Joan Ribó, el nuevo alcalde de Valencia, ha tomado varias decisiones simbólicas y ha anunciado otras de cierto calado mientras negocia la composición del ejecutivo local con sus socios del PSPV-PSOE y València en Comú, los concejales avalados por Podemos.
En primer lugar, ha abierto el ayuntamiento, formado por una edificación del siglo XVIII y otra de principios del XX a los vecinos. Durante el mandato de Rita Barberá -24 años- las visitas estaban restringidas. Cientos de vecinos visitaron el martes el salón de cristal municipal o el famoso balcón, donde autoridades e invitados ven las mascletaes de las fallas.
Ribó defendió “una iniciativa que no tiene coste alguno, y que hasta el momento sólo se hacía en fechas puntuales y para las autoridades, para que los muros de esta casa sean transparentes”. El alcalde, de Compromís, en otro gesto inédito en la política valenciana, acudió al ayuntamiento en bicicleta en su primer día de trabajo.
Ribó también anunció que recibirá durante varias horas a la semana a los vecinos que se lo demanden. Y, previsiblemente, el primer valenciano en departir con el alcalde será Javier Juanes, un emprendedor que impulsa un sistema para controlar el aforo de eventos por radiofrecuencia, empresa para la que cuenta con ayudas de la Generalitat y el propio ayuntamiento.
“Nacionalizar” la grúa y la ORA
El alcalde también avanza varias políticas radicalmente diferentes a las de la era Barberá (1991-2015). Algunas de las primeras, recuperar la gestión pública de la grúa y la ORA –el control y gestión de cobro del aparcamiento en la vía pública-, de gestión privada bajo el PP. No será fácil.
Barberá renovó recientemente ambas contratas por ocho años, por lo que recuperar su gestión implicará romper los acuerdos. Ribó, sin embargo, lo tiene claro. Ha criticado reiteradamente que el servicio de grúa –uno de los más caros de España: la retirada del coche le cuesta 152 euros al conductor- es “deficitario”. Algunos años el ayuntamiento ha pagado más dinero a la concesionaria que el que ha recibido de ésta por el cobro de las sanciones.
PSPV: Calabuig quiere ser portavoz y vicealcalde
Mientras, Compromís sigue negociando con PSPV y València en Comú la composición del gobierno local. El número 1 socialista, Joan Calabuig, será el portavoz y –aquí está encallado el asunto- teniente de alcalde (como quiere Ribó) o vicealcalde, como desea él para visualizar mejor el papel capital de su partido.
De una manera u otra, los tres partidos negocian en un clima de tranquilidad y no esperan que el reparto de las tareas de gobierno, más allá de la discusión sobre los nombres, suponga un problema. València en Comú, por ejemplo, tendrá las competencias sobre vivienda.