Sanidad guarda silencio sobre la prórroga de la privatización del hospital del Vinolopó, con los peores ratios en atención primaria
El hospital del Vinalopó y su red de atención primaria, con 140.000 habitantes asignados de las localidades de Elche, Crevillent, Aspe, Hondón de las Nieves y Hondón de los Frailes, es el único de gestión privada que queda en toda la Comunitat Valenciana. El Gobierno del Botánico recuperó la gestión pública, una vez vencidos de los contratos de 15 años, del de Alzira primero y del de Torrevieja después. Además, antes de finalizar el pasado mandato y de perder el ejecutivo autonómico iniciaron los trámites para hacer lo propio en Dènia y Manises.
Con la llegada del bipartito del PP y de Vox y con el popular Marciano Gómez al frente de la Conselleria de Sanidad se culminó la recuperación de estas dos últimas áreas de salud, con el aval de demoledores informes técnicos que desaconsejaban mantener el sistema de gestión privada por su ineficiencia y conflictividad.
Sin embargo, en el caso del Vinalopó, gestionado por Ribera Salud, el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, reafirmó el pasado 7 de mayo su propósito de prorrogar el contrato que vence el 31 de mayo del año que viene. El presidente de la empresa es Alberto de Rosa, hermano del diputado del PP en el Congreso Fernando de Rosa. El contrato prevé la opción de una prórroga por cinco años.
Tal y como establece el contrato, Sanidad debe notificar un año antes del vencimiento de contrato si activará la prórroga o si al término del contrato quedará resuelto y por lo tanto la administración volverá a asumir la gestión directa del área de salud. A falta de cinco días para que se cumpla el plazo, no hay constancia de que la Conselleria haya notificado su decisión a Ribera Salud. Al menos no ha habido respuesta desde Sanidad a las preguntas planteadas a elDiario.es en este sentido.
El conseller aseguró que la decisión vendrá avalada por informes técnicos y que los hará públicos cuando proceda: “En tanto en cuanto el nivel de eficacia y eficiencia en los indicadores de calidad siga tal y como está iremos por la prórroga del hospital de Elche porque no queremos hurtarle a la población algo que funciona, queremos la mejor atención para la ciudadanía y, si funciona bajo criterios de control, de eficacia y de eficiencia, así lo haremos”.
Sin embargo, el portavoz de Sanidad, Carles Esteve, ha denunciado que con los datos de la propia consellería obtenidas como respuesta a una pregunta parlamentaria, los centros de salud de de Elche-Crevillent, Aspe y Hondón de las Nieves y Fondó de los Frarers, son los que peores ratios tienen del sistema de salud valenciano.
“Esto quiere decir que faltan 83 profesionales -solo contando Enfermería, Pediatría y Médicos de cabecera- en esta parte del sistema. Cuando tú vas al centro de salud tienes una carencia que ocasiona que Ribera Salud gane dinero a expensas de una peor atención. Es por eso que continuamos exigiendo al Consell que revierta este departamento a la gestión pública y el día 31 diga a la empresa que lo está haciendo mal”, ha insistido Esteve.
Los datos de la Consellería de Sanidad confirman que los ratios (o cupos) de la atención primaria en el departamento de Elche-Crevillent son los peores de toda la sanidad valenciana: “Cada médico o médica de cabecera tiene que atender a 353 personas más. En el caso de pediatría son 198 niñas y niños más. En enfermería 1502, más del doble que en el resto de centros de salud de gestión pública”.
Y eso que, Según Esteve, “solo hablamos de Enfermería, Pediatría y médicos y médicas de cabecera, sin contar otros profesionales como celadores, administrativos u otros especialistas como psicólogos o trabajadores sociales”. Este déficit de personal estructural supone “esperas de más de tres semanas para tener atención en el centro de salud. Más de un mes si necesitas que te atienda un pediatra”.
En permanente contacto con los trabajadores y trabajadoras del departamento, el portavoz de Compromís ha manifestado que el déficit profesional que enriquece a Ribera Salud mantiene a las urgencias en atención primaria con largas colas y esperas, lo que obliga a que la gente se vaya directamente en el hospital sabiendo que la atención en los centros de salud no funciona.
“La propia empresa reconoce indirectamente que, además de tener los peores ratios de toda la sanidad valenciana, no son capaces de cubrir todas las plazas y mantiene ofertas laborales en pediatría, medicina familiar y comunitaria y también urgencias (entre otras)”, ha apuntado Esteve. “Los profesionales de la Sanidad no quieren venir a trabajar a esta comarca. El caso del centro del Toscar de Elche lo deja patente, siendo uno de los más afectados: faltarían 5 médicos de cabecera, 1 pediatra y 12 enfermeras para equipararse a la media del resto del sistema sanitario público”, ha asegurado.
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