Sara, su marido y sus cuatro hijos de de 5, 9, 14 y 15 años respiran un poco más tranquilos. Esta familia y otras dos más que viven en un edificio sito en la calle Vicente Brull 67 (Cabanyal) estaban desesperadas ante el inminente desahucio que tenían notificado para el próximo 23 de abril.
Tras la información publicada por eldiario.es, Divarian, mercantil que adquirió hace dos años todo el inmueble, ha anunciado la supensión del desalojo y la apertura de una negociación para buscar una alternativa con la mediación del Ayuntamiento de València que pasaría por lograr un alquiler social.
Divarian es una sociedad que aglutina la mayoría de los activos inmobiliarios del BBVA y que está participada en un 80% por el fondo Cerberus y en un 20% por la entidad bancaria.
Como ha publicado este diario, el calvario de Sara empezó hace ya más de dos años, cuando la entidad financiera adquirió el edificio en el que se ubica la vivienda en la que residía en régimen de alquiler.
Según explica Sara, “dejamos de pagar el alquiler al anterior propietario cuando nos dijo que había hipotecado el piso, pero nadie del banco nos dio nunca un número de cuenta para hacer efectivos los pagos”.
Según Espai Veïnal Cabanyal, entidad que está ayudando y asesorando a Sara, “este es el mecanismo que los fondos y entidades financieres suelen utilizar para denunciar a los inquilinos por impago y así poder desahuciarlos”.
La entidad se ha mostrado satisfecha con la paralización del desahucio que ha anunciado a través de sus redes sociales y aseguran que ahora trabajarán que todos los vecinos del bloque consigan un alquiler social acorde a su situación económica.