortes de honor “no debían haber existido nunca” y se tienen que eliminar“ por la ”dignidad de las falleras, de los falleros y del mundo del fallero“. Asimismo, ha calificado de ”error garrafal“ que se hiciera firmar a las representantes de la fiesta este protocolo y ha aseverado que si él hubiera conocido el reglamento antes ”no estaría funcionando“.
El primer edil se ha pronunciado en estos términos en una rueda de prensa para presentar la Trobada Euromediterrània de la Solidaritat amb les Persones Refugiades y Migrants al ser preguntado por los medios por la polémica generada por la 'Normas de protocolo y actuación para las falleras mayores de Valencia y sus cortes de honor' que pide a las jóvenes que eviten las transparencias y escotes “excesivos” y vistan faldas de una longitud mínima a la altura de la rodilla en los actos a los que deban ir vestida de particular.
Al respecto, Ribó ha considerado que estas normas, ya sean “orales, escritas, más públicas o menos públicas, son muy poco presentables y no debían haber existido nunca”.
El alcalde ha agregado que el protocolo -“que ha estado pululando por ese mundo”- ha permanecido en privado “porque no puede salir al público y cuando ha salido cualquier persona ve que se contrapone rotundamente a la libertad de la mujer y al pensamiento del Ayuntamiento, que por algo tiene una Concejalía de Igualdad”.
“Nuestra idea está muy clara: estas normas se han de eliminar, creo que lo ha dicho el concejal (de Fiestas, Pere Fuset, además presidente de la JCF) con mucha claridad y, en el caso de que se tengan que incluir otras, modificarlas de manera que cumplan de forma estricta el criterio de igualdad entre hombres y mujeres y la libertad de la mujer de hacer lo que considere conveniente”.
En su opinión, el hecho de que se hayan publicado “ha tenido una pequeña virtud, ya que, al hacerse públicas hemos visto que esas norma campaban por ese mundo”. “Ahora las conocemos y sabemos que se han de eliminar”, ha apostillado.
Ha insistido en que “cualquier persona” puede entender que este tipo de recomendaciones “no son adecuadas a la situación de igualdad de la mujer, por lo que, por el bien de las Fallas, hemos de cambiarlas para adaptarlas a la concepción de la mujer de hoy en día”.
Sobre la mecánica para cambiar la norma, ha apuntado que será la asamblea de presidentes la que tendrá que decidirlo y ha recordado que ese foro el pasado mes de octubre el concejal Fuset “ya advirtió que había que cambiar ese reglamento”.
Preguntado por si cree que alguien debe asumir responsabilidades por lo sucedido, el alcalde ha manifestado que “no sé si alguien tiene que dimitir; no sé si sí o si no. Evidentemente yo he cedido las competencias a Pere Fuset y él tendrá que tomar una determinación”. En este punto ha calificado de “error garrafal” que se hiciera firmar a las falleras el documento “sin que se hubiera visto”.
“Desconocía el reglamento”
Además, ha recalcado que él no estaba al tanto de la existencia de este reglamento. “No tenía conocimiento de estas normas, si hubiera tenido conocimiento se hubiera eliminado antes. El problema es que muchos desconocíamos este tema, nos ha sorprendido a todos, el primero al alcalde, porque entra en profunda contradicción con mi manera de pensar y, si lo hubiera conocido, este reglamento no estaría funcionando en este momento”, ha insistido.
“Lo vamos a cambiar -ha proseguido-, ha sido un error pero que también nos ha servido para que se haga público y vamos a normalizar la situación y adecuar el reglamento al siglo XXI y a como entendemos en Valencia y en España a las mujeres. Me felicito por que lo que sepamos y lo vamos a cambiar. Las mujeres son mayores de edad, en su forma de vestir y en su iniciativa”.
Ribó no ha querido destacar un solo punto que le parezca especialmente reprobable, ya que no es solo un punto sino muchos “casposos”, ha dicho.
Cabe recordar que además de las normas sobre escotes y longitud de la falda, el protocolo especifica que si la indumentaria que llevan las falleras “se considera indecorosa o no apropiada al acto al que asisten, el acompañante que las recoja tendrá la facultad de obligarlas a cambiarse y, en caso de negativa y previa consulta con la Vicepresidencia correspondiente, dejarlas en sus domicilios”.
“Convencido” de que no afectará a la declaración de la UNESCO
Por otro lado, el primer edil se ha mostrado “convencido” de que esta polémica no afectará a la candidatura de las Fallas a ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. “Este tema está bastante desarrollado, hemos pasado ya muchos filtros y creo que las Fallas son algo mucho más importante y potente”, ha argumentado.
Por último, ha rechazado que ese caso se deba a un problema en las relaciones entre las comisiones falleras y el Ayuntamiento y lo ha enmarcado en una “dialéctica normal”. Ha apuntado que la JCF y las comisiones tienen su autonomía “que se ha de respetar, de la misma manera que el mundo fallero tiene claro que sus normativas se tienen que adaptar a cómo entiende la sociedad y la mayoría de ellos mismos el comportamiento de las mujeres” en el siglo XXI.