El gobierno ha rebajado el IVA de las fallas y las fogueres (hogueras), en el marco de una rebaja del impuesto a las obras de arte, del tipo habitual del 21% al reducido del 10%. La noticia, inmediatamente celebrada por la alcaldesa de Valencia, era una reivindicación de las dos fiestas, muy perjudicadas por ese impuesto.
Rita Barberá, en una rueda de prensa de urgencia, destacó “un logro” que se ha obtenido “tras mucho trabajo, muchas conversaciones y mucho tiempo intentando convencer a (Cristóbal) Montoro”, ministro de Hacienda. La medida llega justo en el día de la exaltación de la fallera mayor de Valencia, protagonizado este año, con polémica, por el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo.
La tramitación de la medida aprobada hoy en el Consejo de Ministros hace poco probable que las fallas de este año se puedan beneficiar de la rebaja del impuesto, que equipara a las fallas, en consonancia con las reclamaciones del mundo fallero y las autoridades valencianas, a las obras de arte. Las fogueres (hogueras) de Alicante, una fiesta que se celebra en junio, tres meses más tarde que las fallas, tal vez sí podrían hacerlo.
Según la vicepresidenta del gobierno, Soraya Saenz de Santamaría, la rebaja del IVA a los autores de obras de arte beneficiará a galerías, anticuarios, marchantes, coleccionistas y otros agentes involucrados en el mundo del arte y pretende equiparar España con otros países de la Unión Europea donde este impuesto es del 10%. Finalmente, fallas y fogueres, defendidas desde la Comunitat Valenciana como monumentos de “excepcionalidad, singularidad y carácter efímero”, han sido incluidos en esta categoría.
Aplacar el malestar
La rectificación del gobierno acaba con las fuertes protestas cívicas y políticas por la subida del impuesto a fallas y fogueres, que de un tipo reducido del 8% pasaron a uno del 21%. Incluso la alcaldesa de Valencia, que siempre se mostró crítica con el aumento, cargó contra Hacienda cuando ésta decidió hacer una inspección tributaria a las fallas en plenas fiestas.“Es una muestra de insensibilidad con las Fallas, los falleros y con Valencia”, dijo Barberá. Ahora, sin embargo, todo es alegría.