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El Valencia estrecha el cerco sobre los hooligans de ultraderecha del club

El Valencia está trabajando para expulsar de su estadio a la peña Yomus, un histórico grupo de animación de Mestalla parcialmente compuesto por radicales cercanos a la ultraderecha. El club ha prohibido que entren la pancarta del colectivo a su campo y ha solicitado a la Curva Nord, el grupo con más de 2.000 socios que más cánticos y colorido aporta al campo, que rompa con ellos.

“Se va a endurecer por parte de todos la persecución a cualquier elemento ultra que no respete los valores del deporte y la convivencia. El Valencia va a perseguir y a poner todos los medios para que estos elementos no existan en nuestro estadio de Mestalla. Medidas en las que el Valencia no permitirá el acceso a cualquier elemento ultra ni radical que falte al respeto al fútbol en general”, ha dicho Amadeo Salvo, el presidente del club.

De entrada, la directiva del equipo no acudió a una reunión prevista con la Curva Nord. Además, endureció la seguridad en el Valencia-Rayo Vallecano del sábado. Los cacheos se intensificaron y las banderas y pancartas fueron miradas con lupa en la única grada del Valencia donde el fútbol se ve de pie. La policía y la seguridad del club trabajó a destajo, en la línea marcada por el gobierno y la Liga de fútbol Profesional tras la muerte de un aficionado del Deportivo de La Coruña en la brutal reyerta entre ultras sucedida hace 15 días junto al estadio del Atlético de Madrid.

La expulsión de Yomus parece que no será fácil. La Curva Nord, que se declara apolítica y pacífica, se creó en 2012 tras la fusión de Yomus, la peña Gol Gran y la incorporación de cientos de jóvenes con ganas de animar a su equipo. La directiva de la Curva Nord ha cerrado filas con la parte más radical de la peña.

“Tenemos una filosofía muy clara y sólo somos uno”, dice la Curva Nord en un comunicado en el que anuncia su apoyo a Yomus. En solidaridad con ellos y en protesta por el trato con el club, el grupo no animó al equipo contra el Rayo durante 43 minutos, un hecho insólito. Tampoco mostró su pancarta.

Además, echar del estadio a los Yomus no será fácil. El club no puede denegar el acceso al estadio a los socios que no estén castigados administrativa o judicialmente. Y hace años que no protagonizan incidentes violentos en el campo, aunque hooligans supuestamente vinculados a la peña han sido relacionados con varias algaradas en calle.

En diciembre de 2013, destrozaron el bar de Madrid frecuentado por los ultras del Atlético. Esta misma temporada, se enfrentaron a los Riazor Blues, los ultras del Deportivo, en La Coruña:

En noviembre, se escucharon durante unos segundos gritos sobre el asesinato de un joven antifascista, Guillem Agulló, en el desplazamiento de la afición del Valencia al campo de su vecino, el Levante (segundo 12 y siguientes).

Y en septiembre se escucharon cánticos nazis en Mestalla.

Esquerra Unida, sin mencionar a ningún grupo en concreto, ya ha pedido la disolución de los ultras del Valencia.