“Es necesario que una vez superada la pandemia o al menos en un escenario de mayor certeza sea posible encajar las piezas que conforman el proyeco de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) y permitan dar viabilidad a alguna de las ofertas recibidas por los diversos potenciales inversores, una vez quede superada la actual incertidumbre”.
Esta es la única garantía a la que deberán acogerse las autoridades políticas municipales y autonómicas a la hora de determinar si conceden al Valencia CF una prórroga para culminar la ATE, la operación urbanística que incluye el traslado de Mestalla a la avenida de las Cortes Valencianas a cambio de una recalificación muy ventajosa en los terrenos del viejo coliseo ubicado en la avenida de Aragón.
La cita forma parte de la carta que el club remitió este viernes al Ayuntamiento de València y a la Conselleria de Economía, firmada por el presidente del Club, Anil Murthy, por medio de la cual proponen una reconfiguración del plan, pero sin aportar ningún tipo de garantía en cuanto a la fórmula de financiación de las obras.
De hecho, según el fragmento reproducido, el cumplimiento de todo el calendario establecido queda supeditado a que finalice la pandemia y mejoren las perspectivas económicas, circunstancia que la entidad deportiva alega como principal causa por la cual no se han podido vender las parcelas del viejo Mestalla a un precio suficiente como para dar viabilidad a la operación: “Dicho escenario, a fecha de presentación del presente escrito, está impidiendo a los potenciales inversores decantarse por presentar una oferta que desde el club pueda ser aceptada”, reza la misiva.
Así, ante esta situación, el club propone un calendario de finalización de los diferentes compromisos incluidos en la ATE. En concreto, se compromete a buscar la financiación necesaria (sin dar detalles al respecto) para iniciar la construcción del polideportivo de Benicalap en 2022 y finalizarlo en diciembre de 2023, así como retomar las obras del nuevo estadio a mediados de 2024 para culminarlo a mediados de 2026.
Además, en un plazo de dos años desde la terminación y puesta en marcha del nuevo Mestalla, el club se compromete a demoler el viejo coliseo; a promover al mismo tiempo la construcción del hotel contiguo; a ejecutar la zona comercial y el aparcamiento subterráneo contemplado en las parcelas de Cortes Valencianas y de la avenida de Aragón, así como la urbanización de estos últimos terrenos.
Por último, en un plazo de dos años tras la demolición del viejo estadio, se compromete a construir las torres de viviendas previstas en el plan urbanístico (unos 400 pisos en total).
La ATE actualmente en vigor establece que el nuevo estadio debía estar finalizado en mayo de 2021 y el viejo Mestalla derribado como fecha límite en 2023, puesto que entre ese año y 2025 deben estar ejecutados los edificios de viviendas en la parcela de la avenida de Aragón
Presentado el documento, ahora son las autoridades urbanísticas las que deben estudiar si esta declaración de intenciones es suficiente como para no tumbar la ATE el próximo 15 de mayo, un trámite que depende de la conselleria de Política Territorial que gestiona Arcadi España (PSPV), pero que requiere de informes tanto del Ayuntamiento como de la Conselleria de Economía que dirige Rafa Climent (Compromís).
Con todo, será determinante la postura que adopte el Ayuntamiento de València, como administración competente en materia urbanística. En este sentido, el alcalde de València, Joan Ribó, de Compromís, insistió en que es positivo que haya un compromiso para construir el polideportivo de Benicalap, pero afirmó que el fondo de la cuestión es la construcción del nuevo estadio y que mientras eso no está claro, “no se pueden decir que las cosas están claras”. Ribó se mostró conciliador al añadir que “las cosas no se arreglan insultando ni mostrando una gran beligerancia, sino intentando dar pasos y avanzar”.
El primer edil aseguró que no es partidario de modificar la ATE: “Es un tema que tenía unos plazos y se tendrá que plantear, pero es algo que corresponde a la Generalitat, pero dicho eso intentemos ser positivos para arreglar este despropósito que tenemos que arreglar paso a paso y lo más rápido posible; este alcalde quiere hacer un planteamiento en positivo, quiere que se acabe este campo y no quiere crear polémicas absurdas con nadie”.
La vicealcaldesa socialista, Sandra Gómez, se ha mostrado escéptica ante la fiabilidad del compromiso adquirido por Meriton Holdings (empresa del magnate Peter Lim que aglutina la mayoría accionarial del club) y comentó que debería ir acompañado de un aval del empresario de Singapur por una cuantía económica que garantice la culminación del proyecto si no se venden las parcelas.
Por su parte, el vicealcalde Sergi Campillo (Compromís), aseguró que solo se plantearán no pedir la nulidad de la ATE si el club “con la fórmula que sea acaba el estadio”.
Desde presidencia de la Generalitat prefirieron no pronunciarse ya que, según aseguraron, no recibieron oficialmente el documento enviado por el club.