Javier Jiménez, biólogo: “La Albufera ha salvado vidas, la negación del cambio climático es una aberración”
“La Albufera ha salvado vidas, en el Saler no ha habido ni un charco”. El biólogo con años de experiencia en el Parque Natural de la Albufera, Javier Jiménez Romo, se ha expresado en estos términos sobre la importancia de este ecosistema, no solo como pulmón verde y nicho de biodiversidad, sino también como amortiguador en caso de episodios de fuertes lluvias.
Sin embargo, ante un fenómeno tan extremo como el pasado 29 de octubre se convierte también en el depósito de todos los residuos que arrastró la barrancada en su destructivo camino por el barranco del Poyo desde Chiva hasta el mismo lago. Una situación que preocupa a los expertos y ambientalistas por el estado de deterioro en el que ha quedado.
Tal y como explica Jiménez, “lo primero es el drama humano, que la gente pueda ir recuperando poco a poco sus vidas, pero después habrá que hacer un análisis pormenorizado porque la cantidad de residuos que han llegado ha sido terrible, una mezcla de vegetación, con plásticos, residuos peligrosos y fangos que será difícil de retirar”.
El biólogo comenta que “la tromba de agua ha recogido todo lo que ha arrasado a su paso de viviendas, fábricas, naves industriales y vehículos y todo eso ha acabado en los arrozales, en la Albufera o en el mar; si ya estábamos preocupados por la situación del lago antes de la DANA, ahora ya es brutal”.
Sobre la posible contaminación del agua o de los sedimentos, afirma que ya habrá tiempo para estudiar los impactos cuando se solucione el drama humano, pero que se intuye que son de dimensiones alarmantes: “Lo principal y lo que más preocupa son los plásticos y envases con medicamentos y residuos peligrosos, por su dispersión y complejidad para retirarlos. Va a ser el momento de planificar un reseteo completo, un plan de recuperación y de acción específico para todo el parque natural”.
Según Jiménez, “necesitamos la Albufera porque ha salvado vidas, como necesitamos los ríos y los barrancos porque todo forma parte de un sistema y todos formamos parte de ese sistema” y añade: “La negación del cambio climático es una aberración y la inacción ante el cambio climático es un problema gravísimo. Si lo reconocemos, hay que tomar medidas reales para adaptarse. Hace décadas que nos habían dicho que un evento así se podía producir, los expertos ya han dicho que el Mediterráneo está en el ojo del huracán”.
Eva Tudela es experta y representante de Acció Ecologista-Agró, entidad que gestiona el Tancat de la Pipa, y comenta su primera impresión tras visitar la zona del puerto de Catarroja: “De momento las acequias que están muy llenas están desaguando en campos de arroz y alguna también en la Albufera. En un primer momento eso sería lo ideal porque si llevan aceites o algún producto es mejor que se queden en la tierra de los arrozales que hacen de filtro verde y no vayan directamente a la Albufera. De todas formas los barrancos están soltando agua hacia la Albufera, algunos es cierto que muy contaminada en la zona afectada de Paiporta, Sedaví y Alfafar. Por eso lo que te encuentras en la parte norte del lago es un mar de cañas mezcladas con plásticos, porque los residuos orgánicos se desharán, pero el plástico no”.
Según Tudela, lo más complicado va a ser quitar los residuos que no se ven a primera vista, “como las manchas de aceite de algún coche, de refrigerantes, están flotando por la Albufera, porque la cantidad es desbordante, si no se hace nada se va a convertir la Albufera en basurero líquido de residuos urbanos, sobre todo plástico y acompañantes”.
Por su parte, Ignacio Moncho, técnico de la Fundación Assut, califica a situación del Parque Natural de “catastrófica, un desastre”, pese a que aún no hay una valoración oficial y asegura que calcular las consecuencias es “complicado”, pero con todo, asegura que es recuperable: “Es un sistema reversible, con una gran capacidad de resiliencia, va a costar tiempo pero habrá que hacerlo. El principal problema serán los residuos sólidos, plásticos, metales, metales y todo lo que ha arrastrado el agua, los sedimentos son más sencillos de eliminar mediante dragas”.
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