El estudio ambiental para regenerar las playas del sur de València afirma que la ampliación del Puerto supone “una clara amenaza para la Albufera”
El Ministerio de Transición Ecológica ha aprobado definitivamente el proyecto de regeneración de las playas de El Saler y la Garrofera con un importe total de 30 millones de euros, tal y como publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 10 de enero. Para su aprobación ha sido necesario recopilar diversos informes, entre ellos el estudio de impacto ambiental realizado en el año 2018.
Este documento analiza las diferentes opciones que se proponen para llevar a cabo la actuación y se decanta por la aprobada finalmente, es decir, la recarga artificial con 2,9 millones de metros cúbicos de arena en las playas de L’Arbre del Gos, El Saler y Garrofera de València y prolongar los dos espigones de la Gola de Pujol, para la regeneración de estos espacios naturales.
El estudio hace un diagnóstico de la situación actual de la línea de costa objeto de la actuación en la que se apunta al Puerto València como uno de los causantes del proceso de regresión que sufren las playas del sur, lo que a su vez pone en riesgo el Parque Natural de la Albufera.
En concreto, afirma que “la supresión de las fuentes de alimentación al frente litoral de estudio, como consecuencia del déficit de aportes del Turia y el efecto barrera del Puerto de Valencia, unida a la ocupación de sus dunas en algunas partes del tramo por obras de infraestructuras y edificaciones, ha tenido como consecuencia la regresión de la franja costera norte y la degradación de un espacio litoral considerado Espacio Natural Protegido”.
El fenómeno erosivo se ha ido propagando hacia el sur con el paso del tiempo, afectando a una mayor longitud de costa: “En la actualidad el proceso regresivo amenaza, de forma especial, a los ecosistemas de la Dehesa, por estrechamiento de la restinga que cierra la Albufera, por lo que se hace necesaria la intervención para evitar que continúe su desgaste, lo cual supone un riesgo inminente para la conservación de los hábitats que constituyen el ecosistema del Parque Natural de la Albufera. Hasta el momento las actuaciones acometidas en el tramo de costa han consistido en sucesivos aportes de material que han tenido carácter puntual y únicamente han supuesto soluciones a corto plazo, sin llegar a abordar globalmente el problema”.
A estas consideraciones, el análisis de las propuestas añade más claves. Una de ellas fue puesta de relieve en redes sociales este lunes por la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollá, que se ha mostrado muy crítica con la ampliación del Puerto de València precisamente por las consecuencias que puede tener para el Parque Natural de la Albufera y sus playas.
Y es que, en el análisis que hace el documento de las consecuencias que tendría no actuar en la zona degradada, se vuelve a apuntar al recinto portuario: “Se prevé que las causas que están impulsando la erosión de la costa permanezcan a medio y largo plazo” ya que “no se espera que el río Turia vuelva a aportar sedimentos a su desembocadura; es innegable la elevación del nivel del mar debido al calentamiento global; posibles ampliaciones del puerto de Valencia”.
Según el informe, “estas causas aumentan la acción erosiva del mar sobre la costa. La no actuación en el frente costero conlleva una progresiva erosión y representa una clara amenaza para la conservación del Parque Natural de la Albufera”.
Además, “los distintos ambientes que constituyen el ecosistema de la Albufera (playa, conjunto dunar exterior, depresiones interdunares, conjunto dunar interior y ribera de la Albufera) se distribuyen a modo de bandas paralelas al mar, y se encuentran interrelacionados, de forma que la degradación de uno de ellos tiene graves consecuencias para el resto”.
Por otro lado, “la poca elevación de los terrenos situados frente al litoral, unidos al sistema de drenaje de la Albufera, hacen de esta área una zona de alto riesgo de inundación marina” por lo que “la inundación de los terrenos del marjal produciría la afección del sistema hídrico del marjal y del sistema de desagüe de la Albufera”.
Como conclusión, “las consecuencias derivadas de la erosión e inundabilidad de los terrenos colindantes a la playa, será la afección y degradación del Parque Natural de la Albufera, zona de incalculable valor ecológico y ambiental”.
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