Uno de cada cinco hombres valencianos reconoce que consume prostitución, pese a que el 69% de la sociedad cree que daña la dignidad de las mujeres
Uno de cada cinco hombres valencianos reconoce haber consumido prostitución una vez en la vida. La cifra supone el 99% de las personas que consumen prostitución en la Comunitat Valenciana, según un informe de la Universitat de Valencia elaborado para el Foro Valenciano para la Abolición de la Prostitución.
El foro, creado desde la Conselleria de Justicia que dirige Gabriela Bravo, ha encargado dos informes a dos catedráticos en sociología y derecho penal para impulsar medidas abolicionistas. Los datos comparados de ambos informes reflejan que buena parte de consumidores de prostitución lo son pese a que consideran que menoscaba la dignidad de las mujeres y reconocen que no es una actividad libre.
El estudio de Antonio Ariño, catedrático en sociología de la Universitat de València, estima que entre 8.000 y 10.000 mujeres son víctimas de la prostitución y que sólo en seis portales web hay 52.000 anuncios que publicitan más de 1.700 pisos. El informe de Ariño traza un perfil del consumidor de prostitución, que corresponde a un hombre, consumidor habitual de pornografía y que cumple “con todos los requisitos para ser considerado un machista en su percepción del mundo”, detallado por una serie de preguntas sobre sus consideraciones en las relaciones de pareja.
Respecto a las víctimas, el sociólogo apunta a que suman una serie de factores de vulnerabilidad: jóvenes, de nivel educativo bajo, entornos familiares humildes, y de nacionalidad española o extranjera en función del ámbito. Las mujeres que ejercen prostitución en la calle y en los clubes son mayoritariamente extranjeras, mientras que en los pisos aumentan las mujeres de nacionalidad española. Para el sociólogo, la diferencia de perfiles es un factor que muestra la desigualdad que la actividad legitima. “La prostitución es un hecho de desigualdad de género: la expresa y la reproduce”, señala el catedrático. “Es la prueba de que estamos ante una institución donde convergen todas las injusticias y violencias contra la mujer”, ha afirmado la consellera Gabriela Bravo.
Percepción social
El informe del foro abolicionista suma una encuesta del catedrático de Derecho Penal Fernando Miró, de la Universidad Miguel Hernández de Elche, que indica que la aceptación de la prostitución varía en función de la actividad por la que se pregunte. Según destaca el estudio, se rechaza ampliamente la prostitución en la calle, pero menos la considerada de lujo y ejercida en domicilios comprendidos como privados.
El catedrático aprecia ciertas contradicciones entre las ideas expresadas en la encuesta, señalando especialmente las diferencias entre quienes consideran que la dignidad de las mujeres explotadas se ve dañada pero aceptan moralmente las prácticas. El informe destaca unanimidad en el rechazo social cuando se vincula la prostitución con la dignidad de las mujeres. El 69% de las personas encuestadas considera que la dignidad de una mujer se ve menoscabada al ejercer la prostitución y el 68% cree que una mujer no se prostituiría si tuviera otras alternativas. Solo el 25% de las personas encuestadas afirma que le provoca rechazo el ejercicio de la prostitución, mientras que un 45% responde que le genera rechazo un hombre que paga por sexo. En su conjunto, cerca del 42% de los encuestados rechaza la prostitución, un porcentaje con diferencias de 4 puntos por sexos.
Foro abolicionista y propuestas normativas
La conselleria de Justicia de Gobierno valenciano quiere liderar la reforma legal para abolir la prostitución en España. Aunque el abolicionismo no es una posición que unánime en el Ejecutivo autonómico, compuesto por tres formaciones políticas en las que algunas consideran que el abolicionismo lleva a las mujeres prostituidas a la clandestinidad y aumenta su vulnerabilidad, el departamento que dirige Gabriela Bravo ha impulsado un foro abolicionista cuyos informes ayudan a radiografiar la situación en la Comunitat Valenciana.
El Foro para la Abolición de la Prostitución se constituyó el pasado febrero desde la Conselleria de Justicia y suma asociaciones feministas, universidades, entidades sociales para analizar, diagnosticar y proponer las posibles modificaciones normativas encaminadas a abolir la prostitución y proteger a las víctimas de explotación sexual. En la presentación del primer macroestudio autonómico, Bravo señaló que en breve presentarán las propuestas elaboradas desde el foro “para adoptar cambios en la legislación estatal, autonómica y local que sancione el consumo de sexo pagado y garantice la atención integral a las mujeres prostituidas”. “La prostitución supone un mecanismo de control social sobre la mujer y de dominación de una sexualidad masculina especialmente agresiva y humillante contra ella”, ha sentenciado la consellera.
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