Sonia Castedo ha anunciado su dimisión como alcaldesa de Alicante para “proteger a sus hijas”. La también exdiputada autonómica del PP, hostigada por su partido y la oposición por su implicación en dos casos de corrupción relacionados con la trama Brugal, abandonará el cargo convencida de su inocencia.
“Sabéis que por esta ciudad he entregado parte de mi vida... y a cambio he recibido lo más grande que se puede tener: el cariño de su gente. Hubiera podido seguir aguantando y demostrando que jamás, jamás, he hecho nada deshonesto, pero mis hijas no PUEDEN, no DEBEN y no QUIEREN vivir situaciones injustas que ningún ser humano se merece”, escribe Castedo en su facebook y el día de su cumpleaños.
La aún alcaldesa no aclara en su comunicado si deja su acta de concejal, aunque fuentes municipales aseguran que cesará en todas sus funciones -también ejerce de concejal de turismo- y dejará el ayuntamiento. Tal vez, abandone la política, aunque en su día coqueteó con fundar un partido para competir con el PP. Castedo está imputada por prevaricación y tráfico de influencias en el asunto Rabassa, la recalificación de unos terrenos del empresario más poderoso de la ciudad, Enrique Ortiz, para facilitar la instalación en Alicante de la multinacional Ikea y la construcción de 13.000 viviendas.
Castedo ha pillado con el pie cambiado al PP, que no tenía constancia de que su dimisión era inminente. En fuentes del PP se da por seguro que Miguel Valor, concejal de cultura, asumira la alcaldía. En principio, esto sucederá en enero, durante un pleno extraordinario. Tras el mandato de Castedo, Alicante está al borde de la quiebra.
“El problema no es Castedo, sino el PP”
El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha asegurado en Alicante que “solo se pasará página cuando el PP deje el Gobierno” porque “el problema no es solo Castedo, sino quien le ha dejado ejercer el poder como lo ha hecho”. En este sentido, ha criticado que la “permisividad y la pasividad de Fabra contra la corrupción ha permitido que Castedo haya marcado su propia agenda”. Así se ha pronunciado el dirigente socialista después de conocer que la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, doblemente imputada en el caso Brugal en las piezas del PGOU y Plan Rabasa, ha dejado su cargo.
EU también se congratula de la renuncia de Castedo. “Ha dimitido cuando a ella le ha dado la gana, tal y como hizo cuando dimitió de diputada en Las Cortes Valencianas, cuando le vino bien para su proceso judicial, para retrasarlo. Sonia Castedo ha concebido el cargo de alcaldesa como si fuera de su propiedad y es una vergüenza que hayamos tenido que suportar esto durante tanto tiempo los alicantinos”, asegura la diputada Esther López Barceló.
Alicante, con los mismos problemas
El candidato a la alcaldía de Alicante por el PSPV, Gabriel Echávarri, afirma que “la ciudad está paralizada y en la ruina” y, en cualquier caso, añade, no va a cambiar nada hasta el 15 de mayo, porque “Castedo era la cara de un proyecto político” y el resto de los concejales “que le han estado riendo las gracias”, siguen en sus asientos.
Desde Esquerra Unida, su portavoz, Miguel Ángel Pavón, asegura que la dimisión “llega tarde y mal”, al utilizar las redes sociales en vez de haber dimitido, ayer, ante el Pleno. El daño que ha hecho a la ciudad, dice Pavón, “va a ser difícil de reparar”, ya que el legado que ha dejado, continua el edil, ha sido “una ciudad arruinada, rescatada e hipotecada hasta 2022”. Desde la formación, se sienten especialmente satisfechos, ya que, explican, “la segunda imputación se debe a la denuncia realizada por EU, que reactivó la pieza de Rabasa”. Desde UPYD, Fernando Llopis teme que el nombre de Alicante siga estando asociado a la corrupción ya que, afirma, “han tenido que ir hasta el número 8 de la lista para escoger al futuro alcalde”.