Al grito de “Peter vete ya”, “que se vayan” o “Valencia CF sí, Peter no”, se han manifestado este sábado cerca de 10.000 aficionados valencianistas que han exigido al futuro presidente del Gobierno valenciano del PP, Carlos Mazón, y a la nueva alcaldesa, la también popular, María José Catalá, la “reversión” del club de Mestalla y del Hércules CF para devolverlos a sus socios y aficionados.
La marcha, que se ha desarrollado sin incidentes, ha partido del Palau de la Generalitat, ha seguido hasta el Ayuntamiento de València y ha finalizado frente a la sede de Caixabank, entidad a la que los valencianistas también exigen que dé un paso al frente para forzar la salida del máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim.
Durante la protesta, organizada por la plataforma Libertad VCF, se han podido ver pancartas con lemas como “Govern valencià, sense por, Lim go home (Gobierno valenciano, sin miedo, Lim go home)”, “Mazón, queremos reversión, Valencia CF y Hércules CF para su afición” o la que se ha puesto en ma entrada principal de la sede de Caixabank: “Nascuts en Barcelona, residents en València, al servici de Singapur (nacidos en Barcelona, residentes en Valencia, al servicio de Singapur)”.
El PP vuelve a dirigir las intuticiones valencianas ocho años después de abandonarlas por las victorias electorales de los partidos de la izquierda. La crisis económica y los incesantes casos de corrupción acabaron en 2015 con 20 años de Gobierno de los populares al frente del Gobierno valenciano y con 24 al frente del Ayuntamiento de València.
Pocos meses antes, el entonces presidente del Gobierno valenciano, Alberto Fabra (PP), ordenó la venta del 70% de las acciones en poder de la Fundación del Valencia CF, que habían pasado a ser propiedad de la Generalitat tras ejecutar Caixabank (entonces Bankia) un aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) por el que el Gobierno valenciano abonó a la entidad financiera un primer pago de cuatro millones que la institución del club no pudo devolver al banco.
Esta situación propició la llegada al Valencia CF del magnate de Singapur Peter Lim, quien compró la mayoría accionarial de forma que la Generalitat Valenciana pudo recuperar el dinero abonado y quedó liberado del aval.
Sin embargo, casi nueve años después de la llegada de Lim, el club se encuentra inmerso en una grave crisis institucional económica y deportiva, lo que pone en grave riesgo su viabilidad. Sin ir más lejos, en la temporada que acaba de finalizar se ha salvado de descender a la segunda división en el último partido de liga, lo que ha colmado la paciencia de los aficionados.
Tras realizar varias manifestaciones multitudinarias en los últimos meses, la asociación Libertad VCF ha convocado esta nueva protesta.
La afición ha puesto el foco en las instituciones valencianas que en su día optaron por la venta del club y que, casualidades del destino, vuelven a estar controladas por el PP. El objetivo es que de la misma forma que en su día las autoridades maniobraron en el devenir y el destino del club, ahora también presionen junto a la entidad financiera para buscar una salida para el máximo accionista. Los populares tienen una patata caliente que gestionar, o quizás según se mire, una oportunidad para redimirse.
Desde la asociación Libertad VCF afirman que “tras un angustioso año, en que se firmó la permanencia en la división de honor en los últimos minutos del último partido de liga, y que ha necesitado los máximos esfuerzos por parte de la afición empujando al equipo para evitar la destrucción a la que Meriton está llevando al club, ha llegado el momento de salir a la calle para denunciar, en un grito de socorro unánime, lo que acabará con la muerte del Valencia C.F.”.
Además, añade que “es intolerable que en una sociedad como la nuestra sigamos aceptando con resignación, cuando no con normalidad, que la institución civil más importante de nuestro pueblo esté secuestrada por especuladores que mercadean con futbolistas, Peter Lim y Jorge Mendes”.
“Convocamos la manifestación frente al edificio que representa la más alta institución del gobierno valenciano, porque entendemos que es responsabilidad ineludible de las administraciones públicas ser puente de dialogo entre la afición y el máximo accionista, en la búsqueda de esa solución que suponga su salida del accionariado del Valencia C.F. definitivamente y sin excusas. A las fuerzas políticas que en breve formaran los gobiernos de la Generalitat y el Ajuntament de Valencia, les recordamos que solo hay dos posibilidades, ser parte del problema o ser parte de la solución”, advierte.